ALGO PERSONAL

Hacia fines del siglo XX Joan Manuel Serrat cantaba que “el mundo está en manos de unos locos con carné”.
Hoy a tres lustros de iniciado el siglo XXI esos mismos desequilibrados imponen guerras en territorios ajenos. Los bombardean mientras los cuerdos, o miran para otro lado o recitan discursos impotentes.

Los que hace setenta años dividieron al mundo en dos y repartieron los “carné”, se juegan el planeta en un ajedrez mortífero para los pueblos.
Eso sí, procuran que las matanzas sean allende sus fronteras. Cada tanto emiten declaraciones como si les importara el prójimo. Mientras que como Césares del nuevo milenio bajan sus pulgares cibernéticos a poblaciones enteras.

Los gobernantes de occidente jamás pierden la sonrisa ante las cámaras. Aunque delante del micrófono anuncien la cantidad de muertos que provocó “un bombardeo por error”.
Siembran terrorismo para combatir sus frutos y cosechan fanatismos asesinos.
Al sur del mundo. En la América austral y morena, todavía hay gobernantes con sensibilidad humana. Dirigentes que levantan la voz para advertir del desvarío y poner un contexto humano a la gobernanza global. Hoy en disputa.

¿Qué destino espera al planeta si los poderosos sólo aumentan sus arsenales y disminuyen la densidad demográfica por metro cuadrado?
Hace setenta años ya eran capaces de destruir el mundo. Hoy arrasan selectivamente lo que no pueden dominar.

No solamente olvidan “que en el mundo hay niños” tampoco les preocupa si se ahogan escapando de sus bombas.

Daniel Mojica