¿CIVILIZACION MEDIATICA O BARBARIE COMUNICACIONAL?
Desde siempre, el sistema de poder ha recurrido a todos los medios a su alcance para conservar el poder y por ende, sus privilegios.
La historia de la humanidad nos ha mostrado desde que existen registros de la misma, que los ejércitos vencedores al tomar un territorio conquistado, exhiben las cabezas estaqueadas de los líderes de la resistencia a los invasores. Como método ejemplificador. Como una muestra de qué es lo que le espera a quien no se someta al nuevo poder establecido. Es el gobierno del terror. Instalar el miedo en la comunidad para “gobernar” sin oposición.
¿Es posible asimilar esta “costumbre civilizatoria” de exhibir las cabezas de referentes, de líderes de una comunidad, con la estigmatización que tratan de hacer los integrantes de la corporación mediática con figuras emblemáticas por su trayectoria?
¿Es muy alejado de la realidad analizar los ataques que desde los Cárteles mediáticos comandados por el Grupo Clarín, se han hecho sin solución de continuidad contra referentes sociales, para asimilarlos a aquella “costumbre civilizatoria” mencionada?
¿Cuál es el común denominador de las figuras elegidas por el sistema de poder, todavía imperante, conducido por el Cártel Clarín, para estigmatizarlas desde sus mayoritarios canales de difusión?
La lucha inclaudicable a favor de valores que tienen que ver con la solidaridad, la memoria, la verdad y la justicia. El ponerse del lado de los trabajadores, de los derechos humanos, de los más débiles.
Valores que no por casualidad, son los que reivindica y toma medidas en consonancia, el proyecto nacional y popular iniciado en mayo de 2003 por Néstor Kirchner y que hoy conduce Cristina Fernández de Kirchner, desde el gobierno nacional.
Digo gobierno nacional, lo que me lleva al verbo “gobernar”. Entonces me viene a la memoria una nota que le hiciera la periodista Liliana López Foresi a Cristina Fernández en el año 2000.
En ese reportaje, la entonces legisladora, le dice, tal vez haciendo referencia a los gobiernos elegidos desde la recuperación de la democracia, que, de ser elegida en algún momento ella iba a “gobernar” y no a “gerenciar”. Explicando la diferencia. Gobernar, dijo la actual presidenta, “es hacerlo con toda la gente adentro”.
Contundente definición.
Tal vez allí esté la clave de la tremenda campaña de descalificación hacia su figura y los intentos destituyentes desde su misma asunción.
Como no han logrado mellar su entereza, ni licuar sus convicciones, es que la emprenden contra los pilares del proyecto nacional, popular y soberano: la defensa de los trabajadores, los derechos humanos, la Corte Suprema de Justicia.
Lo preocupante, y también uno de los objetivos de esta insultante campaña, es inocular el miedo en la sociedad.
¿Por qué?
Porque una sociedad temerosa es más fácil de manejar, es más dócil, más permeable.
Esta campaña antidemocrática, porque no es sólo contra una persona, ni contra un gobierno, es contra la democracia que construimos entre todos; digo, esta campaña antidemocrática, si bien está pergeñada por una cabeza enferma de poder y temerosa de perder la impunidad de la que gozaba. Es instrumentada por una cantidad de dirigentes, periodistas y comunicadores que se han constituido en cómplices del manipulador.
Todos ellos, son torturadores de la verdad, verdugos de la información, asesinos de la ética.
La mayoría de los argentinos, ya hemos dejado atrás esa terrible rémora que nos quieren volver a vender.
Estamos construyendo tiempos venturosos, no vamos a dejar que nadie se los robe. No vamos a dejar que nos impidan construir nuestros sueños.
Porque hemos soñado con un futuro mejor. Y lo estamos construyendo.
Daniel Mojica
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