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miércoles, abril 09, 2014

POLÍTICOS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y PODER



POLÍTICOS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y PODER

Los partidos políticos, a través de sus dirigentes más representativos buscan acceder al gobierno del Estado para llevar adelante su proyecto político. Para lograr eso deben concitar el favor de los ciudadanos, que con su voto elige a quienes ocuparán el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, tanto a nivel nacional como provincial. Además de los restantes cargos electivos que en una democracia se ponen en disputa.
Hay una creencia arraigada en ciertos sectores sociales que arribar al gobierno es acceder al “Poder”. A instalar esa creencia en la sociedad, no han sido ajenos los medios de comunicación. De esta manera han logrado invisibilizar para amplios sectores de la sociedad a ciertos actores que en muchas etapas de la vida institucional de la Argentina han sido quienes ostentaron el verdadero poder. En algunos casos por encima de los gobiernos constitucionales y en muchas circunstancias reemplazando a los gobiernos elegidos por el pueblo.
Es que el poder no es algo que se le entrega al Presidente o Presidenta de la Nación junto con los atributos simbólicos del cargo. El poder es una construcción que depende de las relaciones de fuerza que existen en el seno de la sociedad entre las distintas instituciones. A saber: Gobierno, partidos políticos, iglesia, centrales sindicales, centrales empresarias, universidades, fuerzas armadas, fuerzas de seguridad, corporaciones económicas, medios de comunicación, organismos internacionales, y distintas organizaciones representativas de la sociedad.
Las acciones que el gobierno y los diferentes grupos que integran la sociedad implementen en el ejercicio de sus funciones específicas, le darán mayor o menor legitimidad ante la sociedad. Lo que hará que tenga una mayor o menor cuota de ese preciado tesoro que es el “poder”. A mayor legitimidad mayor poder.
Una de las características que ha tenido la acción del gobierno desde el 25 de mayo de 2003 a la fecha, es que ha logrado que sean visibles los factores de poder que los medios habían logrado ocultar. Esto ha permitido, para poner sólo un ejemplo, visualizar y ponerle nombre y apellido a lo que históricamente se ha llamado “el mercado”.
Esta es una de las razones por las cuales los medios de comunicación que hubieron logrado posiciones monopólicas y se jactaban del poder conseguido con frases tales como “no hay gobierno que soporte cuatro tapas adversas del gran diario argentino” o que le asignaban a la Presidencia de la Nación el mote de “puesto menor” según relató un periodista sin ocultar el orgullo que sintió por el emisor de esa descripción.

Más allá de cualquier otra consideración, el hecho de que quedaran a la vista de todos, quienes disputan poder con el gobierno nacional y por qué, es un logro para la democracia. Para esta democracia que decidió no seguir condicionada a esos otros factores de poder.
De esta manera la ciudadanía puede comprender las acciones y posicionamientos de los diferentes actores de la escena nacional y así tomar las decisiones pertinentes a la hora de elegir a quienes deben regir los destinos de la Nación. Esto no es otra cosa que decidir sobre el destino de cada uno de los habitantes de la Argentina.
Por eso, la sociedad debe mirar y analizar el comportamiento de los distintos dirigentes con aspiraciones de acceder a puestos de responsabilidad política.
Un interrogante crucial es: los dirigentes que se postulan a cargos electivos y que tomarán decisiones que pondrán en juego la vida y el patrimonio de cada uno de los argentinos ¿deben seguir la agenda que le marcan los medios de comunicación? Avalando de esta manera la construcción de sentido que realizan estos medios, que no necesariamente buscan el bienestar de la sociedad sino de sus propios intereses y beneficios empresariales. ¿O deben ser capaces de defender sus íntimas convicciones aunque esos mismos medios se ensañen con ellos y sus más cercanos afectos?
Este planteo lleva a otra reflexión ¿un dirigente que flaquea frente a los medios de comunicación, o que es influenciable por ellos, tiene la fuerza espiritual necesaria para enfrentar las miles de dificultades, condicionamientos y “aprietes” varios que deberá enfrentar a la hora de defender los intereses de los argentinos?
Una pregunta que emerge con naturalidad ¿esta sociedad está dispuesta a entregarle el resguardo de su vida y patrimonio a dirigentes que al ser consultados sobre hechos de la realidad responden que no saben de qué le están hablando, o que responden con frases de los zócalos de los canales de noticias o con los títulos de los diarios?
Elegir gobernantes no es igual que elegir un desodorante, una camisa, un par de zapatos o un perfume. Porque no se puede devolver a las 48 horas.
En cuatro años es mucho lo que puede destruirse en materia de derechos, de políticas sociales, de empleo, de desarrollo como para dejarse llevar por sonrisas y frases hechas.
Hay recuerdos lacerantes de gobernantes que dejaron la sociedad hecha jirones.
Es bueno tener memoria y reconocimiento.

Daniel Mojica 



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