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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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lunes, marzo 28, 2011

27 DE MARZO ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS DISCEPOLIN!!!

MORDISQUITO – 27 DE MARZO – ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, DISCEPOLIN!! Es domingo 27 de Marzo, hoy cumple años Enrique Santos Discépolo. El poeta peronista que sintió en carne propia el dolor ajeno. El hombre que supo interpretar el sentir, el sufrir y el reír del pueblo que lo parió, como un emergente cultural de su tiempo. Tiempo que reflejaría como nadie desde sus maravillosas creaciones artísticas. Escucho con mi mujer Radio Nacional. Son las 13.30 hs. Fluyen las palabras de Felipe Pigna en un emotivo recordatorio del genial poeta. Entre tantas grabaciones, pasan un memorable relato de su personaje “Mordisquito”, que transcribo en parte: “…Yo no lo inventé a Perón…te lo digo de una vez para terminar con esta pulseada de buena voluntad que estoy llevando a cabo en un afán mío de liberarte un poco de tanto macaneo…Yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón, la milagrosa. Ellos nacieron como una reacción a los malos gobiernos. Yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón, los trajo en su defensa un pueblo a quienes los tuyos habían enterrado en un largo camino de miseria…los trajo esta lucha salvaje de gobernar creando la ausencia total de leyes sociales…yo no lo inventé a Perón ni a Eva Perón, los trajo tu tremendo desprecio por las clases sociales que masacraste desde Santa Cruz…porque pedían un mínimo de dignidad desde sus salarios que les permitiera salvar a los suyos del hambre…yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón, vos lo creaste con tu intolerancia, con tu crueldad, con la misma crueldad del candidato a presidente que mataba los peones en su ingenio porque pisaban un poco fuerte las piedritas a la hora de la siesta…y si yo se que te fastidia que te lo recuerde…y claro…pero vamos a terminarla de una vez…a mi lo único que me resta, es agradecerte el bien enorme que sin querer le hiciste al país. Gracias te doy, por él y por ella. Por la patria que nos esperaba para iniciar su verdadera marcha hacia el porvenir que se merece. A mi ya no me la podes contar, Mordisquito. Hasta otra vez…” Luego de escuchar semejante síntesis del nacimiento del peronismo, mi mujer me mira y me propone trazar una suerte de paralelo de ese maravilloso hallazgo creativo y político discepoliano y traspolarlo a nuestra realidad. Tremendo desafío. Sin pretender emular al maestro, acepto el desafío. Comparto eL intento. Vamos a imaginar que le hablo a un imaginario “Pinosquito” o similar. Me tiro a la pileta. “A mi me la vas a contar. Yo no lo inventé a Néstor, ni a Cristina. Los creó el genocidio, cuando ciertos civiles azuzaron a asesinos militares y ciertos medios ocultaron las torturas, muertes y robo de bebés, que cometieron contra nuestra generación. Yo no lo inventé a Néstor, ni a Cristina, los inventó la democracia condicionada, que en 1983 realizó el acotado juicio a las juntas genocidas, que terminó en el punto final y la obediencia debida, que declinó de manera definitiva cuando mintió “la casa está en orden”. Mientras las Madres y las Abuelas sembraban de memoria, coraje y dignidad la Plaza de Mayo. Yo no lo inventé a Néstor, ni a Cristina. Lo trajo la traición de los 90, cuando el gorila disfrazado de compañero, el que se abrazó con el fusilador del pueblo peronista, arrasó la industria y las empresas nacionales. El que dejó sin trabajo a millones, el que indultó a los genocidas, el que entregó los aportes jubilatorios. Yo no lo inventé a Néstor ni a Cristina, lo hizo el engendro de la Alianza, que rebajó los salarios y las jubilaciones, que sobornó para quitar derechos a los trabajadores, que incrementó de manera salvaje la deuda externa, lo hizo el presidente que decretó el estado de sitio, mató a ciudadanos inocentes y huyó en helicóptero. Yo no lo inventé a Néstor ni a Cristina, lo hicieron la impresentable seguidilla de presidentes que se sucedieron en una semana. Hasta que asumió interinamente el responsable de la muerte de Kosteki y Santillán. Lo inventó ese pueblo que gritaba que se vayan todos, porque no encontraba quien escuchara sus reclamos de justicia, de trabajo, de igualdad. Yo no lo inventé a Néstor ni a Cristina, lo hizo ese poco más del 20% que confiamos, a pesar de todo en ese flaco que cambió la historia. Que vino a batallar contra los invencibles molinos de viento y demostró que no eran invencibles. Yo no los inventé a Néstor y Cristina, fueron las luchas populares, ellos vinieron a transformar la historia, a rescatar lo mejor de Perón y Evita, a recuperar lo mejor de nuestro pasado y proyectarlo hacia delante. Yo no los inventé a Néstor y a Cristina, fue la juventud que toma sus banderas, compromiso y entrega, que mirando lo realizado dice “Nunca menos” y apuntando al futuro dice “¡Fuerza Cristina!” Compañeros, gracias por acompañarme en este juego. Para disfrutar el audio con las palabras de Discepolín tienen que entrar en http://www.elhistoriador.com/ Gracias Felipe Pigna. Daniel Mojica

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