EL PRESIDENTE INAUGURÓ LAS SESIONES ORDINARIAS DEL CONGRESO NACIONAL
Dedicó gran parte de su discurso a mencionar “la herencia recibida”. Al describirla pareció que hablaba del 2001/2002. De manera sorprendente dijo que “no hubo mejoras en educación, salud, pobreza e indigencia” contrariando numerosos informes que año a año daba a conocer la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL): “…una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago de Chile. Se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Posteriormente, su labor se amplió a los países del Caribe y se incorporó el objetivo de promover el desarrollo social”.
Mencionó objetivos con los que nadie puede disentir “mejorar la educación, la salud, generar empleo y erradicar la pobreza”. Resulta difícil compatibilizar la generación de empleo con la masividad de despidos en los primeros meses de gobierno, así como llegar a “pobreza cero” devaluando un 50% el valor del peso y aceptando la suba irracional de precios generada por muchas de las empresas que aportaron funcionarios al gobierno.
Sorprendió que se refiriera a un “Estado que creció sin brindar prestaciones” y también que hablara de que se promovieron “leyes sólo en el papel”. Desconociendo la cantidad de nuevos derechos que dieron luz a leyes como la de matrimonio igualitario, de fertilización asistida, la recuperación de la línea aérea de bandera, la recuperación de YPF, la ley de movilidad jubilatoria, para mencionar algunas.
Luego, en una mención que pone de manifiesto una ignorancia de la geopolítica global y de la propia historia argentina reciente expresó, haciendo cargo al gobierno anterior de “aislarnos del mundo pensando que alguien nos quiere hacer daño” desconociendo las consecuencias que han tenido para los argentinos las políticas que el FMI y los organismos de crédito internacional, vía endeudamientos, planes Brady, mega canjes y las políticas que nacen de las entrañas mismas de EE. UU. para los países de nuestra América. Sin contar los fallos de juez Griesa y los negociados sucios de los fondos buitres.
En otro tramo, quizás desconociendo, o pretendiendo que ignoremos toda la información que se ha publicado durante los años precedentes acerca de las medidas y políticas adoptadas por los gobiernos anteriores, ha denunciado que “faltan documentos, no hay estadísticas” de todo lo realizado. Grave denuncia pública que deberá ser clarificada por quien corresponda.
En un momento pareció que el inconciente le jugó una mala pasada, cuando hizo mención a la mortalidad infantil, al endilgarle a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner esa responsabilidad, cuando es público y notorio que en los últimos doce años, en el único distrito que ha crecido es en la Ciudad autónoma de Buenos Aires, que hubo sido gobernada los últimos ocho años por el actual presidente.
Un párrafo aparte merece la mención que hiciera sobre “la mayor inflación que nunca, causada por el Banco Central por financiar el gasto público (como llaman los monetaristas a la inversión pública) y al pago de la deuda. Como si quisiera hacer cargo a los gobiernos anteriores que le entregaran un país con la deuda más baja en la historia en relación con el PBI.
También le reprochó a las administraciones anteriores que hayan pagado la deuda con el Club de París.
Lo que no se entiende bien es que expresara que faltan políticas para los temas relacionados con las drogas y la trata de personas, cuando han sido creadas procuradurías específicas para el tratamiento de esos delitos que el actual presidente ha mandado desmantelar y poner, por ejemplo, a cargo de la UIF, que investiga delitos de evasión y lavado de activos, a representantes de estudios jurídicos que defendían a bancos sospechados de lavado precisamente.
Luego le tocó el turno al supuesto “déficit energético” para lo cual remito a quien quiera profundizar el tema que lea los informes del OETEC que preside Federico Bernal, para desmontar las falacias expresadas en el discurso.
Hizo mención a sus supuestos tres objetivos básicos que repite como un rezo cada vez que puede, a saber: “pobreza cero”, “derrotar al narcotráfico” y “unir a los argentinos”.
Con respecto a “derrotar al narcotráfico” voy a citar una nota de Mario Wainfeld en el diario Página 12 del domingo 28/2, donde menciona “las negociaciones de la ministra Patricia Bullrich con agencias de seguridad norteamericanas, en especial la DEA…Bullrich va en pos de directivas de la peor expresión de las políticas de Estado gringas. Procura conseguir “fierros” y “know how”…” Para concluir “…Encolumnarse detrás de la DEA ha sido fatídico para las libertades públicas, y la seguridad bien entendida de otros países de la región, con México como ejemplo…”
Mencionó que elabora una agenda “para vincularnos con el mundo” y anunció una “revolución educativa”.
Más adelante arengó “no tengamos miedo”. Estamos juntos.
Pareciera que la República Argentina, la política y el mundo comenzaron ahora que él llegó.
Para finalizar como si hubiera olvidado que la mayor parte de su discurso se basó en descalificar al gobierno saliente dijo que para lograr los objetivos que se propuso “no se sale con venganza” sino que “hay que fortalecer la hermandad”.
Daniel Mojica
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