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POR UNA COMUNICACION POPULAR

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lunes, junio 14, 2010

SELECCION NACIONAL-PASION DE MUCHOS,FILOSOFIA DE POCOS

LA SELECCIÓN DE TODOS, MENOS UNOS POCOS Desconfío de quienes esconden la pasión. Y me cuido de quienes no pueden sentirla. Como resulta obvio, no soy de los que ponen en ese sentimiento: la pasión, características negativas o que puedan acarrear hecatombes o descarrilamientos de la humanidad. Si existen seres carentes de pasión (y de sentimientos) son los que dan las órdenes de lanzar bombas. Y los que las lanzan. Tienen la frialdad de los asesinos. Por estas mismas razones tengo entre mis afectos a las personas que son capaces de mostrar sus sentimientos sin filtrarlos. Que se muestran espontáneos. Transparentes. Para bien y para mal. Son esos amigos, que con mirarlos, simplemente, sabes qué pasa por su alma. Vivimos momentos de maravillosa exteriorización de sentimientos. El pueblo en las calles se hizo cargo de su alegría y salió a expresarla sin miedo durante la conmemoración del bicentenario. Mientras algunos energúmenos exhortaban desde las pantallas a no acercarse a la ciudad. ¿Cómo pueden vivir con la alegría extirpada? Con la pasión censurada. Con los sentimientos a expensas de quien define lo que se informa y cómo se informa. Es significativo que desde las pantallas y todos los canales de difusión del monopolio Clarín, quienes desde allí conducen y se expresan; desde los días previos al comienzo del mundial lo hacían cuestionando al director técnico de la selección. A partir del inicio del mundial “la noticia” son las “barras bravas”. Con títulos y zócalos catástrofe como cuando pronosticaban la debacle de la economía. Antes estos mismos personajes, a esos “barras bravas” los nombraban como “hinchas caracterizados”. ¿Qué fue lo que pasó desde ese “antes” hasta ahora? El negocio del fútbol dejó de estar en manos del monopolio, y Diego Maradona apoyó esa circunstancia. Por eso, el monopolio en caída libre, apuesta al fracaso del seleccionado nacional. Como también hace lo imposible para que al gobierno le vaya mal. ¿Esa será la clase de patriotismo que les gusta a Tomás Abraham y a Juan José Sebreli? Aunque en lo personal, no creo que el patriotismo se mida en los partidos del mundial. Sí se pone en juego la pasión por los colores de la camiseta. Con sinceridad, creo que esto es precisamente lo que no toleran estos pocos. Que hayamos recuperado nuestros símbolos patrios y el sentimiento de pertenencia a esta patria. Una de las muestras más contundentes de esa recuperación fue vernos como pueblo festejándonos durante el bicentenario. Otra, es la pasión que desatamos ante el evento mundialista. Es una lástima esa corta mirada que ponen de manifiesto los que cobran el sueldo del monopolio. Son tan pequeños que la alegría les pasa por arriba. Son tan inconsistentes que la pasión ni los roza siquiera. Pobre de ellos. ¡No saben lo que se pierden! Daniel Mojica

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Y de esos mismos barrabravas, cuando laburan con la UCEP, patoteando indigentes, no dicen nada.

Es el doble estandar de siempre...

Saludos.

Daniel Mojica dijo...

Estoy de acuerdo compañero
Abrazo!