Nuestros treinta mil

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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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jueves, julio 30, 2009

PODEMOS CAMBIAR LA REALIDAD

ACERCA DE LA CULTURA, LA POLITICA Y LA REALIDAD NACIONAL LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y DIFUSION DE IDEAS Las sociedades del siglo XXI están atravesadas por mensajes, discursos y hechos que marcan el rumbo de las mismas. Una de los hechos más significativos de estos tiempos es la concentración mediática, los medios de difusión de ideas, noticias, discursos, visiones de la realidad en manos de unos pocos, que por lo general no representan los intereses de los muchos, y forman parte de los grupos de poder que presionan y condicionan a los gobiernos que no se avienen a defender sus intereses y privilegios de sector. Sin lugar a dudas influyen en el comportamiento y toma de decisiones y posiciones de segmentos importantes de “esos muchos”. Esa influencia se manifiesta de diversas formas desde las pantallas y micrófonos de esos pocos que se adueñan de los oídos, ojos y conciencias de “esos muchos”. Una de las maneras está dada por la larga lista de ricos y famosos de la farándula (“periodistas independientes”, comunicadores, artistas, modelos, deportistas, etc.) que juegan para el equipo de los pocos, pero han logrado un lugar destacado en la aceptación de segmentos importantes de “esos muchos” que no cuestionan lo que se ve en “la tele” o se escucha en la radio si lo dicen “ellos”. Precisamente porque el primer paso para lograr esa influencia es “caer bien” entre la audiencia para “ser creíbles” y despertar una especie de empatía enfermiza que no acepta matices respecto de sus “ídolos”. Así, cualquier cosa que digan será bien recibida. Y si lo que expresan son barbaridades, cualquier banal excusa los redime de manera casi inmediata. Otra de las formas es tergiversar la realidad, deformarla, segmentarla de tal manera que sirva a los objetivos de esos grandes grupos. Total, si “los hechos lo cuentan esos ricos y famosos” hay un piso muy amplio de aceptación con cero crítica, análisis o cuestionamiento. Por ejemplo: una guerra es desatada en cualquier rincón del planeta, pero si los grandes medios internacionales con innegable influencia en los nacionales no muestra una imagen, ni hace un comentario ESA GUERRA NO EXISTE aunque algún medio más pequeño hable de ella. Otro ejemplo: si un poderoso dueño de campos/negocios/empresas se queja de sus pérdidas, sin dar ninguna prueba fehaciente de ello, pero todos los canales y radios de difusión con sus “caras famosas” dan cuenta de ese hecho como si fuera una verdad que no se puede refutar, así será recibida y difundida por ese segmento de población que consume sin cuestionar lo que le ofrecen. EL PANORAMA QUE PROYECTA ESTA REALIDAD PARECE SER CATASTROFICO PARA LOS INTERESES DE LAS GRANDES MAYORIAS NACIONALES. Sin embargo es mucho lo que puede hacerse para contrarrestar ESTA CULTURA DE LA DOMINACION Y RESIGNACION CIUDADANA. Tal vez, el primer paso sea reivindicarnos como individuos pensantes y OBSERVAR CON OJOS CRITICOS LA REALIDAD QUE NOS ATRAVIESA, no hay una sola visión de las cosas y en todo caso YO PUEDO TENER MI PROPIA VISION QUE PUEDE NO COINCIDIR CON LO QUE ME ESTAN CONTANDO. UN COMPLEMENTO FUNDAMENTAL ES TENER UNA PLURALIDAD DE CANALES DE INFORMACION, QUE LAS NOTICIAS Y RELATOS DE LA REALIDAD NO PROVENGAN DE UN SOLO DIFUSOR. Para esto es imprescindible contar CON UNA NUEVA LEY DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL. QUE GARANTICE LA PLURALIDAD DE VOCES Y VISIONES DE LA REALIDAD QUE GARANTICE QUE TODOS LOS SECTORES DE LA SOCIEDAD TENGAN LA MISMA POSIBILIDAD DE EXPRESAR SUS IDEAS. Pero nosotros, como individuos receptores de esos mensajes tenemos que cambiar nuestra pasiva actitud de aceptar los hechos y comentarios de esos hechos que nos dan digeridos en estómagos que nos son los nuestros. Esto requiere de nuestra parte cambiar ciertos hábitos culturales que tenemos muy arraigados, ya que hemos sido educados en y por una sociedad que requería de nosotros “adaptarnos” a esa sociedad. Adaptarnos significa “dejarla tal cual está”. Vayan algunos ejemplos de hábitos culturales. Los encontramos en la aceptación de ciertas “verdades”. Por ejemplo: SIEMPRE HA HABIDO POBRES. Aceptarla significa resignarse a que la pobreza siga existiendo. ACA NO TRABAJA EL QUE NO QUIERE. Es un complemento de la anterior y que se refuerza con la siguiente: LOS POBRES SON TODOS VAGOS. Así nadie es responsable más que ellos mismos. LAS VILLAS SON AGUANTADEROS DE DELINCUENTES. Lleva a completar el razonamiento de las clases dominantes y los que quieren ser como ellos: LOS POBRES SON DELINCUENTES. De esta manera cierran la ecuación de eliminar la pobreza matando a los pobres. Otros hábitos culturales tienen que ver con diferentes actitudes sociales: EL NO TE METAS. Que viene de la mano de la última dictadura genocida y significa sepultar la solidaridad, y que lleva a: NO PARTICIPAR. En las acciones que hacen falta para cambiar la realidad. Y desemboca en la: FALTA DE COMPROMISO. Con mi propia realidad, entonces espero que venga alguien a salvarme. No se agotan acá los ejemplos, pero son ilustrativos acerca de que EL SISTEMA DE PODER NOS QUIERE QUIETITOS Y SIN CUESTIONAR LA REALIDAD. DE LA UNICA MANERA EN QUE PODEMOS TRANSFORMAR LA REALIDAD ES TOMANDO CONCIENCIA DE QUE PODEMOS HACERLO Y PARA LLEVARLO A LA PRACTICA DEBEMOS CAMBIAR ESOS HABITOS CULTURALES QUE NOS CONDENAN AL INMOVILISMO. NINGUNA SOCIEDAD CAMBIA SI SUS INTEGRANTES NO CAMBIAN. Cambiemos como individuos para ser mejores y construir una sociedad mejor. Daniel Mojica

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