POCA HOMBRIA.
DEMASIADO MACHISMO
Dejo para los
especialistas del comportamiento humano y las sinuosidades de la psiquis,
describir las motivaciones que llevan a un hombre a proferir semejantes
insultos, improperios y bajezas hacia las mujeres en general. En especial hacia
la Presidenta
de todos los argentinos, que en inteligencia, coraje y determinación supera
ampliamente la media de la dirigencia nacional.
Los que andamos
por los sesenta y transcurrimos la infancia y juventud en cualquiera de los
barrios de la Ciudad
de Buenos Aires, tenemos ciertos códigos. Aquel que se atrevía a meterse con la
vieja o la hermana de uno a la hora de insultar, debía responder al agravio en
una pelea a puño limpio. En la esquina de siempre o en la plaza donde jugábamos
a la pelota. Salvo que su disculpa fuera sentida y de corazón. Reconociendo una
calentura del momento, que no justificaba lo dicho.
También, cuando
cualquiera de la barra, amigo, o conocido se zafaba en exabruptos denigrantes
hacia alguna circunstancial paseante del sexo femenino. La reconvención era,
palabras más o menos “¡¿no tenés hermana, vos?! Como una manera de hacer notar
la desubicación del susodicho.
Eran códigos de
barrio. Entre gente normal, con defectos y virtudes.
¿Qué se puede
esperar de un personaje que ha basado gran parte de su carrera “artística”
estigmatizando mujeres y a quienes tienen preferencias diferentes para su
elección de pareja?
El típico
provocador que se cree el piola de la cuadra porque dice los insultos más
escatológicos.
¿Acaso crea que su
notoriedad le otorga impunidad?
¿Alguien puede
imaginarse a semejante individuo ocupando un cargo de responsabilidad en
cualquier función del Estado?
Lo preocupante es
que para algún sector de la sociedad, tener cierta notoriedad artística, deportiva
o social, les hace creer que además son buenas personas. O idóneas para
cualquier actividad.
Estoy pensando en
la cantidad de electores de la
Provincia de Santa Fe, que lo vieron como posible gobernador.
Otra nota que
preocupa (me preocupa) es la justificación que hiciera Mauricio Macri del
mencionado comicastro. Tan vacía como la disculpa de compromiso que hiciera
luego de la reacción social, ante los incalificables insultos. Cargados de
odio, misoginia y xenofobia.
Algunos personajes
de la farándula no están a la altura del reconocimiento y afecto popular que
supieron cosechar.
Confío en que la
mayoría de la sociedad sabrá poner en su lugar a estos engendros del cholulismo
noventista. Cuya cultura y práctica política quiere revivir de la mano del PRO,
con Mauricio Macri a la cabeza.
Creo que sobran
los botones de muestra de los “equipos” que es capaz de armar. El “fino”
Palacios, Abel Posse, Miguel del Sel.
¡MAMADERA! Diría
Adrián Suar. Aunque juegan para el mismo equipo.
El equipo del
adormecimiento intelectual, del “consenso” que mantenga las cosas como están.
Los que siempre mandaron que sigan mandando. El equipo de las corporaciones que
condicionan gobiernos.
El equipo del país
para pocos. Donde los pocos sean felices privilegiados y la mayoría silenciada
y explotada.
Los que jugamos
para el otro equipo, aspiramos a seguir construyendo un país con más derechos,
con inclusión y una justicia igualitaria.
Hacia allá vamos,
con la alegría que ya no van poder robarnos.
Daniel Mojica
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