JUEGOS DE PODER
Luego de la explosión que
sufriera la nave en la que viajaban cuatro importantes directivos de la
Corporación de Seguridad, dentro de la misma se produjo una recomposición. O
mejor, un realineamiento interesante.
Están aquellos que consideran a
los autores e instigadores del atentado, como enemigos
naturales, sea cual fuere su
filiación y motivos. También están los que tratan de hacer una lectura fina de
cada hecho y circunstancia. Mirándolo desde la óptica de un hecho político, que
como tal, tiene costos y beneficios.
La primera postura, es la que
tiene mayor cantidad de adherentes, porque se encuentra en la línea de
pensamiento que va de los mandos medios, hacia abajo en la escala jerárquica. Estos,
harán todo lo que esté a su alcance para atrapar y hacerle pagar con su vida a
todos los responsables de semejante atrocidad.
Ojo por ojo, diente por diente.
La otra tesitura, es la que
sustentan los directores, y la segunda línea de mando, dentro de la llamada
comunidad de seguridad. Son los mandos políticos. Responden de acuerdo a la
conveniencia de cada momento, y siguen, por lo general las directivas del poder
que los sustenta. Ellos también pondrán todos los medios a su alcance para
dilucidar los hechos. Y una vez identificados todos los responsables, obrarán
en consonancia con los intereses políticos de ese particular momento. Sin
descartar para nada, que puedan utilizar para sus propios fines, en oscuros
trabajos, a las personas halladas culpables de un delito particular.
Es la manera de realimentar este
singular mercado de trabajo, donde el retiro, es definitivo. Pero la decisión
es tomada fría y convenientemente. Maquiavelo, todavía tiene descendencia.
Eviler, conoce el terreno sobre el que trabaja.
El mismo, hasta no hace mucho
tiempo, formó parte del poder que sustenta esta estructura. Este organismo
estatal, y el poder real de la comunidad tienen una peculiar relación de mutua
conveniencia. Una especie de sociedad que funciona a la perfección cuando los
vientos son favorables, y florecen los intereses en común.
Pero cuando la balanza se
desestabiliza, por cualquier factor hacia alguno de los lados, por lo general
las consecuencias son siniestras, para los eslabones más débiles de la cadena
que sustenta cada uno de los platillos.
Después del vendaval, una nueva
recomposición, un nuevo equilibrio al que nadie se animaría a ponerle fecha de
vencimiento. Luego, sin rencores aparentes, porque todo se hace para salvar,
mejorar, proteger o iniciar un nuevo negocio. Las cosas siguen su curso hasta
que otra circunstancia, fortuita o provocada, cambie nuevamente las condiciones
de estabilidad. Este ciclo se repite sin solución de continuidad.
Conocedor de estos intrincados
entretelones, por haber navegado con placer en estas
turbulentas aguas, es que Eviler
desencadenó los hechos. Que en su original plan contempla sacar provecho del
nuevo equilibrio, y obtener beneficios. Su máxima aspiración, es recuperar un
lugar expectante en la grilla de candidatos potenciales, para gerenciar los
intereses de la Corporación Mundial, desde el gobierno. Ya que es concienteque
no puede regresar a El Laboratorio. Como alternativa de mínima, espera lograr
un buen acuerdo, para mantener alguno de los privilegios que supo poseer.
En el medio de estos extremos,
todo puede suceder.
Desde la segunda línea de la corporación
de seguridad, le hacen llegar a Eviler, el día y la hora de una cita con ellos;
para intercambiar información sobre hechos de mutuo interés.
En esta respuesta, Eviler aprecia
que sus propósitos van por buen camino. Esto retempla su ánimo, pues vislumbra
perspectivas de un futuro favorable. Por eso decide presionar más a Oldark en
el cumplimiento del trabajo que le encomendara. Necesita resultados más
urgentes, que los tiempos que parece manejar la oscura mujer.
La reunión es presidida por uno
de los vice-directores a los que Eviler le hubo encomendado varios servicios, y
por los cuales mejoró notablemente su calificación dentro de la corporación.
Durante la misma, no se mencionó
en ningún momento, el atentado que sufrieron los cuatro integrantes que iban en
la nave que explotó.
Eviler, expone sus intenciones de
la manera más clara y contundente que le es posible. Aunque trata de disimular
su apetencia de poder, disfrazando sus designios con una peregrina idea, acerca
de limpiar el honor de quien, en su momento fuera uno de los conspicuos
miembros del staff de El Laboratorio, y que debido a oscuros manejos y
traiciones, viera enlodado su buen nombre; y tergiversadas sus posturas en
relación con el desarrollo de la ciencia y la investigación. No quedan dudas
que habla de sí mismo, y con esto, sin decirlo, quiere blanquear las muertes
sucedidas y las que vendrán, en procura de la tarea de limpieza personal en la
que está enfrascado desde que tuvo que dejar su puesto en la jefatura de El
Laboratorio.
La gente de la corporación de
seguridad, lo deja abusar de su verborragia, y casi no lo
interrumpe, durante su estudiado
discurso. El mismo ha sido prolijamente grabado y guardado en varias copias en
diferentes lugares.
Lo único que dijeron, luego que terminara su exposición, y
las cámaras anónimas se apagaran, es que no desean interferir en sus
motivaciones personales, en tanto y en cuanto, estas no pusieran en peligro la
estabilidad del sistema. Más tarde, y ante la insistencia de Eviler, por cierta
falta de precisiones ante sus pedidos,
los directivos emiten un vago compromiso a viejas lealtades que nunca fenecen,
y al beneplácito de ver en buenas condiciones a un cófrade que habían dado por
perdido. Lo instan a no bajar los brazos, a continuar por la buena senda, y a
que no dude en contactarlos cuando termine esta ardua tarea que se ha propuesto
llevar adelante.
Nunca se sabe hacia donde
soplaran los vientos mañana, le dijo el vice director al estrechar la mano de
su antiguo benefactor, antes de despedirse.
Ya en su residencia, Eviler está
tranquilo, pero no eufórico. La reunión no ha sido todo lo que él esperaba.
De cualquier forma, no encontró
escollos para seguir adelante con su venganza. No obstante, con esta gente
nunca se sabe. Por lo tanto no debe perder ni un minuto más. Ha hecho bien al
apurar a la dama negra.Cuanto antes termine su trabajo, antes podrá comprobar
cuanto hay de cierto en las cosas que escucho hoy.
El día ha sido muy largo y desgastante.
Ahora le viene muy bien tomar un sueño reparador.
EL CANTO DEL TERO
El contacto de la Corporación de
Seguridad con los Multimedios, recibe precisas instrucciones de sus superiores.
Debe comunicarse con Multimedios del Sur, para acercar una cuidada edición de
la cita que sus jefes tuvieron con Eviler. Le ordenaron expresamente que no
hiciera tratativas con el Multimedios Verser, pues le quieren dar la exclusiva
a la competencia.
Pero hasta este mediocre agente
sabe, que Verser es la información oficial del sistema. Que cuando quieren
darle credibilidad a una información o trascendido, utilizan la otra cadena.
Que si bien, también les responde, en este juego de apariencias que todos
aceptan, juega a ser oposición.
El directivo que recibe la data,
cree estar ante la noticia de su vida, y que esta información le va a permitir
escalar un paso más en su rauda carrera ascendente. Tan rauda, que todavía no
ha tomado nota de manipulaciones como esta, en la que lo involucraron, y que
antiguamente recibía el mote de "carne podrida" en la jerga de la
profesión que este muchacho, quizás nunca llegue a dominar.
Así es como este inexperto larga
al aire la noticia. Con el agregado de una data de su propia cosecha (que le
hicieron llegar mediante otra fuente confiable), más un convincente discurso
que elaboró para la ocasión, y que él mismo actúa frente a las cámaras.
El resultado, fue un programa con
mucha más audiencia de la acostumbrada por el noticiero vespertino de la
cadena. En el transcurso del programa mencionado, se blanquearon los crímenes
que cometió Eviler antes y después de su falso suicidio, cosa que también quedó
en evidencia. Además, se le agregaron unas cuantas víctimas, que quizás el
pobre desgraciado nunca haya conocido.
Sea como sea, la conmoción creada
fue exactamente la que se buscó. Cada tanto deben armar un zafarrancho
semejante. Para sacudir la modorra de una sociedad que no debe estar totalmente
dormida. Sólo lo necesario, para que todo siga como está. Sin preguntas, sin
dudas, sin demasiada tranquilidad. Pero, por sobre todas las cosas, sin
demasiados sobresaltos. Solamente el controlado y catártico desorden que
confirma que todo está como siempre.
Como debe estar. La población
sólo debe preocuparse por consumir más y mejores cosas. Su única aspiración,
debe ser ascender en la escala social con los mecanismos conocidos. Nada más.
Eviler arde en su propia ira. Su
reacción primaria es liquidar a todos con los que mantuvo contacto en aquella
reunión, y agregar obviamente, al imbécil periodista que lo escrachó sin pudor
y sin pericia.
En el preciso instante en que
pretende hacer contacto con Oldark, recibe un llamado. Es el sub-director de la
Corporación de Seguridad, uno de los participantes de la maldita entrevista,
previa al descalabro.
El tipo supo tranquilizarlo
afirmando que se trató de una involuntaria filtración. Hecha por un operativo
que no pudo digerir el "accidente" de los camaradas que volaron sin
quererlo, en la infortunada nave que estalló.
Le pide que no haga movimientos
en falso, que ellos mismos se encargaran de "desactivar" los cabos
que se soltaron sin desearlo. Porque si él, realiza cualquier acto de
represalia, va a ser el primer señalado como responsable.
Eviler compra cada uno de los
argumentos. Hasta el punto de creer que su hora está sonando otra vez.
Su soberbia, le hizo pedir que le
enviaran la nariz del periodista, en un recipiente de cristal. Para poder
exhibirlo en su biblioteca.
Al consentir esta demanda, el
hombre de los servicios confirma que su plan marcha a las mil maravillas. Que
ha logrado tranquilizar al desquiciado y peligroso enemigo.
Eviler siente que sus días de
gloria se hacen presentes, cuando acceden a cumplir con su
pedido.Las horas que siguieron,
apaciguan totalmente a Eviler.
Multimedios del Sur da amplia
difusión al atentado que sufriera el directivo que puso al aire la noticia de
los crímenes de Eviler. Dando detalles, incluso, del macabro seccionamiento que
el periodista sufrió en su nariz.
De más está decir que la cadena
multimedios hizo estridentes manifestaciones en favor de la libertad de prensa.
Y aprovechó también, para rasgarse las sucias vestiduras en nombre de la
libertad en general, tratando de llevar agua para sus molinos de credibilidad,
en horas tan aciagas como las presentes.
El objetivo buscado por el
sistema de poder, se logra ampliamente. Con el agregado de
confiabilidad que suma para su
cosecha, la cadena multimedios considerada víctima.
De esta forma han conseguido un
crédito invalorable en estos tiempos de vientos cruzados.
Habrá que ver cuanto tiempo
tardan en dilapidarlo.
La posible ventaja con que
cuentan estos prestidigitadores de la realidad, es que hasta que suceda algo
tan explosivo que vuelva a concitar tanta atención en los cómodos
tele consumidores, va a
transcurrir tanto tiempo. Que ya se habrán olvidado de esto, que los conmovió
por estos días.
Es frágil la memoria de los
complacientes.
Ante cualquier operación
realizada, hasta el menos avisado atracador sabe que no debe dejar las huellas
de su accionar. Este punto, llevado un poco más alto en la escala valorativa
del delincuente perpetrador del ilícito o del hecho que se quiere ocultar o
proteger, significa ni más ni menos: no dejar cabos sueltos.
El cabo suelto de esta trama pergeñada
desde la Corporación de Seguridad, es el contacto con los multimedios. Pero
como todos los agentes operativos, cuyas luces no alcanzan para iluminar una
caseta telefónica, creen y disfrutan estar haciendo un servicio patriótico, en
contra de quien se le ocurra inventar a sus jefes. Según la paranoia particular
del que va a operar. Entonces, como en un macabro juego de ajedrez, en que se
mueve una ficha para simular una jugada, que en realidad encubre otra, para que
se pueda hacer al fin la jugada buscada; el agente contacto, es comisionado a
llevarle la caja de cristal con el presente que Eviler solicitara.
Este agente es uno de los que
adhirió con inusitado fervor, a la opinión de "limpiar" a Eviler, por
lo del atentado a los camaradas de la corporación. Por lo cual, le dieron a
entender, que si luego de recibir el obsequio, el destinatario del mismo sufría
un accidente, o algo parecido a la muerte, nadie se va a sorprender, ni a
molestar. El mensaje es comprendido por el agente.
Mientras el operativo va en viaje
al objetivo asignado, el sub-director se contacta con Eviler. Le comunica que
le envía dos obsequios. Uno es la caja de cristal con el contenido que el
pidió. El otro, es el mensajero.
Porque resulta que es la persona
que filtró la información al multimedios, y que tanto daño causara.
Eviler está exultante. Luego de
terminar la comunicación se prepara para recibir al mensajero.
El sub-director se pone en
contacto con sus superiores, para informarles que todo marcha según lo
planeado. Luego, el directivo se acerca a la ventana. Observa la bruma que
cubre toda la ciudad.
Es feliz con ese paisaje.
Estas son épocas de mucho, mucho
trabajo. Siempre que está por producirse un cambio de gobierno, la Corporación
de Seguridad, desborda de tareas a realizar.
Los que deciden, ya saben cual
será el candidato ganador. El que se comprometa a seguir las órdenes, sin
salirse del libreto. Son muchas las operaciones por emprender. Porque,
comprometerse a cumplir, no es lo mismo que hacerlo. Son muchos los resguardos
que hay que tomar. Muchas las garantías que hay que construir. Mucho, mucho
trabajo.
(Fragmento de la novela inédita “Ecos de
Libertad” (Daniel Mojica – 1997)
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