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memoria, verdad y justicia

POR UNA COMUNICACION POPULAR

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lunes, diciembre 21, 2015

CONFUSIONES

CONFUSIONES

Fuentes habitualmente bien informadas del ámbito científico dejaron trascender que el odio provoca una especie de olvido selectivo en las personas.
Esta particularidad, que todavía no hay coincidencias en considerarlo una patología, provoca en los individuos una característica especial.
No les permite relacionar las palabras y los hechos.

Esto quiere decir que un sector de la sociedad cercano al 51% (según datos de las mismas fuentes) ganados por el odio no están en condiciones de reconocer situaciones o hechos que los han perjudicado en el pasado. Su memoria no reconoce eventos ya vividos que les causaron daño en un tiempo relativamente cercano.

Este segmento de la comunidad no puede discernir cuando un discurso se contradice con los actos. Por ejemplo no es capaz de ver una contradicción cuando una persona dice “voy a respetar la institucionalidad y de inmediato en los hechos viola la Constitución Nacional”, por ejemplo.

Esta parte de la ciudadanía no logra percibir la sutileza que encubre, digamos, “un ajuste en la economía” si se lo nombra “sinceramiento”.
Tampoco puede entender la ironía que encierra el concepto “ahora todos están en condiciones de comprar dos millones de dólares por mes” cuando la gran mayoría de la población tiene sueldos que no superan los veinte mil pesos mensuales.

Es por demás grave esta “particularidad” que afecta a las personas que tienen un nivel de odio importante en su interior. Porque no les permite tomar decisiones saludables para sí mismas y para el conjunto social.

Porque si no entienden que un bien que antes valía, un decir, diez pesos y pasa a valer más de catorce es porque aumentó un 40%.
Peor aún si ese bien que aumentó provoca una escalada de aumentos en la economía doméstica, que arrastra a casi todos los componentes de la canasta familiar.

Es tan grave esto que los afecta, que aún no se considera patología, que se sienten tranquilos cuando les dicen que lo que pretenden con aquellas medidas es “una búsqueda de equilibrio de las variables” cuando en realidad es una devaluación. Pero el odio no se los deja ver.

Es de esperar que se encuentre una cura para esta “característica” aunque si la encuentran y llegan a darse cuenta de lo que provocaron, quizás sea peor el remedio que la enfermedad, como decía mi abuela.

Aunque, siempre es mejor tener conciencia que vivir sumergido en esa maraña de confusiones que vaya a saber uno que medios las provocan. ¿No?

Daniel Mojica


1 comentario:

Tilo dijo...

La "cura" para esa característica no es demasiado difícil. Sólo es necesario que cuando tengas que meter la mano en el bolsillo para disponer del dinero que te piden por algún artículo o para pagar algún servicio, el dinero sea el necesario o suficiente. En el momento en que te pidan 10 y sólo tengas 6, 7 u 8, la milagrosa "cura" habrá llegado. Será ese el preciso instante en que comprenderás, con todas sus implicaciones, en qué consiste la Revolución de la Alegría. Y ésto sucederá a pesar de los mensajes mentirosos con que la hegemonía mediática seguirá bombardeando. El cuento de la "pesaderencia" o "labombapuntodestashar" no va a durar demasiado, especialmente si se compara la situación del país al 10 de diciembre de 2015 con la que imperaba el 24 de mayo de 2003, para no retrotraernos al 20 de diciembre de 2001. Y tambien recordar cuáles fueron las políticas llevadas a cabo para superar una verdadera tragedia en el segundo caso, con relación a los problemas pendientes de la actualidad.

Para ir descubriendo poco a poco el resto del catering de la festichola - y ésto sólo es válido para los más crédulos, los más ingenuos - en no más de un semestre podremos admirar en casi todo su esplendor cuál era la concepción gubernamental de la "pobreza CERO", la lucha contra el narcotráfico y la unión de todos los argentinos.

Y aclaro "para los más crédulos, los más ingenuos" ya que para quienes pudieron ejercitar su MEMORIA y supieron discernir las diferencias entre la docena viciosa 1989-2001 y la docena virtuosa 2003-2015, no era necesario efectuar ningún tipo de verificación.

Estimo que nos encontramos ante una encrucijada definitoria para nuestro país. Si los confiados y descuidados se decepcionan por la cantidad exigua de alegría de esta revolución paqueta y excluyente, la DERECHA habrá desperdiciado su única oportunidad de acceder democrática y libremente a la cabina nacional de mandos. Y ésto significa que deberá resignar su rol al de una mera mélange destituyente ya que no fue capaz de asumir que nuestra población supera los 40 millones que deberían estar INCLUIDOS. O bien retornar a su gen golpista y antiargentino que explica casi toda su trayectoria.