PAPEL PRENSA Y GENOCIDAS.
ELISA CARRIO, FELIPE SOLA, FRANCISCO DE NARVAEZ, MAURICIO MACRI, EDUARDO DUHALDE, FEDERICO PINEDO.
COMPLICES TARDIOS DICEN: PAPEL PRENSA SOMOS NOSOTROS
A pesar del generoso puente tendido por la presidenta Cristina Fernández, para que la dirigencia opositora se despegue del abrazo del oso del monopolio Clarín, los arriba mencionados han decidido inmolarse junto al grupo cómplice del genocidio.
¿Qué otra cosa, sino el mencionado puente, significa el anuncio de la presidenta de darle participación al Poder Judicial y al Poder Legislativo?
Una manera elegante de alejarse de la extorsión mafiosa del “capo” Magneto, en el caso que no comulgaran con su ideario.
Es evidente que el odio antipopular de esta casta dirigente es superior al raciocinio.
La presidenta Cristina Fernández, sin hacerlo explícito, para no exponerlos les ofreció una salida inteligente. Cual es, analizar detenidamente la documentación presentada, esperar el fallo de la justicia, integrar la comisión bicameral y luego según correspondiera, adherir o no.
Parece que la inteligencia no es un atributo de esos dirigentes.
¿O serán tan grandes los compromisos asumidos con el grupo socio de los genocidas?
Cual será la escala de valores de estos personajes, que prefieren quedar del lado oscuro de la historia.
De cualquier manera, es evidente que la divisoria de aguas entre al campo nacional y popular y los defensores y cómplices de la dictadura es cada vez mayor.
Esta pigmea dirigencia, de aquí en adelante no tiene altura moral ni ética para solicitar la confianza de la sociedad.
Salvo quienes reivindican de manera pública el genocidio y a los genocidas y denostan a los organismos de derechos humanos estarán entre sus votantes y adherentes.
Nunca el panorama nacional ha mostrado tan nítidamente los intereses y valores que defiende cada partido político, cada grupo social, cada dirigente.
Hechos como este se enmarcan como luminosas guías en la transformación cultural que estamos transitando.
Algunos puntos culminantes de este cambio de signo cultural están dados por la determinación de enjuiciar a los genocidas, la recuperación de los fondos de los trabajadores por medios de
Me llena de un orgullo que no puedo definir, cada medida de
Es el país soñado por una generación que aportó 30 mil almas para su realización.
Me llena de emoción imaginarme a todos esos compañeros de militancia acompañando esta silenciosa revolución, que ellos han contribuido a construir.
Estamos recuperando los sueños. Algunos los vamos realizando.
No es poco.
Daniel Mojica
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