LA ESTAN TOCANDO A CRISTINA
Estamos en un momento crucial del Proyecto
Nacional, popular y hasta acá revolucionario. De cada uno de nosotros, los
militantes que no estamos en los palcos, ni somos invitados a ningún acto, pero
llenamos la plaza con nuestros cuerpos, algunos de sobrevivientes. Digo,
depende de todos y cada uno de nosotros que este Proyecto siga siendo
REVOLUCIONARIO. Porque si no manifestamos en la calle, que es el lugar por
excelencia de la militancia, por dónde queremos que se profundice este
proyecto, si no pedimos claramente que el Estado se haga presente en cada lugar
donde el enemigo encuentra grietas para desestabilizar, especular y dividir,
entonces no estamos escuchando el reclamo recurrente en cada uno de los
discursos de Cristina cuando nos dice que ella sola no puede. Entre otras
cosas, sola no puede, porque el campo minado que nos dejó en menemismo con las
traicioneras privatizaciones, de la única manera que se puede revertir, es con
la presencia activa, clara y contundente en el reclamo de que todas y cada una
de las empresas que nos saquearon legalmente, vía renuncia de la Justicia argentina,
vuelva a manos del pueblo, que hoy está representado en el Estado por el
gobierno que elegimos para que nos conduzca a la liberación.
Parece que hemos perdido la práctica del
diálogo con nuestros líderes, que inauguró Perón el 17 de Octubre de 1945. Los
encuentros del conductor con el pueblo son para que el pueblo, la militancia,
la juventud y los que militamos desde los 70 y aún antes le pidamos a la
conducción qué es lo que queremos para consolidar profundizando el proyecto. No
sólo para decirle que cuente con nosotros para la Liberación. Porque
a la liberación se llega con medidas concretas. Entonces pidamos esas medidas
en cada acto, para que la liberación no sea sólo un hermoso deseo.
Recuperemos el IAPI aunque lo nombremos de
otra manera. Además de las medidas que con lucidez menciona el compañero Ariel
Magirena, en su nota “La soledad de Cristina”
Compañeros, si no avanzamos, estamos retrocediendo.
El espacio que perdemos lo gana el enemigo. Y ya sabemos qué pasa cuando ese
enemigo toma las riendas del estado.
Estas líneas no son producto de la
paranoia, obedecen a una lectura de la realidad, compartida por no pocos
compatriotas. Basta leer el último pronunciamiento de los compañeros del
colectivo “Carta Abierta” que han titulado “La Patria en peligro”. También
recomiendo, de paso, leer la nota de Edgardo Mocca de hoy, domingo 9 de febrero
en Página 12, “Los medios en discusión”, para tener una idea de qué es lo que
está en juego, cuando las grandes empresas concentradas de la economía se
reúnen en un cónclave “para analizar la realidad nacional”.
Como muestra nos han brindado la
especulación con el dólar de la mano del presidente de la empresa
anglo-holandesa. Quien nos quiere hacer creer que “ingenuamente” ha comprado
millones de dólares a $8,70 cuando la cotización oficial estaba en los $7,30.
No debemos olvidar la extorsión a la que ha sido sometida la democracia desde
que la recuperamos en 1983.
¿Cuál ha sido la reacción de la dirigencia
opositora en general? La misma que se viene produciendo desde que Cristina está
en el gobierno. Criticando a ciegas. Aún cuando esta democracia está en
peligro. O mirando para otro lado, como si la extorsión golpista no existiera.
Esto me recuerda al rol jugado por la
dirigencia opositora cuando a fines de 1975, la junta de comandantes de las
fuerzas armadas (integrada por los genocidas Videla, Massera y Agosti) faltando
6 meses para las nuevas elecciones, y ante el desmadre económico provocado por
Celestino Rodrigo (llamado “Rodrigazo”) lanzó un ultimátum a la dirigencia
política, para que en un plazo perentorio ofrecieran una solución. ”. El
encargado de responder fue el dirigente radical Ricardo Balbín quien dijo: “…no
tenemos soluciones para dar…” con esa frase la clase política se lavó las
manos, en lo que luego se comprobaría, fue la sangre del pueblo argentino. Para
ellos es mejor olvidar, que casi toda la clase dirigente con responsabilidades
de conducción en aquella época, terminó siendo cómplice de los secuestros,
torturas, violaciones, saqueos, asesinatos y robo de bebés. De esta manera, los
cultores del olvido, están defendiendo la impunidad de los crímenes cometidos.
Están avalando a quienes fueron socios y usufructuaron de los negocios que
posibilitaba “no saber lo que estaba pasando” o beneficiarse porque se
eliminaba a la competencia asesinando a los competidores.
El recuerdo viene a cuento, no porque los
escenarios sean similares. Sino porque los medios hegemónicos han querido
comparar a nuestra Presidenta, en varias ocasiones y de diferentes modos, con
quien gobernaba entonces. Así, con la campaña diseñada desde los sets
televisivos, los micrófonos y las portadas de los diarios, con la complicidad
de cierta dirigencia opositora, han querido que su audiencia cautiva, la que
cacerolea cuando esos medios y esa dirigencia convoca, la que insulta y
estigmatiza luego de ver el show decadente de los domingos por la noche, los
que postean agravios en las páginas digitales de esos medios dominantes; para
que esos que reciben la realidad “interpretada” por los medios corporativos,
salgan luego, como mastines cebados por la sangre democrática, a pedir que
saquen a la Presidenta
de todos los argentinos.
¿Vamos a esperar a que pase lo que sucedió
en Honduras o en Paraguay?
Porque ahora, nos van a venir con el verso
del péndulo de la historia, que a veces va hacia la derecha y luego hacia la
izquierda para volver a la derecha.
El péndulo lo inventaron ellos, porque cada
vez que surgió un gobierno popular que satisfizo las demandas de los más
necesitados, creando riqueza y generando reservas en el Banco Central, que son
de todos los argentinos, luego han venido los cultores del saqueo
institucionalizado y republicano. La barbarie de los que usan saco y corbata,
hablan lindo y sonríen siempre ante las cámaras. Un capítulo aparte merece el
Poder Judicial, el de las medidas cautelares al monopolio mediático, el que
apaña la deuda fiscal del diario “La
Nación”. El mismo que no avanza en la causa “Papel Prensa”, o
el caso Arbizu.
Esta es la hora, para que los beneficiarios
de este Proyecto Nacional, Popular y Democrático se hagan cargo de defender los
derechos ganados de manera democrática. Esta es la hora para que los cumpas que
gritan “…acá tenes los pibes para la liberación…” se den cuenta que están
tocando a Cristina. Pero ojo, no para armar el kilombo que pronostican en su
consigna que tantas veces canté. Sino para realizar una demostración de cuerpo
presente, de que estamos dispuestos a defender a este gobierno, porque es
nuestro, porque lo elegimos. Porque además elegimos vivir en esta democracia
sin condicionamientos ni extorsiones golpistas. Y así queremos seguir.
Daniel Mojica
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