miércoles, junio 13, 2012

MOYANO. CGT. TRABAJADORES


EL MOVIMIENTO OBRERO ¿ES LA CGT? LA CGT ¿ES MOYANO? EL MOVIMIENTO OBRERO ¿ES MOYANO?

Pareciera que el personalismo con que el dirigente Hugo Moyano conduce los destinos de la CGT, lo lleva a confundir los términos con que doy título a estas reflexiones.
¿Por qué sostengo este argumento?
Porque desde el multitudinario acto en el estadio de River Plate, cuando Néstor Kirchner aún vivía, donde el sindicalista planteó abiertamente su ambición política, legítima. Reitero: legítima.
Planteo que mereció la certera respuesta de Cristina Fernández de Kirchner.
Desde entonces, el secretario general de la CGT ha ido empujando casi hasta la ruptura, la relación entre la Confederación que nuclea a un número significativo de trabajadores y el gobierno nacional que esos mismos trabajadores junto a otros millones de argentinos, elegimos con el 54,11% de los votos, hace menos de un año. Aún en medio de su disputa personal con la Presidenta. Reitero: disputa personal.
Es importante resaltar esta circunstancia: aún en el medio de su disputa personal con Cristina Fernández de Kirchner, el 54,11% la votamos.
Esta es una señal que alguien avezado en las lides políticas, no debe pasar por alto a la hora de analizar los hechos de la realidad, para colocarlos en el contexto adecuado.
¿Se equivocó Hugo Moyano en su análisis y contextualización?
Si fuera así ¿no debería haberse percatado de su error y corregir el rumbo de enfrentamiento con el gobierno nacional y la Presidenta?
¿O no fue un error y obedece a una estrategia ajena al conjunto del movimiento obrero organizado?
Porque viendo el derrotero asumido en los últimos tiempos, la postura del secretario general de la CGT, se pone en línea, a la perfección, con la estrategia desestabilizadora que Magneto pergeña para defender sus privilegios. Obtenidos por ser socio y cómplice de los genocidas.
¿Puede un dirigente sindical que es secretario general de la CGT obviar el contexto internacional y reclamar de manera destemplada, medidas que pueden poner en serios problemas el proyecto nacional  que dijo defender hasta las últimas consecuencias? O al menos entorpecer la estrategia de quien conduce los destinos de la Nación.
¿Cuáles serían esas últimas consecuencias? ¿Compartir la conducción de la Nación?
Hay varios datos de la realidad que sirven para intentar dilucidar la arriesgada jugada de Hugo Moyano. Obviando los discursos. Aunque forman parte de la misma jugada.
1) Acercamientos y alejamientos con Luís Barrionuevo.
¿No fue acaso, este, uno de los dirigentes que apoyó las leyes antiobreras de Carlos Saúl, de quien se manifestó recontra alcahuete?
2) Alianza con Jerónimo Venegas ¿Se puede decir de él que es un defensor de los derechos de los trabajadores (rurales)?
3) El desfile mediático por todos los programas del grupo que se benefició siendo socio y cómplice de los genocidas que torturaron, violaron, mataron, robaron bebés y dejaron un saldo de 30 mil hermanos desaparecidos (en su gran mayoría trabajadores) en tanto arrasaron la economía, destruyeron la industria y las fuentes de trabajo (preparando el terreno para lo que harían décadas después, otros gobiernos democráticos)
Atacando desde las mismas trincheras que pretenden terminar con el gobierno democrático que conduce Cristina Fernández de Kirchner, y utilizando casi los mismos argumentos.
¿Es casualidad?
4) Reuniones de acercamiento con dirigentes del partido que propició la “Ley Banelco” que el propio Moyano denunció. ¿Acaso son y fueron esos dirigentes más defensores de los derechos de los trabajadores que el actual gobierno?
¿Será otra casualidad, que cuando las corporaciones (las que generaron desempleo y desestabilización) se quedan sin candidatos y presionan al gobernador Daniel Scioli para que rompa con el gobierno nacional, Hugo y Pablo Moyano dicen que apoyarían la candidatura de Scioli en 2015?
Tal vez sea una cuestión de convicciones.
Como las que tuvo la estudiante Micaela, para no callarse y exponerlas pese a la presión de la autoridad de su colegio.
¿Habrá dejado las suyas en la puerta de la CGT, en su descarnada disputa por un cargo?
¿A cuales trabajadores dice defender? ¿A los que formaron parte del 54,11%?
¿O a los que hacen sonar sus cacerolas para voltear al gobierno que lleva adelante este proyecto nacional, popular y democrático para 40 millones de argentinos?
Como le recordó Daniel Scioli a Moyano ante la amenaza de paros indiscriminados de su gremio, los camioneros: Primero está la patria, después el movimiento y por último los hombres.
Sí. Fue Scioli el que se lo recordó.
Daniel Mojica

   

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