CIUDAD DE BUENOS AIRES. DOBLAR
El resultado del 10 de Julio nos ha golpeado fuerte. No por lo inesperado, sino por la diferencia, que hubiéramos preferido menos contundente.
Ante los hechos de la realidad sólo queda asumirla, para poder transformarla.
Podemos, y debemos analizar, evaluar, criticar y sacar conclusiones. Lo que no debemos, nunca, es subestimar al adversario. Porque ha demostrado ser lo suficientemente astuto para disfrazar la restauración conservadora, con el cotillón y el colorido que puede confundir a ciertos espíritus.
Lo acontecido en la ciudad autónoma de buenos aires, es parte del efecto que buscaban los sectores del poder cuando bloquearon las rutas los patrones del campo. En esos tiempos lograron confundir a los pequeños y medianos productores, hasta hacerlos marchar junto a la sociedad rural, madre de los genocidios producidos en nuestra patria.
Hoy, el macrismo, reflejo capitalino de aquella búsqueda restauradora campestre, ha logrado confundir a muchos ciudadanos. Les hizo volver a creer en la salvación individual. Como si alguien pudiera salvarse en medio de una ciudad que se derrumba.
¿Acaso no es derrumbar la identidad de la ciudad de buenos aires, cuando desatendemos la salud pública?
¿No es derrumbar la identidad de la ciudad destruir la educación pública?
¿Qué nombre le debemos poner al vaciamiento y destrucción del Teatro Colón y la desidia con que se maneja el Complejo Teatral de la ciudad?
¿Contra quién atenta esta destrucción cultural sistematizada?
¿Tal vez contra “la inmigración indiscriminada”?
O contra la clase media, sin distinción de origen étnico, que los fines de semana se suma a las diferentes propuestas teatrales de la ciudad.
Volviendo al resultado de la primera vuelta.
Quizás podamos compararla con el resultado de las elecciones para legisladores del 28 de Junio.
¿Cuál fue la respuesta de la conducción del proyecto nacional y popular en aquel momento?
¿Lamentarse?
No, compañeros. No.
Doblar la apuesta. Esa es la respuesta del movimiento que en Mayo de 2003 asumió con un porcentaje que era menor que la desocupación que nos aquejaba.
Doblar la apuesta, compañeros.
Tomar todas y cada una de las banderas, levantarlas bien altas y marchar hacia este nuevo desafío, con las convicciones bien puestas.
¿Qué haría el compañero Néstor Kirchner?
Ahí está la respuesta.
Sin subestimar al adversario, salir a decir nuestras verdades, relativas, es verdad. Pero se apoyan en realidades incontrastables. Son las medidas implementadas desde Mayo de 2003 y profundizadas desde la asunción de Cristina Fernández de Kirchner.
Desde siempre son dos modelos de país los que están en pugna.
El que incluye a las grandes mayorías o el país para pocos.
Que no se confunda la clase media que se recuperó desde Mayo de 2003, beneficiándose con las medidas económicas implementadas desde entonces.
El país para pocos, del que la ciudad autónoma es una muestra, a ellos, tampoco los incluye.
Porque la restauración conservadora, agita el mismo espejismo que cautivó en los 90.
Recordemos que ese espejismo estalló en el 2001/2002.
Las víctimas del estallido de ayer, serán las mismas. Porque el desprecio que siente el jefe de gobierno de la ciudad autónoma por los hermanos de los países vecinos, es el mismo que sienten las clases poderosas por las clases medias que se miran en el reflejo del lujo de los de arriba.
Jamás van a dejar que se sienten a su mesa. Salvo, para hacerles pagar lo consumido.
Daniel Mojica
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