EL PODER JUDICIAL, EL GOBIERNO Y LA
INDEPENDENCIA
“En la Corte temen al escándalo periodístico,
ese terrorismo mediático que sufrimos” le dijo Eugenio Raúl Zaffaroni a la
periodista Irina Hauser en un reportaje del día 3/1 pasado publicado en el
diario “Página 12”.
¿Ese temor explica o justifica los fallos de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación que benefician a las grandes empresas
mediáticas “Clarín” y “La Nación”?
Una Corte Suprema que se jacta de su
“independencia” cuando esta, en realidad sólo es ejercida respecto del gobierno
del que forma parte y no cuando debe ponerla de manifiesto ante circunstancias
que la enfrentan con los medios de comunicación hegemónicos del país.
¿Es a causa de ese temor que permitió una
medida cautelar que mantuvo sin plena aplicación por cuatro años la ley más
debatida, analizada y modificada como fue la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual?
En otro tramo del excelente reportaje el ex
integrante de la Corte Suprema manifiesta ante una nueva pregunta que “…Los
jueces nunca somos del todo independientes porque pertenecemos a una sociedad…”
y agrega “…Tenemos nuestras ideas. Pero por teléfono no nos manejó nadie…”.
Luego dice que su idea de independencia es que cada uno tiene su propio
criterio y escucha a todos, para después decidir lo que considera “que es justo
y correcto, teniendo en cuenta las consecuencias sociales de lo que resuelve”.
En este punto la periodista repregunta -¿Todos los jueces tienen en cuenta las
consecuencias sociales? Y el doctor Zaffaroni responde “En el Poder Judicial
lamentablemente no es así” luego agrega que no tienen la culpa los jueces,
porque “no nacieron de una incubadora, los formamos nosotros en la
universidad”, para concluir que lo que hay que modificar radicalmente son “los presupuestos
de construcción de nuestra propia teoría jurídica”.
Para aclarar el punto acerca del miedo de los
jueces de la Corte Suprema “al terrorismo mediático que sufrimos” el ex juez Zaffaroni aclara que no es que sus
colegas sean “reaccionarios o fascistas” sino que le temen al escándalo
periodístico y agrega que “es un problema que está sufriendo toda la judicatura
de la región”.
En otro tramo de la sustanciosa nota Raúl
Zaffaroni dice que si en América Latina no superamos “el monopolio de medios no
vamos a salir del pozo en el que estamos” porque sin una pluralidad de medios
no hay información suficiente y que “el monopolio u oligopolio de medios es
análogo a los autoritarismos del siglo pasado”.
Una pregunta surge de semejantes declaraciones
de alguien que compartió la intimidad de la Corte Suprema desde su nueva
integración hace una década ¿puede haber una justicia independiente e
igualitaria para todos los ciudadanos cuando la autoridad máxima del Poder
Judicial le tiene miedo a los grandes medios de comunicación?
¿Cuál es el destino de la democracia si uno de
los poderes del Estado es temeroso y se rinde al “terrorismo mediático que
sufrimos”?
¿Qué puede esperar el ciudadano común si como
manifiesta el doctor Zaffaroni “hay un sector del Poder Judicial que está
alineado claramente con un partido, y cuando hablo de partido quiero decir
Clarín”?
Estas manifestaciones pueden ser corroboradas
fácilmente por cualquier persona que observe la realidad nacional,
especialmente desde la asunción del segundo mandato de la actual presidenta.
Basta analizar los violentos ataques de muchos
de los periodistas y comunicadores de ese medio de comunicación. Sólo con
escuchar y leer las nunca comprobadas y temerarias denuncias sin pruebas que se
disparan desde sus medios de difusión y cómo son ingresadas a determinados
juzgados que con una rapidez inaudita dan curso a las mismas. Cuando hay otras
que hace años duermen en los cajones de ciertos despachos porque tocan
intereses de grupos poderosos.
Citando al ex juez de la Corte “Hay causas que
parecen bastante groseras” haciendo alusión al procesamiento del vicepresidente
de la República por un formulario 08 de hace veinte años de un auto que fue
transferido y no damnificó a nadie “me parece un poco exagerado” dice.
El notorio penalista blanquea una lucha de
poder que se manifiesta entre los jueces federales y los fiscales. Porque los jueces pierden
poder ante el nuevo Código Procesal Penal, porque “se les toca una isla, una
concentración de poder que se verá afectada”.
Por esta razón es tan fuertemente atacada la
doctora Alejandra Gils Carbó, porque es la procuradora, la jefa de los
fiscales. “Es parte de la misma lucha que está tomando características
abiertamente políticas” dice el doctor Zaffaroni.
Para completar la noción de la sumisión de
parte del Poder Judicial al grupo Clarín la periodista pregunta si los grandes
problemas son el narcotráfico y la falta de seguridad, como surge del discurso
del presidente de la Corte, el doctor Lorenzeti.
-No, porque esos son los grandes problemas para
Clarín. Pero no son los grandes
problemas del país. El gran problema del país está en aumentar la distribución
de la renta y acortar las desigualdades, lo otro son las consecuencias. Cuanto
más desigualdad más muertos.
Concluye el doctor Zaffaroni.
Para reflexionar seriamente sobre la
independencia del Poder Judicial.
Daniel Mojica
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