Nuestros treinta mil

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memoria, verdad y justicia

POR UNA COMUNICACION POPULAR

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martes, marzo 31, 2009

¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS? O CAMBIAMOS LA REALIDAD

MOTIVACIONES ¿Qué será lo que empuja a una persona a tergiversar la realidad? Dedicando esfuerzos humanos, técnicos, económicos, para demostrar una supuesta verdad. Aún cuando para realizar esas manipulaciones deba comprometer a otras personas. Esto conlleva una falta de ética flagrante. Sin embargo es algo aceptado casi sin ser cuestionado por la clase política. También por amplios segmentos de la sociedad. Tal vez por esto se ha generalizado la idea de que la política es sucia. Se la asocia con la mentira. Con el lema “el fin justifica los medios”. Yo sostengo que la política no es sucia (en todo caso, no debería serlo) que los que la ensucian son algunos políticos. Tal vez de manera inconciente (quizás no) esos políticos pretenden alejar a los individuos honestos de la lid política. Para quedarse ellos con la política y evitar de esta manera las transformaciones que son vitales para nuestra supervivencia como sociedad. Porque si el basamento de una comunidad es la mentira, el engaño. La ley de la selva. Estamos a un paso de la desintegración. Por esta razón, creo, el discurso de “apoliticismo” o “nueva política” le ha hecho ganar las elecciones a algún PRO candidato, a quien viéndolo gestionar, no tiene nada de nueva política y sí, reúne lo peor de las viejas y denostadas costumbres políticas de siempre. El apoliticismo no existe. Tal vez sea una confusión en la que incurren aquellos que no les conforma ninguna estructura partidaria, y quieren decir “apartidarios”. Los medios tienen una gran cuota de responsabilidad, por su rol de formadores de opinión (y en muchos casos deformadores de la realidad) Pues por intereses corporativos de los dueños del monopolio mediático, en lugar de ayudar a transparentar la acción política y de los políticos, tienden a ensuciarla aún más. Con la falacia de la búsqueda de la verdad y esgrimiendo una idea de objetividad que no existe, en tanto somos sujetos políticos y culturales. Tampoco existe una única verdad, sino visiones diferentes de los hechos. Estas visiones de la realidad y nuestra postura frente a ella define nuestra ideología. Porque le pese a quien le pese, las ideologías no han muerto, ni morirán, mientras exista un ser humano sobre este castigado planeta. Esta ha sido una de las tantas mentiras que ayudaron a propalar varios periodistas, comunicadores y otros etcéteras que se paran delante de una cámara y empuñan un micrófono con una impunidad monstruosa. Predicaban en fin de la historia y la muerte de las ideologías. Promoviendo, quizás, la fantasía de una sociedad sin conflicto. Ordenada. Quietita. Modosita. Obediente. Que sería lo mismo que una vida sin pasión o un cuerpo sin sangre. Quizás, este sea el fin último de tanta manipulación mediática, farandulesca y marquetinera. Transformarnos en consumidanos. De esta manera ellos se quedan con nuestra república y sus riquezas, mientras nosotros vemos pasar la vida en pantallas planas de 90 pulgadas. Mejor cambiemos la realidad. PARA QUE TODOS TENGAMOS VOZ. PARA QUE HAYA PLURALIDAD DE EMISORES. BASTA DE MONOPOLIO MEDIATICO. NO A LA UNIFORMIDAD INFORMATIVA. POR LA NUEVA LEY DE COMUNICACIONES AUDIOVISUALES Daniel Mojica

1 comentario:

El Conde de Dinamarca dijo...

Hola, ¿qué tal? Mi nombre es Facundo, tengo 20 años, estudio Política en la UBA, trato de mejorarme día a día como escritor, y estoy muy interesado en todo lo que el movimiento Carta Abierta incluye. Por eso encontrar su espacio me parece algo genial y una mueca de la suerte, fundamentalmente porque no es mi costumbre ponerme a navegar por los blogs.

Sé que dentro de Carta Abierta hay diferencias, como usted marca (o mejor dicho, le hace marcar la tristemente célebre Noticias) y como suceden en todo grupo, pero encuentro en ustedes pensamientos muy similares a los que yo vengo forjando con tanta esperanza. Destacar lo que está bien, hacer críticas constructivas porque hacen falta, saber cómo contestarle a la escoria que perdura aún en política, medios, etc.
He nacido en el año 88, vengo de una familia, más que todo materna, muy interesada en la política, con el mismo rechazo que usted a la "política sucia", lo que es para mí el gran triunfo de la dictadura. Crecí escuchando eso en mi casa y algo totalmente distinto fuera. Muchos chicos de mi generación consideran a la política como algo obsoleto; otros no, pero son bien funcionales a los grandes poderes. Si el Che pudiese darse vuelta de esas remera les rompería el pecho, je. Pero volviendo al tema: En una edad donde comencé a forjar mucho mi pensamiento político, donde voy aprendiendo a decir y defender lo que siento con tanta pasión, me pude encontrar, tuve la gran suerte, de coincidir con este gobierno actual. Tiene sus errores, lógico, pero me hizo volver a pensar que la política no es sucia, que lo que los papás de mis amiguitos comentaban a la salida del colegio era sanata. Y encontrarme con una agrupación como la suya me hace sentir muy bien, reconfortado de saber que queda gente que comparte lo que digo, e inclusive que pone en palabras claras lo que yo a veces no sé expresar. Me toca en este momento trabajar en un lugar al que le tengo un asco impresionante. Trabajo en Dreyfus, grandes patrones del campo. Facheríos y gorileadas por doquier. Ciertamente siento a menudo ganas de estallar escuchando lo que dicen algunos ahí adentro. Pero ustedes en gran parte me hacen recordar que el mundo no es ese, que el mundo está afuera, y también tengo que agracerles eso.

Yo creo sentirme cada día un poco más peronista, pero creo en la pluralidad, y eso es lo que me conquista de Carta Abierta. Y lo fundamental es que simplemente quiero dejarle saludos a usted, a todo Carta Abierta, desearnos a todos que podamos consolidar el país distinto que estamos armando (estamos, convencido digo ESTAMOS).

Señor Mojica, le agradezco su espacio y me gustaría este sermón sirva como un impulso. No toda la juventud está perdida, como sé que usted NO piensa, ja.

Un abrazo.