ENTRE EL DECIR Y EL HACER
“Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada”.
(Eduardo Galeano, “Celebración de la voz humana/2 Fragmento)
Discurso: …Reflexión, raciocinio sobre antecedentes o principios…Serie de las palabras y frases empleadas generalmente detallado, de un hecho…
Palabra: …Unidad lingüística, dotada generalmente de significado…
Relato: …Conocimiento que se da, para manifestar lo que se piensa o se siente…
(Real Academia Española © Todos los derechos reservados)
Desde el monopolio mediático oficialista pretenden ocultar el divorcio entre los dichos y los hechos desde la asunción del nuevo gobierno democráticamente elegido. Tratando de dotar de coherencia a las inconsistencias del discurso de los funcionarios. Quienes utilizan palabras que poseen determinado significado para nombrar algo diferente a lo que se describe. Construyendo de esta manera un relato que no se condice con lo que piensa o siente el que habla a la población.
Hay una entrevista en el diario Página 12 del 25/2/16 que realizó la periodista Elena Llorente a Rogelio Pfirter, flamante embajador ante el Vaticano, donde se evidencia la ruptura entre lo manifestado y la realidad.
Una pregunta puntual de la colega desnuda la falacia:
Periodista: “¿No cree que las ideas de anti especulación financiera y anti libertad de mercado del papa Francisco se contraponen un poco con las del Presidente?
Embajador: “Yo creo que la Argentina está embarcada en un proceso que se basa en tres pilares: la lucha contra la pobreza, la reconciliación de los argentinos y la lucha contra el narcotráfico.”
Si “luchar contra la pobreza” es fomentar la inflación, realizar una transferencia de riqueza de los asalariados hacia las corporaciones empresarias, despedir miles de trabajadores y desarticular la red de políticas públicas, además de buscar el endeudamiento del país; tenemos un tremendo problema de “significado”.
Si “la reconciliación de los argentinos” es crear un protocolo de seguridad que impide expresar el descontento y el derecho a peticionar ante las autoridades, generando una artificial colisión de derechos, hay una enorme dificultad en el “relato”.
Si “la lucha contra el narcotráfico” se pretende hacer desarticulando las instituciones creadas para investigar las sospechas de lavado de dinero como ocurre en la UIF, y se nombra al frente a personas que representan estudios jurídicos que defienden a bancos investigados precisamente por esos delitos, existe una inmensa incongruencia con el “discurso”.
Para corroborar las reflexiones que me generó la lectura de la nota transcribo otra de las dudas planteadas por la corresponsal en Roma:
Periodista: “O sea que usted descarta que haya contradicción entre la política económica del gobierno y los principios que difunde Francisco…”
Rogelio Pfirter: “Yo lo que creo es que, en la convergencia final, los objetivos que se propone el gobierno argentino no son incompatibles con los objetivos que encuentro en esta sede…” (NdeR: Vaticano)
Hay una nota pertinente en el mismo diario Página 12 del 26/2/16 del periodista Washington Uranga que le da un adecuado contexto a estas líneas con las que intento describir el accionar del gobierno de Mauricio Macri y sus funcionarios. Allí menciona al investigador colombiano Omar Rincón que en su trabajo “Comunicación política en América Latina”, (2004) escribe: “…en la actualidad no basta con ser presidente, estar en posición, sino que hay que parecerlo…” y destaca “…en la actualidad no se gobierna, se permanece en campaña…” donde “…gobernar significa seguir prometiendo leyes, acciones, políticas más que alcanzarlas; mantener a la ciudadanía expectante y en esperanza ante las precarias situaciones de gobernabilidad por las que pasamos…”.
Por esto mismo es que el embajador ante el Vaticano responde de la manera que lo hace a la cronista destacada en Roma.
Entonces el actual presidente sigue hablando de “pobreza cero”, “la lucha contra el narcotráfico” y de “unir a los argentinos”.
Alguien debería hacerle saber que la campaña electoral ya finalizó y que desde el 10 de Diciembre de 2015 es el presidente de la Nación.
También habría que decirle al primer mandatario y a buena parte de la “oposición responsable” que pretende “que al presidente le vaya bien” (aunque a la mayoría de los argentinos les vaya mal, como señaló de manera certera Agustín Rossi en una exposición en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA) que ya es tiempo de dejar de echarle la culpa a “la herencia recibida”.
Porque el país que recibió está en infinitas mejores condiciones que como lo recibió Néstor Kirchner en Mayo del 2003, y nunca se escudó en la herencia recibida. Se puso a mejorarle la vida a os 40 millones de argentinos desde su misma asunción.
Nunca mejor momento para recordar las palabras de un ex presidente que dijo:
“Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”.
Daniel Mojica
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