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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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martes, diciembre 29, 2009

IGLESIA DE POCA MEMORIA

HIPOCRESIA CARDENALICIA “…El Cardenal Jorge Bergoglio criticó el sentido comercial de la fiesta navideña…” “…nos han secuestrado la navidad…” (Diario “Página 12” 26/12/09) El reclamo de la conducción de la iglesia sería loable y hasta creíble, si sus dignatarios hubieran manifestado la misma preocupación y vehemencia, cuando los secuestrados (y torturados, y asesinados) eran mujeres, hombres y niños de carne y huesos. Mujeres y hombres comprometidos con sus ideas de cambio social, y que con seguridad nunca tuvieron un sentido comercial de la navidad. El Cardenal habla de “oscuridades”, pero no se está refiriendo a las mazmorras donde torturaban y violaban a las mujeres, muchas de ellas creyentes en “ese único dios”, a las cuales luego de arrancarles sus hijos de las entrañas, las arrojaban al río todavía vivas. “…tenemos oscuridades en el corazón, oscuridades en la familia, en la ciudad, en el país, en el mundo…” ¿Tal vez, Monseñor, estaba haciendo una autocrítica, por la cantidad de sacerdotes de “esa” Iglesia que él representa, que presenciaron, avalaron y consintieron, la tortura, violación y muerte de tantos hijos de ese dios? ¿Tal vez la autocrítica fuera por el consuelo que Von Wernich, les daba a los pilotos que regresaban de los vuelos de la muerte? ¿Quizás la oscuridad a la que se refiere es un arrepentimiento tardío por la intención de Monseñor Basseotto de atar una piedra de molino en la cabeza y arrojar al río al entonces ministro de salud de la nación? Obispos ambos que aún no han sido condenados por la jerarquía de la Iglesia, ni separados de la misma, cuyo reclamo, ahora, suena hipócrita, falso, vacío y oportunista. Sigue diciendo el Cardenal Bergoglio: “…nos dejamos engañar por luces que no son verdaderas, farolitos artificiales y por grandes fuegos artificiales que iluminan un minuto y se van…” “…parece que la navidad es correr detrás de las lucecitas, colmar los shoppings abiertos hasta las cuatro de la mañana…” Parece que el Cardenal se olvida que eso que hoy critica, es lo que permitió que se instale en nuestra realidad al aceptar, avalar y celebrar a la genocida dictadura cívico militar, cuya política económica instauró las bases de dependencia que se profundizaron en los 90 con la destrucción de las leyes laborales que protegían la jornada laboral de 8 horas. Parece tan normal, hoy, escuchar las voces de tantos dignatarios de la Iglesia despotricar contra políticas del gobierno democrático. Que hasta parecen voces de la partidocracia opositora, cuando deberían practicar la serenidad que reclaman en los otros. Pareciera tan corta la memoria de ciertos Cardenales y Obispos, tan sueltos de lengua y conceptos cuando un gobierno elegido por el voto popular habita la Casa Rosada, y tan silenciosos, ceremoniosos y obedientes cuando la Casa de Gobierno es habitada por dictadores genocidas. ¡Qué lejos están de los mártires cristianos, que cuenta la historia, corrían la misma suerte que el pueblo! Hoy están más cerca de los privilegios del poder. Parece un ejercicio de imaginación imposible pensar a los sacerdotes que hoy se “escandalizan” por la pobreza, pensarlos digo, junto a quienes eran perseguidos en las catacumbas y arrojados a los leones. ¿Será por eso que gran parte del pueblo ya no cree en esos personajes de sotana que dicen representar a dios en la tierra? ¿Acaso Jesús no echó a los fariseos del templo? Tal vez estos mismos, también brindarían consuelo al piloto que arrojara a Jesús desde una nave, al Río de la Plata. Daniel Mojica

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y estos son los mismos hijos de remil magdalenas que chillaban porque la Presidenta dijo "nos secuestraron los goles". Hijos de putas que sabían que le daban la extremaunción a torturados y asesinados por el estado. A Dios se lo pasaron bien por las pelotas. Un abrazo.

Daniel Mojica dijo...

Gracias compañero!
Comparto tus palabras.
Un abrazo.
Por un 2010 con justicia social!!!