LA PROPUESTA MEDIATICA DEL MONOPOLIO

EL PARTIDO CLARIN MOSTRO SU PROPUESTA MEDIATICA




Por si quedaba algún desprevenido que dudara de las intenciones de Héctor Magneto y los dirigentes políticos alineados a su estrategia, con la denuncia presentada contra los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo y Javier Vicente, y contra los funcionarios del gobierno nacional.

El grupo empresario acaba de dejar en blanco sobre negro cual es su visión de la libertad de expresión, de la libertad de opinión, y el deber de informar de manera veraz.

Si bien, es preocupante, a la vez que esclarecedor, cómo llevaría adelante el señor Magneto su política hacia la prensa, los medios de comunicación y el periodismo, en caso de acceder al gobierno, él mismo, o los intereses que representa. Es también significativo y contundente el silencio de la gran mayoría de la dirigencia política opositora al gobierno nacional ante el ataque a la libertad de opinión que significa la denuncia del grupo monopólico.

Con la salvedad del dirigente Leopoldo Moreau, que repudió con claridad la temeraria denuncia que busca generar temor y zozobra en la sociedad, los pocos dirigentes opositores que opinaron sobre el tema, usaron argumentos que bien podrían asimilarse a la justificación de la teoría de los dos demonios. Esto es, oponerse tibiamente a la denuncia, pero, dejando constancia que el gobierno incita a la violencia contra el monopolio.

Como si responder a las mentiras, tergiversaciones, agravios e insultos al gobierno en general y a la Presidenta en particular fuera atacar “al periodismo”.

Si algo ha generado el proyecto iniciado el 25 de Mayo de 2003 es debate y discusión. Ninguna sociedad crece y madura si no debate los grandes temas y discute las posibles soluciones.

Este proyecto nacional, popular y democrático ha demostrado que no hay verdades reveladas, ni tareas imposibles. Ha dejado claramente plasmado en nuestras conciencias que “se puede” transformar la realidad, modificar lo que parecía inamovible.

Precisamente, esto es lo que no le perdonaron a Néstor Kirchner, aunque ahora lo “descubrieron” para vaciarlo de contenido, y no le perdonan a Cristina Fernández de Kirchner.

Demostrarnos en los hechos “que no hay monstruos invencibles”.

Por eso atacan a quienes, desde su propia subjetividad y convicciones, alejadas del “discurso único” del monopolio, nos muestran los hechos de la realidad y su opinión sobre los mismos.





Porque lo que está en juego el 7 de Diciembre, en definitiva, es una cuestión de poder: si las corporaciones le imponen su voluntad a la democracia, o si la democracia, por fin, con la autoridad que le confiere la soberanía popular, comienza a poner límites a los grupos de poder, y a acabar con la impunidad que ostentaron desde su complicidad con la dictadura genocida cívica, militar y mediática.

En este contexto, la denuncia del grupo Clarín a este grupo de periodistas, es una amenaza mafiosa a toda la sociedad, asimilable a lo que dijera uno de los genocidas “primero vamos a matar a los subversivos, después a sus familiares, después a los amigos, y por último a los indecisos”.

¿Alguien puede poner en duda lo que son capaces de hacer, si ellos llegan al gobierno, luego de haber silenciado las atrocidades de los genocidas?

La amenaza a los periodistas, sólo es un primer paso.

No los dejaremos dar el siguiente.



Daniel Mojica

www.cuestioncultural.blogspot.com

Columnista de Radio Gráfica

Prensa y Comunicación Centro Cultural La Hora de los Pueblos