LA
DIRIGENCIA OPOSITORA Y EL MITO DE PROMETEO
Luego de
treinta años de democracia y del crecimiento de la conciencia en la mayoría de
la sociedad, hubiera esperado que la clase política opositora, sintonizara con
el clima de esta nueva Argentina.
Ante la
cercanía de estas nuevas elecciones parlamentarias, un síntoma de madurez
política esperable de la dirigencia opositora, era que se presentaran con
mejores propuestas, planes y proyectos que los ejecutados por el gobierno
nacional.
A la
vista de las intervenciones mediáticas de cada uno de estos dirigentes
políticos, lo esperable no sucedió.
Para un
militante que luego del genocidio que masacró a treinta mil hermanos, no
imaginaba llegar a vivir esta realidad de diez años a esta parte. No lo imaginaba
ni en los sueños más optimistas.
Ya que
hablo de sueños y soñadores ¿por qué no iba a soñar con una dirigencia
opositora que se pusiera, por fin, a la altura de la historia que estamos
construyendo? Con lo bien que le haría a la democracia y a la soberanía
popular.
Pero no.
Estos políticos, más que dirigentes parecen dirigidos.
Mientras
escribo, asoma en mi mente el recuerdo de una vieja lectura “El mito de
Prometeo”. Según la mitologíoa griega, Prometeo hijo de Zeus fruto de uno de
sus “romances”, le roba el fuego a los dioses y se lo entrega a los hombres.
Los dioses enojados, deciden castigarlo. Lo encadenan a unas rocas y lo
condenan a que sus entrañas sean devoradas durante el día por aves de rapiña y
que durante la noche esas entrañas devoradas se recompongan. Así para toda la
eternidad.
Esta
dirigencia opositora, como el protagonista del mito, está atada a las rocas de
las corporaciones, sujetada a la suerte y designios de Magneto. Con la
diferencia que ellos no han beneficiado en nada a los hombres y mujeres, cuando
tuvieron en sus manos la posibilidad de hacerlo.
No se han
dado cuenta todavía, que la Nación es otra. Qu el mundo es otro. Los
argentinos, salvo excepciones, ya no compramos todo lo que nos quieren vender.
Este es
el problema fundamental que atraviesa los cerebros de estos “dirigidos”, nos
tratan como clientes, no como ciudadanos. No estamos decidiendo que producto
comprar, sino a quienes vamos a elegir, para que el país siga creciendo, para
que sigamos ampliando derechos, para generar más empleo, para defender todos
los derechos ganados e ir por todos los que faltan aún, para que seamos el país
que soñaron los patriotas que nos precedieron en la historia.
No nos
interesa saber si están hartos, sino que harán para mejorar, superar lo hecho
hasta acá. Sean de “argen” o de “tina” queremos saber claramente qué piensan de
la recuperación de YPF, de Aerolíneas Argentinas, de las AFJP, sobre nuestra
integración en América del Sur, sobre la defensa del empleo, sobre la
recuperación de las paritarias, sobre nuestra política exterior soberana, sobre
la política de desendeudamiento, sobre la desmonopilzación de los medios
audiovisuales.
Política.
Palabra clave, desde que la recuperamos y reivindicamos desde el 25 de Mayo de
2003.
¿Qué
piensan que es la política estos deslucidos dirigentes? Si manifiestan ser
portadores del “consenso universal”, del “no conflicto” ¿cómo hubieran
resuelto, por ejemplo, el tema del ALCA en Mar del Plata? De la misma manera
¿tal vez? Que propusieron solucionar la detención de la Fragata “Libertad”?
¿Cómo se
resuelve “sin confrontar” la independencia del FMI?
Acaso el
ideal para esta “dirigencia” sea la política de “consenso” con EE. UU. durante
al década del 90, en relaciones exteriores. Tal vez prefieran la forma de “no
confrontación” que nos dejó sin ferrocarriles, sin YPF, sin aerolíneas, sin
empleo, sin industria, sin futuro. Lindo “consenso de Washington” soportamos.
Claro que a cambio logramos el 50% de pobreza, 25% de desocupación, millones de
deuda externa.
La
mayoría de los argentinos, no queremos volver a eso. En estas elecciones, vamos
a reafirmarlo.
Daniel
Mojica
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