Opinión sobre un fallo de la Corte Suprema

IMPUNIDAD Es lo que ayudó a consagrar la suprema corte de justicia al habilitar al represor, torturador confeso y genocida Luis Patti para que acceda a su banca en la cámara de diputados, con la excusa de que no tiene condena que se lo impida. Me parece que es un grueso error político de una corte que siento imparcial e independiente. ¿Cómo puede haber condena para los crímenes cometidos por los genocidas procesistas, si los gobiernos democráticos que vinieron luego de la dictadura traicionaron la lucha de toda una generación y negociaron la sangre derramada de nuestros treinta mil desaparecidos sancionando las siniestras leyes de obediencia debida y punto final? Quiero decir que hasta que se derogaron esas nefastas leyes no hubo posibilidad de iniciar juicios a los genocidas asesinos. Este detalle obviaron los supremos jueces al decir que si no tiene condena firme debe acceder a la banca de diputado para la que fue votado. Debo aclarar que pudo presentarse a esa elección porque la justicia electoral, ante la impugnación presentada por los organismos de derechos humanos, dijo que al no tener condena firme, podía ser presentado. Esta es la impunidad que consagran leyes (habría que hacer foco en quienes las propusieron y las votaron para que los ciudadanos tomemos conciencia de qué políticos estamos votando) que van contra los más elementales derechos humanos llevadas adelante por funcionarios judiciales heredados de la dictadura que no fueron removidos en diversos tribunales y juzgados, y algunos de sus hijos o parientes que aterrizan en la justicia de la mano de los acomodadores de siempre. Apelo a la conciencia de los mismos diputados que no lo dejaron a sumir para que voten su desafuero con la misma vehemencia y contundencia. Por la memoria, la verdad y la justicia. Nunca más impunidad. Que la sangre derramada no sea negociada. Daniel Mojica