Nuestros treinta mil

Nuestros treinta mil
memoria, verdad y justicia

POR UNA COMUNICACION POPULAR

POR UNA COMUNICACION POPULAR
POR UNA COMUNICACION POPULAR

jueves, marzo 12, 2009

ANALISIS DE COYUNTURA

¿EN QUE PAIS QUEREMOS VIVIR? En el marco de la disputa por el poder (que la ciudadanía le otorgó al actual gobierno para que lleve adelante su proyecto) con el sector privilegiado de “ese” campo que se cree con derecho a imponer su política, con el simple argumento de que no están de acuerdo, porque no están dispuestos a que el gobierno redistribuya en el conjunto de la sociedad las extraordinarias ganancias de ese segmento específico de la amplia gama de producción agropecuaria del país. Tal vez acostumbrados a que en épocas pasadas les alcanzaba con endulzar los oídos del general de turno para sacar al gobierno que no defendía los privilegios de los patrones del campo. En este momento de la historia nacional, este descontento de los patrones del campo es apoyado por la gran mayoría de la oposición con la mirada puesta exclusivamente y de manera mezquina en el proceso electoral que sobrevendrá en el mes de octubre. Esta oposición está conformada por: el trío de duhaldistas no asumido, en donde el niño Mauricio hace las veces de maestro de ceremonias; el reflujo menemista; los dueños de la provincia de San Luis; el radicalismo de la Alianza que rebajó el 13% a nuestros jubilados y empleados estatales, el que proclamó la ley Banelco y generó la crisis del 2001 con varios muertos incluidos; la descarriada dirigente que ya no sabe con quienes más comparar a la presidenta elegida y al presidente del peronismo; y el traidor devenido esperanza blanca del sistema. Con el agregado de la corporación mediática del “periodismo independiente” que les da cámara, aire y micrófonos a cuanto exabrupto son capaces de reproducir sin que se les mueva un pelo. A toda esta piara de personajes impresentables desde el lugar que uno elija analizarlos, en el contexto internacional de la crisis en que el capitalismo está sumergiendo a la comunidad mundial, me atrevo a calificarlos de antinacionales y pasibles de acusarlos de traidores de lesa patria ( si aún existe esta figura, que en la historia separaba a los patriotas de los otros) No porque piensen diferente al actual gobierno, ese es un derecho que le asiste a todo ciudadano, sino por la sistemática búsqueda del fracaso de un gobierno que a las claras demuestra que pone todas las herramientas de que dispone para superar la mencionada crisis, que no generó, tratando de sostener las fuentes de trabajo y el consumo interno. Porque, el fracaso del actual gobierno significa no sólo volver a la década del 90 (basta ver el derrumbe mundial que generó ese paradigma económico); dar marcha atrás con la política de derechos humanos (¿alguien se imagina al niño Mauricio, a Morales, a Duhalde, a algún menemista, a de Narváez, a Cleto continuando la lucha contra la impunidad de los genocidas?); significa olvidarse de los aumentos a los jubilados y a los trabajadores. El fracaso del actual gobierno sería el mayor fracaso social, político y cultural desde la recuperación de la democracia. A esto falta agregarle que el proyecto que quiere imponer la patronal del campo es el de un país agroexportador, como en el 1900. Para implementarlo sobran unos cuantos millones de argentinos. Pero ni ellos ni los medios que los apoyan lo van a decir “porque entonces no los votaría nadie” parafraseando al filósofo riojano. Sobreviene una pregunta ¿por qué la corporación mediática se opone de manera tan violenta y sistemática al actual gobierno? No sólo porque los capitales que integran sus multimedios tienen fuertes intereses sojeros, sino porque se viene la ley de servicios audiovisuales, y con esa ley se les acaba el monopolio informativo, con el que pretenden imponer la agenda política y la difusión de ideas afines a sus intereses corporativos, totalmente ajenos a la libertad de expresión de la ciudadanía. Porque vienen usufructuando en beneficio propio el espacio radioeléctrico, que es propiedad del estado, o sea de todos nosotros, y no quieren, al igual que la patronal del campo, compartir los beneficios con el resto de la sociedad. Esa es la democracia que defienden, ese es el país federal que pretenden. Demoler las instituciones democráticas alegando defenderlas. La opción es clara o un país para pocos con patrones de campo conduciendo mediante los títeres de turno vestidos de políticos, o defender este proyecto, que con sus defectos y falencias, pretende una mejor distribución de la riqueza, una mayor inclusión social y acabar con la impunidad genocida. Daniel Mojica

No hay comentarios.: