POR LA CONSOLIDACION Y PROFUNDIZACION DEL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR

EL 24 DE MARZO DE 2010 COMENZÓ UNA NUEVA ETAPA Tal vez no hayamos tomado debida conciencia, o tal vez sí. El pasado 24 de Marzo el pueblo en las plazas, a lo largo de todo el país dio comienzo a una nueva etapa en la lucha por la consolidación del proyecto nacional y popular. El dato clave de este cambio cualitativo es el protagonismo juvenil en el estentóreo reclamo de MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA. La persistente e inclaudicable lucha de las Madres, Abuelas y organismos de derechos humanos ha servido de luminosa guía para las nuevas generaciones. Un reclamo contundente que jamás predicó la violencia ni estuvo animado por la venganza o el revanchismo. Con la recuperación de la democracia y el publicitado juicio a las juntas genocidas, parecía que el justo reclamo sería reivindicado por fin. Pero le siguieron las leyes de obediencia debida y punto final. Con lo que la denuncia del entonces presidente de un “pacto militar sindical” que le ayudó a sumar votos en medio del miedo en que estaba sumida la sociedad, cayó por su propio peso. Queda flotando si el pacto no fue radical militar. Luego sobrevino la vergüenza de los indultos y amnistías de quienes renegaron de la sangre derramada. Cuando una gran mayoría de los 30 mil compañeros son trabajadores y peronistas. Por contraposición los indultadores y amnistiadores no pueden ser peronistas. Aunque se pusieran la camiseta y engañaran a muchos. En tanto, Madres y Abuelas persistían en sus reclamos y sembraban conciencia. Pero además de la claudicación respecto de los derechos humanos, los gobiernos que se sucedieron desde que recuperamos la democracia, también se conformaron con seguir las reglas que las grandes corporaciones pergeñaron para que la democracia sea sólo formal. O sea, para que no se cuestionen las raíces de la profunda dependencia económica, política y sobre todo y fundamentalmente DEPENDENCIA CULTURAL. Hasta que en Mayo de 2003, el ignoto e impensado ganador dijo en su discurso de asunción como Presidente de la Nación, una frase que a algunos (entre los que me incluyo) les hizo vislumbrar una esperanza. La frase en cuestión fue “…no voy a dejar mis convicciones en la puerta de la casa rosada…” Desde los instantes previos a asumir la Presidencia tuvo que soportar presiones corporativas mediáticas, que llegaron a publicar a modo de ultimátum que no llegaría a gobernar un año. Por no haber cedido a esas presiones, que incluían DAR POR TERMINADOS LOS JUICIOS a los genocidas y decretar una AMPLIA AMNISTIA. A partir de entonces, cada vez que el entonces presidente Néstor Kirchner se enfrentaba con alguna de las corporaciones (empresarias, mediáticas, eclesiásticas) el relato de los medios que quisieron condicionarlo de entrada, era QUE SE PELEABA CON TODO EL MUNDO. De esa manera fueron construyendo un personaje al cual etiquetaron como pendenciero, pero jamás mencionaron los logros obtenidos por su tenacidad en defender los intereses nacionales. Porque esa TENACIDAD para ellos era PELEARSE CON TODOS (los que quisieron avasallar nuestros intereses). Lo que figura entre paréntesis es lo que los medios monopólicos no mencionan. Obviamente. Las Madres y las Abuelas, acompañaron desde un principio la política de derechos humanos llevada adelante por el entonces presidente y por la actual presidenta. Porque han sido los únicos gobiernos que fueron consecuentes con la lucha de la generación que representan. Que es la que nutrió, casi mayoritariamente, a nuestros 30 mil compañeros de militancia. A la actual presidenta, Cristina Fernández, le ha resultado más difícil todavía llevar adelante las medidas en defensa de los intereses nacionales. Pero los ha sabido defender con valentía, convicción y argumentos contundentes. A pesar de la salvaje oposición mediática de las corporaciones y monopolios de la información, que no soportaron la promulgación de la ley de Medios Audiovisuales. Oposición, que en realidad esconde una realidad peor. El ocultamiento, primero, que ya quedó expuesto de cualquier manera, de la apropiación de dos hijos de desaparecidos que han sido adoptados de manera fraudulenta; y luego, el tratar de frenar por todos los medios a su alcance, que esa verdad vea la luz. El monopolio Clarín supo encolumnar detrás de su reclamo a la oposición menemizada, que hace de coro cómplice, al igual que ciertos jueces heredados de la dictadura genocida. Todos han visualizado el poder del monopolio que ha logrado destituir al juez Markevich, por la causa de los hijos apropiados. Sería tan letal para el monopolio Clarín que se sepa la verdad acerca de esas “adopciones” que no les ha importado LA PERDIDA DE CREDIBILIDAD sufrida de manera evidente, con tal de defender sus intereses monopólicos. Pérdida de credibilidad en la que caen sus “periodistas independientes” ya sea por cumplir órdenes (“en mi diario se escribe lo que digo yo” frase de Magneto) o por propia sintonía con la política de COMPLICIDAD GENOCIDA llevada adelante desde Marzo de 1976. Complicidad que extiende sus tentáculos ensangrentados hasta el presente, en tanto y en cuanto esos periodistas hacen silencio frente a las apropiaciones y al manejo discrecional y casi delictivo de PAPEL PRENSA. Mientras tanto, el gobierno nacional, conducido por la Presidenta Cristina Fernández sigue profundizando el rumbo, a pesar de una oposición desvergonzada, que instigada por el monopolio se ha propuesto impedir que el gobierno elegido, cumpla su función: GOBERNAR. Para lograr instaurar de una vez por todas la JUSTICIA SOCIAL. Pues la SOBERANIA POLITICA Y LA INDEPENDENCIA ECONOMICA están en marcha. La sociedad se ha dado cuenta de las mentiras de la corporación mediática, de la mendacidad y falta de estatura de la “clase” opositora y de la idoneidad del Poder Ejecutivo, más allá de errores circunstanciales. La nueva etapa que se inicia es, precisamente, LA DEL CAMBIO CULTURAL necesario para consolidad en hechos, estructura y construcción política el salto cualitativo que el pueblo produjo este 24 de Marzo. Daniel Mojica