Hay pocas figuras que perduran en el alma y los corazones por décadas. Transfiriendo ese sentimiento de generación en generación. Como todos los sentimientos son inexplicables.
Sólo alguien que vivió y sintió en su propia piel, la caricia de ser tenido en cuenta puede transmitir a su manera la vivencia concreta y las sensaciones que despertaron tal vez los primeros regalos en navidad. No hay manera de transferir los sentimientos más que sintiéndolos.
Sólo alguien que reclamó por un derecho y fue escuchado, reivindicado e incluído como ser completo en la vida de su comunidad puede llevar en la sangre esa marca indeleble que significó y significa ser peronista.
Solo alguien que descubrió en lo más hondo de sí la misión que vino a cumplir a este mundo, es capaz de dar todo en función de esa misión, más allá de su propio ser. Como toda pasión, también es inexplicable. Por eso su accionar no ha pasado inadvertido. Todo lo contrario.
Despertó el amor incondicional del pueblo peronista. De sus descamisados, como ella los llamaba. Era tanto el fuego que encendía en defensa de los trabajadores y los que menos tenían , que fue odiada sin medida por los defensores del privilegio. Por los históricos explotadores de un pueblo que desde que tomó conciencia de su lugar en la sociedad, fue perseguido, torturado y masacrado por las diferentes dictaduras que se sucedieron desde 1955.
Los defensores de esos intereses siguen aún hoy odiando a Evita. En realidad a lo que ella representa, que es la rebeldía contra la injusticia.
Es que Evita está presente en cada reclamo por una vida mejor. En cada lucha contra la impunidad. En cada reivindicación de los trabajadores.
Hasta supo ser visionaria cuando dijo "volveré y seré millones" Y claro que volvió.
La vemos encarnada en la juventud en cada una de las marchas en defensa de este gobierno peronista. SI. PERONISTA. Le pese a quien le pese y le duela a quien le duela.
También fue visionaria cuando alertó sobre los traidores de adentro, tal vez haya vislumbrado las patillas que en los 90 fueron el caballo de troya que vino a arrasar con las conquistas que tanta sangre costó imponer.
Nos ha dejado su ejemplo inclaudicable, que conviene recordar en estos momentos de tanto egoísmo circundante, cuando dijo el día del renunciamiento "RENUNCIO A LOS HONORES, PERO NO A LA LUCHA".
Pero además nos ha dejado un legado a cumplir y que debemos llevar adelante
"EL PERONISMO SERA REVOLUCIONARIO O NO SERA NADA"
Esta es nuestra tarea, desde la militancia y desde las funciones de gobierno.
Compañera Evita, de nosotros depende construir ese país que soñaste y que nosotros aprendimos a soñar desde la infancia que vivimos algunos escuchando los relatos de nuestros viejos y/o abuelos. Cuando los únicos privilegiados eran los niños.
Quiero esa realidad para este bendito país que me duele en cada injusticia. Que me enerva ante cada traición.
Por la compañera Evita, por su lucha, por los treinta mil compañeros de militancia que recogieron su nombre y lo llevaron como bandera a la victoria.
No nos han vencido.
POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA
LIBRES O MUERTOS JAMAS ESCLAVOS
"...AUNQUE DEJE JIRONES DE MI VIDA, YO SE QUE USTEDES RECOGERAN MI NOMBRE Y LO LLEVARAN COMO BANDERA A LA VICTORIA" Evita
En eso estamos compañera.
¡Un abrazo militante y peronista!
Daniel Mojica
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