SOBRE LOS “NO APRIETES” DEL CARTEL CLARIN
ACLARACIONES QUE OSCURECEN
Para poner en contexto el rol de “los artistas”, como por lo general se sintetiza a quienes expresan el arte en cualquiera de sus manifestaciones, en una sociedad determinada, tenemos que poner en línea algunos conceptos.
Podemos convenir que, en cada una de las disciplinas que expresen su oficio, son difusores de cultura, expresan sentimientos, ponen de manifiesto subjetividades. De alguna manera interpelan a los espectadores de su arte. Esto se puede traducir en adhesión o rechazo a la obra expuesta. Lo que genera corrientes de simpatía o antipatía, entre quienes reciben esas diferentes manifestaciones.
Esto es aprovechado por diferentes empresas para que los “famosos” comercialicen variados productos, basados en la “popularidad” de la figura elegida.
Es por todos conocido cómo la genocida dictadura cívica, militar y mediática, se valió de “los ricos y famosos” que fueron funcionales para contrarrestar las denuncias por violación a los derechos humanos que hacían los exiliados.
Esa empatía se hace muy evidente en quienes realizan su tarea artística desde
No es objeto de esta nota valorar la incidencia de
Hay actrices y actores que han personificado a villanos memorables que han generado impensadas reacciones en televidentes de las tiras en las que participaban.
Por esta, entre variadas causas, es que se convoca a determinados actores/actrices y no a otros.
También tenemos que destacar que las ficciones, siempre tienen un mensaje para el espectador. Hay mensajes tranquilizantes, los hay preocupantes, hay mensajes que movilizan y los hay que inmovilizan.
Pero ninguna ficción es ingenua. Como no existe el periodismo objetivo o independiente.
Tampoco existen actores ingenuos, quiero decir actores/actrices que no sepan qué mensaje expresa la obra en la que trabajan. Sostener lo contrario es un insulto a la inteligencia de los protagonistas. Además de un menoscabo al profundo trabajo que debe realizar cada actriz/actor frente al personaje a encarnar y al texto a expresar.
Por esto, entre otras cosas, siento que las “aclaraciones” del actor Mike Amigorena, sobre su abandono del proyecto “El Pacto”, me parece que “oscurecen” más, si esto es posible, los motivos que tuvo para hacerlo.
Leo en la excelente nota de Emanuel Respighi en el diario “Página
Me surgen dos preguntas: 1) ¿quién puso en peligro su integridad?
2) ¿puede un actor que vive en este país y que interpretó al genocida Astiz, decir que desconoce lo acontecido con Papel Prensa?
La primera pregunta es preocupante. La otra es inverosímil.
Otra declaración del actor, creo que lo pinta de cuerpo entero. Dijo: “No soy apolítico, pero trabajo de otra manera. Me veo envuelto en algo que no me pertenece”.
Dejo que las interpretaciones corran por cuenta de cada quien.
Daniel Mojica
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