jueves, enero 12, 2012

VAMOS HACIA UN NUEVO PAIS


¿HACIA DONDE VAMOS?

Se pregunta mediante el título (QUO VADIS) Ernesto TNembaum, en su nota del 05/01 en la Revista 23.
Ese presunto inocente interrogante, encierra una concienzuda vocación de confundir. Tal como nos tiene acostumbrados en cada nota semanal. Donde el cinismo, y el pretendido aire de perdona vidas, hacia quienes tenemos un compromiso y reconocimiento hacia el proyecto iniciado en Mayo de 2003 por Néstor Kirchner y que hoy conduce Cristina Fernández de Kirchner.
La gran confusión que pretende instalar surge del comentario, escrito casi como al descuido “…cual es la esencia del “proyecto” y cual es su desviación, es una pregunta para quienes están desesperados por encontrar o mantener una identidad, a favor o en contra de lo que hay…”
Es para destacar que la palabra “proyecto” está encomillada como negando la existencia del mismo.
Como hábil prestidigitador, pretende hacerle creer a sus lectores, que un proyecto nacional sigue un derrotero lineal, esquemático. Como si una vez fijado el objetivo, hay un solo sendero que conduce hacia él.
Entonces, los vaivenes lógicos de cualquier emprendimiento humano, con sus marchas, contramarchas, avances y retrocesos, es presentado como inconsistente. Carente de coherencia. Errático.
De esta manera, en medio de esas trampas cazabobos (en las cuales es experto) que coloca en sus columnas de opinión desliza las mentiras que el Cártel Clarín pretende instalar en el humor social. Como por ejemplo la que dice “…El gobierno envió la Gendarmería a Cablevisión…” cuando es de público conocimiento que la orden partió de un Juzgado de Mendoza.
Otra de las desinformaciones que escribe en su nota es la siguiente: “…El Gobierno eligió como su enemigo público número uno, a su ex aliado Hugo Moyano, el jefe de la CGT…”
Nadie que observe la realidad, puede sostener que “…el gobierno eligió…” a Hugo Moyano como enemigo. Esto, de ninguna manera quiere decir que no existan contradicciones entre los aliados del gobierno.
Y si esto sucede, es precisamente, porque el proyecto nacional no es una línea recta y sin obstáculos a sortear.
En otro tramo de su escrito, nos da, sin quererlo, por supuesto. Algunas pistas para entender su sinuoso tránsito por el periodismo, que el prefiere diferenciar de lo que discrimina como “periodismo militante”. Tal vez sin percatarse que “su” periodismo es “militante” a favor del poder que se opone a la voluntad popular que eligió a este proyecto con el 54,11% hace un par de meses.
Las pistas están aquí, cuando escribe: “…Eso es lo que ocurre en política, cuando uno decide encolumnarse en un proyecto: se atacan las debilidades ajenas, se justifican u ocultan las propias. Con límites, que cada uno sabrá cuales son los suyos, lo que hace un militante o un político es defender al proyecto en el que está incluido…”
Esta es la descripción más certera acerca del trabajo que realizan los “periodistas independientes” que reciben el sueldo del Cártel Clarín.
¿Cuál es el límite de estos “profesionales” de la mentira, la injuria, la tergiversación? Y de la deshumanización, como lo demostraron los comentarios incalificables sobre la reciente operación de Cristina Fernández.
Parece que no existen límites en tratar de encontrar o inventar “debilidades ajenas” para “atacar” mientras “se justifican u ocultan las propias”.
Creo que es toda una definición de la línea política que siguen los escribas del monopolio: justificar y ocultar las propias ¿bajezas, faltas de ética, mentiras, operaciones desestabilizantes, negocios oscuros, aprietes mafiosos, apropiaciones indebidas, sociedades genocidas?
Cada uno sabrá cuales son sus propios límites ¿no? Periodista independiente.
Mientras tanto, no te preocupes, que los que votamos este proyecto, y los que no lo votaron, pero lo acompañan y lo votarán en las próximas elecciones, o sea, la mayoría; sabemos hacia donde vamos.
Por eso defendemos este gobierno, este rumbo y a esta Presidenta. Porque nos avisó hacia donde vamos, y la elegimos para ir juntos.
Así, que, entiendo que termines tu nota escribiendo “Qué nervios”.
Porque el país que existía en los 90, donde tipos como vos usaban la máscara del progresismo, ya se terminó.
El país que viene, es el de la dirigencia política que cumple lo que promete, porque no vamos a aceptar a otra clase de políticos.
Hacia allá vamos.

Daniel Mojica

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