ACTO DEL PERONISMO EN MAR DEL PLATA
GUILLERMO MORENO, IDER PERETI (REFERENTE DE LA CGE) Y JOSÉ LUIS CASARES (SECRETARIO GENERAL DE LA CGT ZONA NORTE DE LA PCIA. DE BS. AS. Y REFERENTE DE LA MESA POLÍTICO SINDICAL) DISERTARON EN EL CENTRO ASTURIANO.
En este local tradicional de la costa atlántica una multitud de peronistas se dio cita en el marco de la campaña de afiliación con vistas a las elecciones internas del mes de Mayo. Organizado por diferentes organizaciones peronistas y el presidente de ARBIA el compañero Osvaldo Francés. Estuvieron presentes las Madres de Plaza de Mayo MdP y numerosos dirigentes zonales.
Hicieron uso de la palabra Ider Pereti, quien hizo referencia a las consecuencias económicas de las medidas del actual gobierno en los pequeños productores y en el pueblo en general en un contexto de devaluación de más del 40% y la quita de retenciones agropecuarias, lo que significa una enorme transferencia de recursos económicos de los trabajadores hacia los sectores concentrados de la economía.
José Luis Casares puso de relieve el rol de la clase trabajadora en la historia peronista y la heroica resistencia del pueblo luego del golpe, las bombas y los fusilamiento de 1955. La respuesta desde la concurrencia fue “Somos de la gloriosa juventud peronista, a pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido” y se hizo clamor el clásico “A volver, vamos a volver, vamos a volver”.
Las palabras de Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio Interior y ex Embajador en Italia, fueron simples, llanas y contundentes. Retomando la referencia anterior sobre el 55 y lo que soportó el pueblo peronista durante la resistencia, resaltó el rol que tuvieron las madres en cuanto a la transmisión boca a boca de los valores y la doctrina peronista.
Más adelante al hacer referencia al resultado de las últimas elecciones mencionó que algo pasó que muchos peronistas (que colocó en la franja del 6% a nivel nacional) no votaron al candidato del Frente para la Victoria (FPV) Daniel Scioli. Entonces mencionó a Sergio Massa, y a José de la Sota. En los siguientes tramos al ex intendente de Tigre sólo lo aludía como “el que lo acompañó a Davos” a Mauricio Macri.
Respecto de lo que pasó con ese 6% dijo “algunos le deben de haber creído cuando habló de pobreza cero, una propuesta peronista”. Sucede que la primera medida que toma al asumir es aumentar los alimentos con lo que logró que aquellos que solamente podían comprar en los supermercados “una bolsita” ya no podían pagarla. Se quedan sin esos pocos alimentos que podían adquirir. Eso es aumentar la pobreza. Eso demuestra que mintió. Con eso lo que pretenden es correr la línea de lo que está bien y lo que está mal. Mencionó la frase de Evita “si en la patria los trabajadores fueran felices y la justicia social fuera una realidad ser peronista sería un derecho, en las actuales circunstancias es un deber” porque el peronismo habrá triunfado cuando no haya un solo pobre.
Quieren naturalizar y que veamos como inevitable un cierto porcentaje de pobres. Cosa que los peronistas nunca aceptaremos.
En otro momento vuelve a la presencia en Davos y menciona cuando Macri presentó al futuro presidente del justicialismo “resulta que en las 13 horas del viaje de regreso el ungido se entera de la masiva afiliación que está protagonizando el peronismo, y elude esa posibilidad haciéndola caer en el ex gobernador de Córdoba, De la Sota tampoco acepta el convite”.
Allí entra de lleno en la tarea que le toca a la militancia. Dice textualmente “ahora debemos atender lo urgente para luego ir por lo importante. Lo urgente es elegir en el PJ a un compañero que no quiera acompañar el año que viene a Macri a Davos”, “con eso por ahora nos conformamos”.
Resaltó que la interna del PJ es ordenadora del rumbo a seguir. Porque se elegirá a los mejores compañeros para conducir el PJ. Luego se elegirá a los candidatos a los diferentes a los cargos electivos de cara al 2017. Así se va a ir delineando el rumbo del peronismo, como columna vertebral del FPV.
Ahora los y las militantes deben afiliar a su pareja. Luego a la familia de su pareja. La tarea que se presenta es sencilla “sin grandes debates ni generar discusiones interminables que no conducen a nada”. Porque lo que hay que plantear es si están de acuerdo con el nivel de pobreza que está generando el gobierno y si prefieren que conduzcan el PJ los que apoyan las medidas que generan esa pobreza. La manera de evitar que el PJ sea conducido por los dirigentes socios de los que fueron a Davos y quieren un PJ que sea la continuidad del proyecto oligárquico que hoy gobierna, es afiliarse y votar compañeros que no estén dispuestos a aceptar un peronismo domesticado y sumiso.
Porque hoy el enemigo es uno solo: la oligarquía que está en el gobierno y plantea que debe haber una “alternancia” entre el actual gobierno y el “peronismo de los buenos” que definió Massa. Para romper esa alternancia que seguirá generando pobreza es afiliarse al PJ y elegir un compañero al que le duela la pobreza, como le duele a los peronistas.
Al finalizar se cantó la marcha peronista y una versión nueva del “che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Milagro, que kilombo se va a armar.
Daniel Mojica
Un espacio para el cambio desde la política y la cultura. Correo: danielmojica@cuestioncultural.com.ar
sábado, enero 30, 2016
jueves, enero 28, 2016
REFLEXIONES SOBRE LA REALIDAD RECIENTE
REFLEXIONES SOBRE LA REALIDAD RECIENTE
Lo que comparto a continuación son preguntas, inquietudes, pensamientos, dolores, dudas y certezas a menos de dos meses de la asunción de nuevo gobierno elegido democráticamente.
¿La legalidad de origen es lo mismo que la legitimidad política que se logra con medidas que benefician a las grandes mayorías?
Con el fresco recuerdo de un gobierno que allá por el 2003 asumió con menos votos que el índice de desempleo. Con una legalidad que reclamaba legitimación desde el ejercicio mismo mediante las políticas a implementar. Cosa que logró con creces.
Alguno puede pensar que las notas que siguen están teñidas de subjetividad y tendrán razón. Porque escribo desde mi militancia peronista.
Algo que aprendí en mi camino como comunicador social y en mi incipiente recorrido dentro del periodismo es decir desde dónde miro la realidad en la que convivo.
Se pueden compartir o no mis pareceres, pero aún en esta democracia condicionada, parcial y dirigida creo que las convicciones no deben resignarse.
Los dejo frente a mis pensamientos con el sólo ánimo de colaborar a un debate que creo necesario.
Daniel Mojica
CONFUSIONES
Fuentes habitualmente bien informadas del ámbito científico dejaron trascender que el odio provoca una especie de olvido selectivo en las personas.
Esta particularidad, que todavía no hay coincidencias en considerarlo una patología, provoca en los individuos una característica especial.
No les permite relacionar las palabras y los hechos.
Esto quiere decir que un sector de la sociedad cercano al 51% (según datos de las mismas fuentes) ganados por el odio no están en condiciones de reconocer situaciones o hechos que los han perjudicado en el pasado. Su memoria no reconoce eventos ya vividos que les causaron daño en un tiempo relativamente cercano.
Este segmento de la comunidad no puede discernir cuando un discurso se contradice con los actos. Por ejemplo no es capaz de ver una contradicción cuando una persona dice “voy a respetar la institucionalidad y de inmediato en los hechos viola la Constitución Nacional”, por ejemplo.
Esta parte de la ciudadanía no logra percibir la sutileza que encubre, digamos, “un ajuste en la economía” si se lo nombra “sinceramiento”.
Tampoco puede entender la ironía que encierra el concepto “ahora todos están en condiciones de comprar dos millones de dólares por mes” cuando la gran mayoría de la población tiene sueldos que no superan los veinte mil pesos mensuales.
Es por demás grave esta “particularidad” que afecta a las personas que tienen un nivel de odio importante en su interior. Porque no les permite tomar decisiones saludables para sí mismas y para el conjunto social.
Porque si no entienden que un bien que antes valía, un decir, diez pesos y pasa a valer más de catorce es porque aumentó un 40%.
Peor aún si ese bien que aumentó provoca una escalada de aumentos en la economía doméstica, que arrastra a casi todos los componentes de la canasta familiar.
Es tan grave esto que los afecta, que aún no se considera patología, que se sienten tranquilos cuando les dicen que lo que pretenden con aquellas medidas es “una búsqueda de equilibrio de las variables” cuando en realidad es una devaluación. Pero el odio no se los deja ver.
Es de esperar que se encuentre una cura para esta “característica” aunque si la encuentran y llegan a darse cuenta de lo que provocaron, quizás sea peor el remedio que la enfermedad, como decía mi abuela.
Aunque, siempre es mejor tener conciencia que vivir sumergido en esa maraña de confusiones que vaya a saber uno que medios las provocan. ¿No?
CONFUSIONES 2
Un gran desconcierto recorre las filas oficiales.
Una fuente vinculada a las más altas esferas, y que pidió no ser mencionada, atribuye esta turbación a un motivo de singular importancia para “ellos”.
Cuando pronunció “ellos” hizo expresa mención a quienes siempre se sintieron seguros en las sombras. Manipulando detrás de la escena a distintos personajes de la vida política para que defiendan sus intereses económicos, políticos y corporativos.
Resulta que en los últimos años, “ellos”, quedaron a la vista de toda la sociedad.
No es lo mismo obtener fallos judiciales favorables, devaluaciones oportunas, pesificación de deudas en moneda extranjera, reprimir manifestaciones, fugar divisas, sin que se vea la mano que mueve los hilos de jueces, fiscales, y dirigentes varios.
Una cosa era cuando los golpes de estado resultaban bien vistos y hasta promovidos desde el exterior. O cuando la democracia estaba tan condicionada que nadie se ocupaba de ver más allá de los títulos o noticias de los grandes medios.
Otra, cuando la sociedad aprendió a leer entre líneas, a discernir lo que se dice y lo que se calla en los medios de comunicación.
En tales circunstancias, los funcionarios que “ellos” designaron en las diferentes áreas, se confunden. Olvidan que en democracia, la división de poderes existe y cada uno tiene una función determinada. Que la Constitución está por encima en el orden jurídico nacional y que los Tratados internacionales incorporados a la Ley Suprema tienen rango Constitucional.
Que un decreto no puede derogar una ley. Que por más que a un ministro no le guste la Ley debe cumplirla. O atenerse a las consecuencias.
La mencionada turbación lleva a que pretendan nombrar por decreto jueces de la Corte Suprema. O intervenir, en contra de la Ley, organismos descentralizados y autárquicos. Ante las cámaras hablan de consenso y diálogo, pero hacen gala de un autoritarismo que socava su propia legitimidad.
Están desorientados porque creen que aún tienen la impunidad del anonimato.
Ya no es así. La sociedad, aunque no cuente con los canales suficientes para equilibrar su voz con los gritos que buscan silenciarlos va encontrando senderos para que se la escuche.
Por el bien de la democracia, ojala recapaciten y comiencen a respetar la Constitución y las leyes. Si no ocurre, es seguro que la Patria se los va a demandar.
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD
Hay expresiones que tienen significado propio. Más allá del relato en el que se insertan. Como si por sí solas fueran una toma de posición de quien las emite y trascienden el texto que las contiene. De esa manera fungen como disparadores.
Tal vez como columnas de pensamientos sobre las cuales construir nuevos escenarios de reflexión.
Esto me sucedió con una nota de opinión del periodista Alejandro Horowicz del Lunes 4 de Diciembre en el diario Tiempo Argentino.
Me interpeló.
Allí cita una frase dicha a comienzos de 2009 por Eduardo Duhalde: “El justicialismo tiene un día de la lealtad, el 17 de Octubre, y 364 días de la traición”.
A continuación, el periodista define: “Esta descripción moral contabiliza una renuncia colectiva: una sociedad que abandonó su propio proyecto para dirigirse a cualquier parte, siguiendo una clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”.
Es una contundente definición a la luz del resultado electoral del 22 de Noviembre. Porque no provocó sólo un cambio de gobierno. Abrió la puerta a una experiencia inédita protagonizada por la “clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”. Ahora el gobierno y el poder real están en las mismas manos.
Los sectores que promulgaron una Constitución a medida de sus intereses, llegaron al gobierno por el voto popular. Además violan “su” Constitución.
Podemos tomar la Clasificación de Aristóteles para explicar la democracia, las divide en “Puras e Impuras”:
“1. Cuando el gobierno reside en un solo individuo:
FORMA PURA MONARQUÍA.- Si ese individuo emplea el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, TIRANÍA.- Si utiliza el poder en beneficio exclusivo de si mismo o de sus favoritos.
2. Cuando el gobierno radica en una minoría existe:
FORMA PURA, ARISTOCRACIA.- Si esa minoría usa el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, OLIGARQUÍA.- Si el poder sólo beneficia a la minoría que lo posee
3. Si el poder de mando reside en la mayoría de la colectividad:
FORMA PURA, LA DEMOCRACIA.- Si ese poder favorece a todos por igual.
FORMA IMPURA, DEMAGOGIA.- Se aplica a determinadas clases sociales.”
Una conclusión visto el primer mes de ejercicio gubernamental se puede afirmar que el actual gobierno es una “Tiranía oligárquica demagógica”.
Lo que no se puede decir es que engañó a quienes lo eligieron, como sí sucedió en la década del 90.
Ahora, volviendo a la frase atribuida al ex gobernador, el columnista de Tiempo Argentino argumenta, con la vista puesta en el resultado, electoral y, tal vez repasando la primera reflexión que transcribí : “Una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Muchas preguntas podemos hacernos para acercarnos a una comprensión de esta realidad que emerge con el nuevo gobierno.
Los peronistas ¿se hacen cargo de la definición de Eduardo Duhalde?
En todo caso, “la traición” a la que hace referencia ¿fue de cierta dirigencia, de las bases, una mezcla de ambas? ¿Hubo traición? ¿O falta de escuchar nuevas necesidades que no se transformaron en derechos?
La sociedad como conjunto ¿”abandonó su propio proyecto”?
¿Era “su” proyecto? Tal vez el abandono, si existió, ¿fue por razones ideológicas? ¿Fue por inducción mediática desde las pantallas y “del hartazgo K”?
Esta clase dominante que accede por primera vez por el voto popular ¿será clase dirigente? Dirigir ¿es conducir o llevarse por delante lo que venga para lograr lo buscado?
Realmente no se puede saber si “una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Lo que si puede saberse es que los pueblos que no aprenden de sus errores están condenados a repetirlos. Sobre todo cuando el odio y el revanchismo es el motor que lleva a una clase dominante a suprimir derechos aprobados por la amplia mayoría de los representantes legítimos del pueblo, que se asientan en el Congreso Nacional por decisión soberana.
ESTADO Y PODER JUDICIAL
¿Es sano para la democracia tener un Poder Judicial que sea independiente del proyecto de país que la ciudadanía elige mediante el voto popular?
Desde los tiempos en que la Nación se organizó políticamente existen dos proyectos de país en pugna. A saber: a) El país agroexportador, dependiente de la potencia hegemónica de turno, donde la economía subordina las decisiones políticas en connivencia con intereses ajenos a un desarrollo independiente y en contra del bienestar de las mayorías nacionales; y b) El país soberano, industrializado, con un desarrollo que contemple el bienestar de la mayoría de los argentinos y donde la política subordina a la economía.
En función de esta realidad hay dos ejes que se complementan: la soberanía política y la independencia económica de factores externos.
Es cuando surge la pregunta crucial, en vista de la historia nacional ¿es sano para la democracia un Poder Judicial independiente del Proyecto de País y por ende del rol que este le asigna al Estado?
Si se analiza el papel jugado por el único poder del estado no elegido en forma democrática por la ciudadanía desde la promulgación de la Constitución Nacional (C.N.) de 1853 y sus posteriores reformas (salvo el breve interregno entre 1949 y 1955, cuando rigió la C.N. promulgada durante el primer gobierno peronista), el sistema de justicia respondió siempre a los intereses de las clases dominantes. La República Argentina ha tenido una justicia clasista, para defender el proyecto de país dependiente que pensaron quienes se dividieron el país y se creyeron (y obraron como) los “dueños de la Argentina”.
Durante el breve período antes consignado entre 1949/1955, al menos en el plano de las relaciones laborales la relación de fuerzas dentro de ese ámbito del derecho, se inclinó a favor de los intereses de los trabajadores.
Tal vez no se contó con el tiempo suficiente para cambiar la matriz clasista del Poder Judicial, que persiste en la actualidad.
La República Argentina como parte de un continente colonial, asiste a un sistema de poder que es anterior a la organización nacional y que pervive luego de la recuperación de la democracia de las garras de ese sistema de poder que necesitó provocar el genocidio de una generación para imponer un plan económico y político que dejara afuera a las grandes mayorías nacionales.
Basta con observar la realidad reciente de nuestra América para ver cual es el rol del Poder Judicial en esta parte del planeta. Hay hechos muy significativos: Honduras, donde entre gallos y medianoche se expulsa al presidente Zelaya con la anuencia del Poder Judicial, o en Paraguay con la farsa de juicio que dejó fuera del gobierno al presidente Lugo, legítimamente elegido por su pueblo.
Una mirada por nuestra realidad deja ver que la causa Papel Prensa es cajoneada de manera vergonzosa, el caso de Carlos Blaquier o de Vicente Massot, acusados de ser partícipes civiles de delitos de lesa humanidad son dejados en libertad por “ese” sistema judicial clasista y defensor del sistema de poder que no defiende el bienestar de los ciudadanos que eligen de manera democrática (salvo al Poder Judicial) a su gobierno.
Hay quienes sostienen que el Poder Judicial fue imaginado por Rousseau “para evitar el exceso de la democracia”. ¿No suena parecido a lo que dijo un genocida de 1976 cuando justificó el asesinato de jóvenes aduciendo que tenían “exceso de pensamiento”?
Estas reflexiones llevan a cuestionar el mismo sistema de división de poderes. Porque además de lo antedicho y profundizando el carácter de “clasista” o de casta de dicho poder, ellos no pagan impuestos y son vitalicios en sus funciones. Lo que no parece muy democrático.
Por eso planteo la pregunta ¿Es sano para la democracia tener un Poder Judicial que sea independiente del proyecto de país que la ciudadanía elige mediante el voto popular?
MEMORIA Y CONTEXTO
Hay momentos cruciales. En las historias personales y del país. Algunas veces esos cruces trascendentes atraviesan ambas dimensiones. Donde el futuro del país y el destino personal dependen de la misma decisión.
En esa introspección que cada individuo debe hacer para evaluar ya no tienen (o no deberían) tener cabida los ruidos mediáticos de la parafernalia electoral. Porque por lo general los ruidos aturden cuando cada uno repasa el derrotero de los últimos años. Aquí la memoria es fundamental.
Por eso los medios aturden. Para confundir la memoria y embarullar ese espacio de reflexión necesario donde miramos como en una película cada uno de los últimos eventos que nos marcaron a fuego. Para bien o para mal. Es diferente analizar una película que una foto.
Si vemos la foto de un grupo de personas desesperadas agolpadas contra un banco en actitud de reclamo, podemos inferir varias causas. Pero si recordamos el contexto. Que hubo un mega canje que algunos funcionarios de determinados partidos acordaron con entidades financieras y que le costaron a país cincuenta mil millones de dólares.
Entendemos un poco más. Si le agregamos que en determinados programas, periodistas y funcionarios gubernamentales le decían a la población que esa medida traería tranquilidad y que no había por qué preocuparse. Ya contamos con más elementos que ayuden a decidir.
Porque ya aparecen personas responsables, periodistas que mintieron a sabiendas y funcionarios que pensaron más en beneficiar a los bancos que a los ahorristas. Entonces esa foto se transforma en una película que me brinda información útil para decidir mi futuro y también el futuro del país. Es el contexto.
Es cuestión de estar atentos. Porque algunos medios y candidatos sólo esperan que miremos fotos y escuchemos frases. Que por más lindas palabras que contengan, agreguemos el contexto. Qué hizo ese señor que nos habla como si llegara recién a la política cuando se decidió esa medida que hoy elogia. Como es en su distrito la política que dice que va a implementar en la Nación. Nada más y nada menos.
NO DETENGAMOS LA PELÍCULA
La realidad nacional siempre nos propone estar alertas. No dormirnos sobre los logros obtenidos. Porque estamos en medio de una película que se sigue desarrollando mientras algunos tratan que nos detengamos en la foto del último domingo.
No tenemos que olvidar cuando comenzó este film que protagonizamos los cuarenta millones de argentinos. Las primeras escenas nos llevan al doloroso desenlace del gobierno de la alianza. Muchos de los actores de entonces se han cambiado de ropa con la pretensión de que olvidemos el rol que cumplieron en la pérdida de “la felicidad” que mentaba el entonces presidente por “el milagro” que no llegó.
Si tuviéramos que identificarlos hoy más allá de sus disfraces discursivos y sus máscaras de sonrisa holyboodense basta mentar el color “amarillo” y enseguida se alinean uno junto al otro tratando de ocultar al gurú extranjero que funge de ideólogo de quienes reniegan de la ideología.
Lo bueno de tomar conciencia de esta continuidad es que hay que sumarle la lucha de estos doce años transcurridos desde entonces y mirarnos al espejo con una simple pregunta ¿cómo estamos hoy en comparación con aquel momento?
Todo balance contiene sumas y restas, cosas buenas y cosas no tanto. Alegrías y tristezas. Objetivos cumplidos y metas por conseguir.
Una sola cosa es segura. Si nos quedamos mirando la foto que se empeñan en mostrarnos desde diferentes camarines vamos a perder de vista las metas que nos propusimos y que todavía no logramos.
De esa manera quedaremos detenidos, paralizados. Tratando de analizar cada detalle de la foto. Entonces, como en muchas de las películas que ya vimos, la vuelta al pasado de la felicidad perdida y el milagro que no llegó será un hecho.
Habremos perdido la oportunidad de cumplir con nuestros sueños. Esos que vinieron a proponernos un 25 de Mayo de 2003.
SIMILITUDES. NO CASUALIDADES
Son muchas las opiniones que se han vertido sobre las medidas económicas instrumentadas (por decreto e ignorando al Congreso Nacional) por el gobierno recientemente elegido.
Tal vez habrá muchas más formas de evaluarlas, medirlas, analizarlas para generar una opinión. Que como toda opinión es subjetiva. Hasta puede ser interesada si proviene de dirigentes, legisladores e incluso militantes del gobierno del Frente Para la Victoria.
Una forma de analizar los hechos, las políticas, los anuncios de los funcionarios de gobierno es la comparación con otros momentos de la historia nacional. Para comprender la matriz de las ideas sobre las cuales fueron concebidas y el rumbo que puede vislumbrarse para el futuro de los argentinos.
Quizás comparando las medidas recientemente anunciadas por los miembros del gabinete económico con los ítems subrayado en el texto que sigue; se puedan encontrar las raíces ideológicas de las mismas y sus consecuencias en el cuerpo social de la Nación.
“La Política Económica del Proceso de Reorganización Nacional
Las medidas iniciales
Según consta en los documentos oficiales del gobierno del Proceso, las medidas inmediatas a adoptar en el terreno económico eran definidas vagamente como aquellas "medidas de control de emergencia necesarias para mejorar la situación existente hasta tanto se pueda instrumentar la reactivación económica en forma coherente" (1). En segundo lugar, se mencionaba la elaboración de un plan económico que contemplaba los siguientes objetivos: a) estímulo a la productividad; b) reactivación del aparato productivo; c) control y disminución del déficit presupuestario; d) aliento a las inversiones; e) reversión de la política estatizante; f) búsqueda de la eficiencia en los servicios públicos y empresas del Estado; g) implementación de una política agropecuaria realista; h) reactivación de las obras públicas; i) instrumentación de un adecuado régimen de comercialización; j) impulso a las exportaciones tradicionales y no tradicionales; k) desaceleración de la inflación compatible con el mantenimiento de la actividad económica; l) reordenamiento impositivo.
Los principales objetivos del llamado "Programa de Recuperación, Saneamiento y Expansión de la Economía Argentina" eran los siguientes: i) lograr el saneamiento monetario y financiero indispensable para la modernización y expansión del aparato productivo, lo que garantizaría un crecimiento no inflacionario de la economía; ii) acelerar la tasa de crecimiento económico; iii) alcanzar una razonable distribución del ingreso, preservando el nivel de los salarios, en la medida adecuada a la productividad de la economía.
Más concretamente, las disposiciones centrales del nuevo plan económico incluían: a) fijación de un nuevo nivel de equilibrio de los salarios reales inferiores en un 40% al nivel promedio del quinquenio anterior; b) eliminación de retenciones a la exportación de productos agropecuarios; c) ampliación de un programa de reducción progresiva de los aranceles de importación; d) eliminación de subsidios a las exportaciones no tradicionales, de créditos de fomento y de prestaciones sociales deficitarias (e.g., en las áreas de salud y vivienda); e) incremento de las tarifas de servicios públicos; f) liberalización de los mercados cambiario y financiero; g) financiamiento del déficit público mediante colocación de títulos en el mercado de capitales; h) reducción del gasto, del empleo y del déficit del gobierno; i) privatización de empresas que habían pasado al control estatal (4). “
(Fuente: Revista Siete Días Ilustrados, N° 458, 26 de marzo de 1976.)
ESPECTÁCULO PERVERSO
Los argentinos asistimos a un perverso espectáculo de prestidigitación mediático y político. En tanto la realidad padece la más descarnada cirugía sin anestesia: el trasplante del modelo económico que parió en 1975 Celestino Rodrigo y que vio la luz de la mano de los genocidas de 1976.
El monopolio de la desinformación transforma en virtudes republicanas el avasallamiento de las leyes y la violación de la Constitución Nacional.
Convierten la salvaje represión contra los trabajadores en una “defensa de la integridad del personal de seguridad”.
El Poder Judicial espía por debajo de la venda para blandir su espada siempre en contra de los mismos sectores sociales.
Los funcionarios anuncian con frialdad psicopática que hay que elegir entre empleo y salarios. Luego de producir una devaluación de más del 40% de la que no se hacen cargo.
Transcurrió el primer mes con decretos a repetición, silenciaron voces disidentes, dinamitaron el poder adquisitivo de quienes viven de un salario fijo. Realizaron la mayor transferencia de recursos de los trabajadores hacia los sectores dominantes.
Aún así hay “especialistas” que se atreven a decir que el gobierno se quedó corto con el “sinceramiento”.
El cinismo de los amanuenses del poder no tiene límites.
El pueblo espera que el mejor peronismo resurja desde las previsibles internas para poner las cosas en su lugar.
Pobreza cero es un eslogan de campaña. Vamos por la justicia social.
CARTA ABIERTA AL PODER JUDICIAL
Los argentinos hemos votado democráticamente un gobierno que ha prometido: pobreza cero, la unión de los argentinos, la defensa de las instituciones, entre otras cosas, como no buscar colocar jueces de su misma procedencia política.
Luego de pasado más de un mes de ejercicio del poder delegado por el pueblo nos encontramos con el Congreso Nacional clausurado de hecho, con nombramientos contrarios a las leyes y tratados internacionales y violación de la Constitución Nacional al no respetarse los tratados incluidos en ella.
Además de la represión a quienes ejercen su derecho de peticionar a las autoridades.
Pregunto a los funcionarios judiciales en pleno ejercicio de sus facultades y asumiendo su total independencia respecto de otros poderes del Estado y del poder económico concentrado de las corporaciones empresarias, económicas y financieras ¿no les cabe a los funcionarios elegidos para ejercer democráticamente su tarea de gobierno respetando y haciendo respetar la Constitución Nacional, ninguna de las prescripciones constitucionales y legales que se enumeran a continuación? A saber:
“La Constitución Nacional condena como infames traidores a la patria, según el artículo 29, a quienes formulen, consientan o firmen, facultades extraordinarias, la suma del poder público, o supremacías a ningún gobierno; sobre la vida, el patrimonio o el honor de los argentinos.”
“La Ley 23.077 del año 1984, modificó el Código Penal adecuándolo a delitos que si bien estaban enunciados en la Constitución Nacional, no estaban debidamente tipificados en el Código Penal.
“Es así que el art. 6º establece:
“ARTICULO 6º – Modificase el artículo 226 del Código Penal, conforme al siguiente texto:
“Artículo 226. – Serán reprimidos con prisión de cinco a quince años los que se alzaren en armas para cambiar la Constitución, deponer alguno de los poderes públicos del Gobierno nacional, arrancarle alguna medida o concesión o impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales o su formación o renovación en los términos y formas legales.
“Si el hecho descrito en el párrafo anterior fuese perpetrado con el fin de cambiar de modo permanente el sistema democrático de Gobierno, suprimir la organización federal, eliminar la división de poderes, abrogar los derechos fundamentales de la persona humana o suprimir o menoscabar, aunque sea temporariamente, la independencia económica de la Nación, la pena será de ocho a veinticinco años de prisión.
NOTA: Lo único que falta es “que se alzaren en armas”.
“Y complementando a este:
“ARTICULO 8º – Agrégase al Código Penal como artículo 227 bis, el siguiente:
“Artículo 227 bis. – Serán reprimidos con las penas establecidas en el artículo 215 para los traidores a la patria, con la disminución del Artículo 46, los miembros de alguno de los tres poderes del Estado nacional o las provincias que consintieran la consumación de los hechos descritos en el artículo 226, continuando en sus funciones o asumiéndolas luego de modificada por la fuerza la Constitución o depuesto alguno de los poderes públicos, o haciendo cumplir las medidas dispuestas por quienes usurpen tales poderes.
Se aplicará de uno a ocho años de prisión o reclusión e inhabilitación absoluta por el doble de la condena, a quienes, en los casos previstos, en el párrafo anterior, aceptaren colaborar continuando en funciones o asumiéndolas, con las autoridades de facto, en algunos de los siguientes cargos; ministros, secretarios de estado, subsecretarios, directores generales o nacionales o de jerarquía equivalente en el orden nacional, provincial o municipal, presidente, vicepresidente, vocales o miembros de directores de organismos, descentralizados o autárquicos o de bancos oficiales o de empresas del Estado, sociedades del Estado, sociedades de economía mixta, o de sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, o de entes públicos equivalentes a los enumerados en el orden nacional, provincial o municipal, embajadores, rectores o decanos de universidades nacionales o provinciales, miembros de las fuerzas armadas o de policía o de organismos de seguridad en grado de jefes o equivalentes, intendentes municipales, o miembros del ministerio público fiscal de cualquier jerarquía o fuero, personal jerárquico del Parlamento Nacional y de las legislaturas provinciales.
Si las autoridades de facto crearen diferentes jerarquías administrativas o cambiaren las denominaciones de las funciones señaladas en el párrafo anterior, la pena se aplicará a quienes las desempeñen, atendiendo a la análoga naturaleza y contenido de los cargos con relación a los actuales.
Tal vez suene exagerado a tan poco tiempo de asumido el gobierno democráticamente elegido. Pero es este breve período ha desatado una inflación desmesurada, ha dinamitado el poder adquisitivo de quienes viven por un salario fijo, ha abusado de decretos contrariando y/o violando leyes, tratados y la misma Constitución nacional, ha puesto en lugares estratégicos a funcionarios procesador por haber endeudado a la nación en más de 60 mil millones de dólares con el llamado “mega canje” y parece que el Ejecutivo va en el mismo camino. Facilitado por la clausura de hecho del Congreso de la nación.
Acaban de habilitar el derribo de aviones sospechados de cometer ilícitos, en una suerte de pena de muerte encubierta prohibida expresamente por nuestra Constitución.
¡Hasta cuando habrá que esperar? ¿Hasta que el daño sea irreversible?
¡Será justicia?
PERONISMO Y SOBERANIA
Hay una línea histórica que nos atraviesa como Nación. Es la vocación de ser libres de toda dominación extranjera. Es el legado de los grandes líderes de nuestra América: José de San Martín, Simón Bolívar, Antonio José Sucre, Manuel Belgrano, Gervasio Artigas, José Martí, José Gabriel Condorcanqui (Tupac Amaru) y tantos otros.
Porque nuestro destino fue y será la gran Nación que ellos soñaron y que nos toca hacer realidad.
También hay una línea antagónica, la de los cipayos servidores de las potencias coloniales que sirven a los intereses imperiales de cada época. Que se oponen a aquel espíritu libertario.
Entonces como ahora los imperios contaron y cuentan con traidores autóctonos que defendieron y defienden motivaciones ajenas al bienestar de las grandes mayorías.
Estas circunstancias trascienden muchas veces las identidades partidarias que los poderes concentrados quisieran ver cristalizadas en una alternancia entre organizaciones que sirvan para dar una apariencia democrática. Cuando en realidad sólo representarían diferentes maneras de dependencia. Más o menos ostensible.
En realidad dichas identidades tienen que ver con la coherencia de las convicciones de los dirigentes y la lealtad a los principios que dicen sostener, y sostienen con los hechos.
Ya que ningún partido político propicia abiertamente la aceptación del vasallaje a las potencias dominantes.
En el caso del peronismo hay un expreso mandato que tiene como objetivo la liberación nacional. Porque su doctrina expresa la construcción de una patria justa, libre y soberana. Cuya meta es la justicia social y la felicidad del pueblo.
Estas no son expresiones abstractas. Hay una memoria histórica de que ello es posible.
Ese objetivo tiene mojones previos que se pueden sintetizar en una sentencia de Eva Perón “donde hay una necesidad nace un derecho”. Esto Significa que mientras haya una necesidad, mientras haya un solo compatriota con hambre o sin sus derechos básicos (trabajo, vivienda, salud, esparcimiento) satisfechos, la tarea no termina.
Hoy tenemos un gobierno que va en sentido contrario al bienestar mayoritario.
No es necesario ser peronista para darse cuenta. Tampoco quiere decir que sólo el peronismo debe encontrar la forma, los caminos, las alternativas dentro de la Constitución, las leyes y los Tratados Internacionales para encauzar el rumbo de la Nación y sacarla de la telaraña del colonialismo del siglo XXI hacia donde nos están conduciendo los poderes concentrados internos y externos.
Daniel Mojica
Lo que comparto a continuación son preguntas, inquietudes, pensamientos, dolores, dudas y certezas a menos de dos meses de la asunción de nuevo gobierno elegido democráticamente.
¿La legalidad de origen es lo mismo que la legitimidad política que se logra con medidas que benefician a las grandes mayorías?
Con el fresco recuerdo de un gobierno que allá por el 2003 asumió con menos votos que el índice de desempleo. Con una legalidad que reclamaba legitimación desde el ejercicio mismo mediante las políticas a implementar. Cosa que logró con creces.
Alguno puede pensar que las notas que siguen están teñidas de subjetividad y tendrán razón. Porque escribo desde mi militancia peronista.
Algo que aprendí en mi camino como comunicador social y en mi incipiente recorrido dentro del periodismo es decir desde dónde miro la realidad en la que convivo.
Se pueden compartir o no mis pareceres, pero aún en esta democracia condicionada, parcial y dirigida creo que las convicciones no deben resignarse.
Los dejo frente a mis pensamientos con el sólo ánimo de colaborar a un debate que creo necesario.
Daniel Mojica
CONFUSIONES
Fuentes habitualmente bien informadas del ámbito científico dejaron trascender que el odio provoca una especie de olvido selectivo en las personas.
Esta particularidad, que todavía no hay coincidencias en considerarlo una patología, provoca en los individuos una característica especial.
No les permite relacionar las palabras y los hechos.
Esto quiere decir que un sector de la sociedad cercano al 51% (según datos de las mismas fuentes) ganados por el odio no están en condiciones de reconocer situaciones o hechos que los han perjudicado en el pasado. Su memoria no reconoce eventos ya vividos que les causaron daño en un tiempo relativamente cercano.
Este segmento de la comunidad no puede discernir cuando un discurso se contradice con los actos. Por ejemplo no es capaz de ver una contradicción cuando una persona dice “voy a respetar la institucionalidad y de inmediato en los hechos viola la Constitución Nacional”, por ejemplo.
Esta parte de la ciudadanía no logra percibir la sutileza que encubre, digamos, “un ajuste en la economía” si se lo nombra “sinceramiento”.
Tampoco puede entender la ironía que encierra el concepto “ahora todos están en condiciones de comprar dos millones de dólares por mes” cuando la gran mayoría de la población tiene sueldos que no superan los veinte mil pesos mensuales.
Es por demás grave esta “particularidad” que afecta a las personas que tienen un nivel de odio importante en su interior. Porque no les permite tomar decisiones saludables para sí mismas y para el conjunto social.
Porque si no entienden que un bien que antes valía, un decir, diez pesos y pasa a valer más de catorce es porque aumentó un 40%.
Peor aún si ese bien que aumentó provoca una escalada de aumentos en la economía doméstica, que arrastra a casi todos los componentes de la canasta familiar.
Es tan grave esto que los afecta, que aún no se considera patología, que se sienten tranquilos cuando les dicen que lo que pretenden con aquellas medidas es “una búsqueda de equilibrio de las variables” cuando en realidad es una devaluación. Pero el odio no se los deja ver.
Es de esperar que se encuentre una cura para esta “característica” aunque si la encuentran y llegan a darse cuenta de lo que provocaron, quizás sea peor el remedio que la enfermedad, como decía mi abuela.
Aunque, siempre es mejor tener conciencia que vivir sumergido en esa maraña de confusiones que vaya a saber uno que medios las provocan. ¿No?
CONFUSIONES 2
Un gran desconcierto recorre las filas oficiales.
Una fuente vinculada a las más altas esferas, y que pidió no ser mencionada, atribuye esta turbación a un motivo de singular importancia para “ellos”.
Cuando pronunció “ellos” hizo expresa mención a quienes siempre se sintieron seguros en las sombras. Manipulando detrás de la escena a distintos personajes de la vida política para que defiendan sus intereses económicos, políticos y corporativos.
Resulta que en los últimos años, “ellos”, quedaron a la vista de toda la sociedad.
No es lo mismo obtener fallos judiciales favorables, devaluaciones oportunas, pesificación de deudas en moneda extranjera, reprimir manifestaciones, fugar divisas, sin que se vea la mano que mueve los hilos de jueces, fiscales, y dirigentes varios.
Una cosa era cuando los golpes de estado resultaban bien vistos y hasta promovidos desde el exterior. O cuando la democracia estaba tan condicionada que nadie se ocupaba de ver más allá de los títulos o noticias de los grandes medios.
Otra, cuando la sociedad aprendió a leer entre líneas, a discernir lo que se dice y lo que se calla en los medios de comunicación.
En tales circunstancias, los funcionarios que “ellos” designaron en las diferentes áreas, se confunden. Olvidan que en democracia, la división de poderes existe y cada uno tiene una función determinada. Que la Constitución está por encima en el orden jurídico nacional y que los Tratados internacionales incorporados a la Ley Suprema tienen rango Constitucional.
Que un decreto no puede derogar una ley. Que por más que a un ministro no le guste la Ley debe cumplirla. O atenerse a las consecuencias.
La mencionada turbación lleva a que pretendan nombrar por decreto jueces de la Corte Suprema. O intervenir, en contra de la Ley, organismos descentralizados y autárquicos. Ante las cámaras hablan de consenso y diálogo, pero hacen gala de un autoritarismo que socava su propia legitimidad.
Están desorientados porque creen que aún tienen la impunidad del anonimato.
Ya no es así. La sociedad, aunque no cuente con los canales suficientes para equilibrar su voz con los gritos que buscan silenciarlos va encontrando senderos para que se la escuche.
Por el bien de la democracia, ojala recapaciten y comiencen a respetar la Constitución y las leyes. Si no ocurre, es seguro que la Patria se los va a demandar.
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD
Hay expresiones que tienen significado propio. Más allá del relato en el que se insertan. Como si por sí solas fueran una toma de posición de quien las emite y trascienden el texto que las contiene. De esa manera fungen como disparadores.
Tal vez como columnas de pensamientos sobre las cuales construir nuevos escenarios de reflexión.
Esto me sucedió con una nota de opinión del periodista Alejandro Horowicz del Lunes 4 de Diciembre en el diario Tiempo Argentino.
Me interpeló.
Allí cita una frase dicha a comienzos de 2009 por Eduardo Duhalde: “El justicialismo tiene un día de la lealtad, el 17 de Octubre, y 364 días de la traición”.
A continuación, el periodista define: “Esta descripción moral contabiliza una renuncia colectiva: una sociedad que abandonó su propio proyecto para dirigirse a cualquier parte, siguiendo una clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”.
Es una contundente definición a la luz del resultado electoral del 22 de Noviembre. Porque no provocó sólo un cambio de gobierno. Abrió la puerta a una experiencia inédita protagonizada por la “clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”. Ahora el gobierno y el poder real están en las mismas manos.
Los sectores que promulgaron una Constitución a medida de sus intereses, llegaron al gobierno por el voto popular. Además violan “su” Constitución.
Podemos tomar la Clasificación de Aristóteles para explicar la democracia, las divide en “Puras e Impuras”:
“1. Cuando el gobierno reside en un solo individuo:
FORMA PURA MONARQUÍA.- Si ese individuo emplea el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, TIRANÍA.- Si utiliza el poder en beneficio exclusivo de si mismo o de sus favoritos.
2. Cuando el gobierno radica en una minoría existe:
FORMA PURA, ARISTOCRACIA.- Si esa minoría usa el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, OLIGARQUÍA.- Si el poder sólo beneficia a la minoría que lo posee
3. Si el poder de mando reside en la mayoría de la colectividad:
FORMA PURA, LA DEMOCRACIA.- Si ese poder favorece a todos por igual.
FORMA IMPURA, DEMAGOGIA.- Se aplica a determinadas clases sociales.”
Una conclusión visto el primer mes de ejercicio gubernamental se puede afirmar que el actual gobierno es una “Tiranía oligárquica demagógica”.
Lo que no se puede decir es que engañó a quienes lo eligieron, como sí sucedió en la década del 90.
Ahora, volviendo a la frase atribuida al ex gobernador, el columnista de Tiempo Argentino argumenta, con la vista puesta en el resultado, electoral y, tal vez repasando la primera reflexión que transcribí : “Una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Muchas preguntas podemos hacernos para acercarnos a una comprensión de esta realidad que emerge con el nuevo gobierno.
Los peronistas ¿se hacen cargo de la definición de Eduardo Duhalde?
En todo caso, “la traición” a la que hace referencia ¿fue de cierta dirigencia, de las bases, una mezcla de ambas? ¿Hubo traición? ¿O falta de escuchar nuevas necesidades que no se transformaron en derechos?
La sociedad como conjunto ¿”abandonó su propio proyecto”?
¿Era “su” proyecto? Tal vez el abandono, si existió, ¿fue por razones ideológicas? ¿Fue por inducción mediática desde las pantallas y “del hartazgo K”?
Esta clase dominante que accede por primera vez por el voto popular ¿será clase dirigente? Dirigir ¿es conducir o llevarse por delante lo que venga para lograr lo buscado?
Realmente no se puede saber si “una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Lo que si puede saberse es que los pueblos que no aprenden de sus errores están condenados a repetirlos. Sobre todo cuando el odio y el revanchismo es el motor que lleva a una clase dominante a suprimir derechos aprobados por la amplia mayoría de los representantes legítimos del pueblo, que se asientan en el Congreso Nacional por decisión soberana.
ESTADO Y PODER JUDICIAL
¿Es sano para la democracia tener un Poder Judicial que sea independiente del proyecto de país que la ciudadanía elige mediante el voto popular?
Desde los tiempos en que la Nación se organizó políticamente existen dos proyectos de país en pugna. A saber: a) El país agroexportador, dependiente de la potencia hegemónica de turno, donde la economía subordina las decisiones políticas en connivencia con intereses ajenos a un desarrollo independiente y en contra del bienestar de las mayorías nacionales; y b) El país soberano, industrializado, con un desarrollo que contemple el bienestar de la mayoría de los argentinos y donde la política subordina a la economía.
En función de esta realidad hay dos ejes que se complementan: la soberanía política y la independencia económica de factores externos.
Es cuando surge la pregunta crucial, en vista de la historia nacional ¿es sano para la democracia un Poder Judicial independiente del Proyecto de País y por ende del rol que este le asigna al Estado?
Si se analiza el papel jugado por el único poder del estado no elegido en forma democrática por la ciudadanía desde la promulgación de la Constitución Nacional (C.N.) de 1853 y sus posteriores reformas (salvo el breve interregno entre 1949 y 1955, cuando rigió la C.N. promulgada durante el primer gobierno peronista), el sistema de justicia respondió siempre a los intereses de las clases dominantes. La República Argentina ha tenido una justicia clasista, para defender el proyecto de país dependiente que pensaron quienes se dividieron el país y se creyeron (y obraron como) los “dueños de la Argentina”.
Durante el breve período antes consignado entre 1949/1955, al menos en el plano de las relaciones laborales la relación de fuerzas dentro de ese ámbito del derecho, se inclinó a favor de los intereses de los trabajadores.
Tal vez no se contó con el tiempo suficiente para cambiar la matriz clasista del Poder Judicial, que persiste en la actualidad.
La República Argentina como parte de un continente colonial, asiste a un sistema de poder que es anterior a la organización nacional y que pervive luego de la recuperación de la democracia de las garras de ese sistema de poder que necesitó provocar el genocidio de una generación para imponer un plan económico y político que dejara afuera a las grandes mayorías nacionales.
Basta con observar la realidad reciente de nuestra América para ver cual es el rol del Poder Judicial en esta parte del planeta. Hay hechos muy significativos: Honduras, donde entre gallos y medianoche se expulsa al presidente Zelaya con la anuencia del Poder Judicial, o en Paraguay con la farsa de juicio que dejó fuera del gobierno al presidente Lugo, legítimamente elegido por su pueblo.
Una mirada por nuestra realidad deja ver que la causa Papel Prensa es cajoneada de manera vergonzosa, el caso de Carlos Blaquier o de Vicente Massot, acusados de ser partícipes civiles de delitos de lesa humanidad son dejados en libertad por “ese” sistema judicial clasista y defensor del sistema de poder que no defiende el bienestar de los ciudadanos que eligen de manera democrática (salvo al Poder Judicial) a su gobierno.
Hay quienes sostienen que el Poder Judicial fue imaginado por Rousseau “para evitar el exceso de la democracia”. ¿No suena parecido a lo que dijo un genocida de 1976 cuando justificó el asesinato de jóvenes aduciendo que tenían “exceso de pensamiento”?
Estas reflexiones llevan a cuestionar el mismo sistema de división de poderes. Porque además de lo antedicho y profundizando el carácter de “clasista” o de casta de dicho poder, ellos no pagan impuestos y son vitalicios en sus funciones. Lo que no parece muy democrático.
Por eso planteo la pregunta ¿Es sano para la democracia tener un Poder Judicial que sea independiente del proyecto de país que la ciudadanía elige mediante el voto popular?
MEMORIA Y CONTEXTO
Hay momentos cruciales. En las historias personales y del país. Algunas veces esos cruces trascendentes atraviesan ambas dimensiones. Donde el futuro del país y el destino personal dependen de la misma decisión.
En esa introspección que cada individuo debe hacer para evaluar ya no tienen (o no deberían) tener cabida los ruidos mediáticos de la parafernalia electoral. Porque por lo general los ruidos aturden cuando cada uno repasa el derrotero de los últimos años. Aquí la memoria es fundamental.
Por eso los medios aturden. Para confundir la memoria y embarullar ese espacio de reflexión necesario donde miramos como en una película cada uno de los últimos eventos que nos marcaron a fuego. Para bien o para mal. Es diferente analizar una película que una foto.
Si vemos la foto de un grupo de personas desesperadas agolpadas contra un banco en actitud de reclamo, podemos inferir varias causas. Pero si recordamos el contexto. Que hubo un mega canje que algunos funcionarios de determinados partidos acordaron con entidades financieras y que le costaron a país cincuenta mil millones de dólares.
Entendemos un poco más. Si le agregamos que en determinados programas, periodistas y funcionarios gubernamentales le decían a la población que esa medida traería tranquilidad y que no había por qué preocuparse. Ya contamos con más elementos que ayuden a decidir.
Porque ya aparecen personas responsables, periodistas que mintieron a sabiendas y funcionarios que pensaron más en beneficiar a los bancos que a los ahorristas. Entonces esa foto se transforma en una película que me brinda información útil para decidir mi futuro y también el futuro del país. Es el contexto.
Es cuestión de estar atentos. Porque algunos medios y candidatos sólo esperan que miremos fotos y escuchemos frases. Que por más lindas palabras que contengan, agreguemos el contexto. Qué hizo ese señor que nos habla como si llegara recién a la política cuando se decidió esa medida que hoy elogia. Como es en su distrito la política que dice que va a implementar en la Nación. Nada más y nada menos.
NO DETENGAMOS LA PELÍCULA
La realidad nacional siempre nos propone estar alertas. No dormirnos sobre los logros obtenidos. Porque estamos en medio de una película que se sigue desarrollando mientras algunos tratan que nos detengamos en la foto del último domingo.
No tenemos que olvidar cuando comenzó este film que protagonizamos los cuarenta millones de argentinos. Las primeras escenas nos llevan al doloroso desenlace del gobierno de la alianza. Muchos de los actores de entonces se han cambiado de ropa con la pretensión de que olvidemos el rol que cumplieron en la pérdida de “la felicidad” que mentaba el entonces presidente por “el milagro” que no llegó.
Si tuviéramos que identificarlos hoy más allá de sus disfraces discursivos y sus máscaras de sonrisa holyboodense basta mentar el color “amarillo” y enseguida se alinean uno junto al otro tratando de ocultar al gurú extranjero que funge de ideólogo de quienes reniegan de la ideología.
Lo bueno de tomar conciencia de esta continuidad es que hay que sumarle la lucha de estos doce años transcurridos desde entonces y mirarnos al espejo con una simple pregunta ¿cómo estamos hoy en comparación con aquel momento?
Todo balance contiene sumas y restas, cosas buenas y cosas no tanto. Alegrías y tristezas. Objetivos cumplidos y metas por conseguir.
Una sola cosa es segura. Si nos quedamos mirando la foto que se empeñan en mostrarnos desde diferentes camarines vamos a perder de vista las metas que nos propusimos y que todavía no logramos.
De esa manera quedaremos detenidos, paralizados. Tratando de analizar cada detalle de la foto. Entonces, como en muchas de las películas que ya vimos, la vuelta al pasado de la felicidad perdida y el milagro que no llegó será un hecho.
Habremos perdido la oportunidad de cumplir con nuestros sueños. Esos que vinieron a proponernos un 25 de Mayo de 2003.
SIMILITUDES. NO CASUALIDADES
Son muchas las opiniones que se han vertido sobre las medidas económicas instrumentadas (por decreto e ignorando al Congreso Nacional) por el gobierno recientemente elegido.
Tal vez habrá muchas más formas de evaluarlas, medirlas, analizarlas para generar una opinión. Que como toda opinión es subjetiva. Hasta puede ser interesada si proviene de dirigentes, legisladores e incluso militantes del gobierno del Frente Para la Victoria.
Una forma de analizar los hechos, las políticas, los anuncios de los funcionarios de gobierno es la comparación con otros momentos de la historia nacional. Para comprender la matriz de las ideas sobre las cuales fueron concebidas y el rumbo que puede vislumbrarse para el futuro de los argentinos.
Quizás comparando las medidas recientemente anunciadas por los miembros del gabinete económico con los ítems subrayado en el texto que sigue; se puedan encontrar las raíces ideológicas de las mismas y sus consecuencias en el cuerpo social de la Nación.
“La Política Económica del Proceso de Reorganización Nacional
Las medidas iniciales
Según consta en los documentos oficiales del gobierno del Proceso, las medidas inmediatas a adoptar en el terreno económico eran definidas vagamente como aquellas "medidas de control de emergencia necesarias para mejorar la situación existente hasta tanto se pueda instrumentar la reactivación económica en forma coherente" (1). En segundo lugar, se mencionaba la elaboración de un plan económico que contemplaba los siguientes objetivos: a) estímulo a la productividad; b) reactivación del aparato productivo; c) control y disminución del déficit presupuestario; d) aliento a las inversiones; e) reversión de la política estatizante; f) búsqueda de la eficiencia en los servicios públicos y empresas del Estado; g) implementación de una política agropecuaria realista; h) reactivación de las obras públicas; i) instrumentación de un adecuado régimen de comercialización; j) impulso a las exportaciones tradicionales y no tradicionales; k) desaceleración de la inflación compatible con el mantenimiento de la actividad económica; l) reordenamiento impositivo.
Los principales objetivos del llamado "Programa de Recuperación, Saneamiento y Expansión de la Economía Argentina" eran los siguientes: i) lograr el saneamiento monetario y financiero indispensable para la modernización y expansión del aparato productivo, lo que garantizaría un crecimiento no inflacionario de la economía; ii) acelerar la tasa de crecimiento económico; iii) alcanzar una razonable distribución del ingreso, preservando el nivel de los salarios, en la medida adecuada a la productividad de la economía.
Más concretamente, las disposiciones centrales del nuevo plan económico incluían: a) fijación de un nuevo nivel de equilibrio de los salarios reales inferiores en un 40% al nivel promedio del quinquenio anterior; b) eliminación de retenciones a la exportación de productos agropecuarios; c) ampliación de un programa de reducción progresiva de los aranceles de importación; d) eliminación de subsidios a las exportaciones no tradicionales, de créditos de fomento y de prestaciones sociales deficitarias (e.g., en las áreas de salud y vivienda); e) incremento de las tarifas de servicios públicos; f) liberalización de los mercados cambiario y financiero; g) financiamiento del déficit público mediante colocación de títulos en el mercado de capitales; h) reducción del gasto, del empleo y del déficit del gobierno; i) privatización de empresas que habían pasado al control estatal (4). “
(Fuente: Revista Siete Días Ilustrados, N° 458, 26 de marzo de 1976.)
ESPECTÁCULO PERVERSO
Los argentinos asistimos a un perverso espectáculo de prestidigitación mediático y político. En tanto la realidad padece la más descarnada cirugía sin anestesia: el trasplante del modelo económico que parió en 1975 Celestino Rodrigo y que vio la luz de la mano de los genocidas de 1976.
El monopolio de la desinformación transforma en virtudes republicanas el avasallamiento de las leyes y la violación de la Constitución Nacional.
Convierten la salvaje represión contra los trabajadores en una “defensa de la integridad del personal de seguridad”.
El Poder Judicial espía por debajo de la venda para blandir su espada siempre en contra de los mismos sectores sociales.
Los funcionarios anuncian con frialdad psicopática que hay que elegir entre empleo y salarios. Luego de producir una devaluación de más del 40% de la que no se hacen cargo.
Transcurrió el primer mes con decretos a repetición, silenciaron voces disidentes, dinamitaron el poder adquisitivo de quienes viven de un salario fijo. Realizaron la mayor transferencia de recursos de los trabajadores hacia los sectores dominantes.
Aún así hay “especialistas” que se atreven a decir que el gobierno se quedó corto con el “sinceramiento”.
El cinismo de los amanuenses del poder no tiene límites.
El pueblo espera que el mejor peronismo resurja desde las previsibles internas para poner las cosas en su lugar.
Pobreza cero es un eslogan de campaña. Vamos por la justicia social.
CARTA ABIERTA AL PODER JUDICIAL
Los argentinos hemos votado democráticamente un gobierno que ha prometido: pobreza cero, la unión de los argentinos, la defensa de las instituciones, entre otras cosas, como no buscar colocar jueces de su misma procedencia política.
Luego de pasado más de un mes de ejercicio del poder delegado por el pueblo nos encontramos con el Congreso Nacional clausurado de hecho, con nombramientos contrarios a las leyes y tratados internacionales y violación de la Constitución Nacional al no respetarse los tratados incluidos en ella.
Además de la represión a quienes ejercen su derecho de peticionar a las autoridades.
Pregunto a los funcionarios judiciales en pleno ejercicio de sus facultades y asumiendo su total independencia respecto de otros poderes del Estado y del poder económico concentrado de las corporaciones empresarias, económicas y financieras ¿no les cabe a los funcionarios elegidos para ejercer democráticamente su tarea de gobierno respetando y haciendo respetar la Constitución Nacional, ninguna de las prescripciones constitucionales y legales que se enumeran a continuación? A saber:
“La Constitución Nacional condena como infames traidores a la patria, según el artículo 29, a quienes formulen, consientan o firmen, facultades extraordinarias, la suma del poder público, o supremacías a ningún gobierno; sobre la vida, el patrimonio o el honor de los argentinos.”
“La Ley 23.077 del año 1984, modificó el Código Penal adecuándolo a delitos que si bien estaban enunciados en la Constitución Nacional, no estaban debidamente tipificados en el Código Penal.
“Es así que el art. 6º establece:
“ARTICULO 6º – Modificase el artículo 226 del Código Penal, conforme al siguiente texto:
“Artículo 226. – Serán reprimidos con prisión de cinco a quince años los que se alzaren en armas para cambiar la Constitución, deponer alguno de los poderes públicos del Gobierno nacional, arrancarle alguna medida o concesión o impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales o su formación o renovación en los términos y formas legales.
“Si el hecho descrito en el párrafo anterior fuese perpetrado con el fin de cambiar de modo permanente el sistema democrático de Gobierno, suprimir la organización federal, eliminar la división de poderes, abrogar los derechos fundamentales de la persona humana o suprimir o menoscabar, aunque sea temporariamente, la independencia económica de la Nación, la pena será de ocho a veinticinco años de prisión.
NOTA: Lo único que falta es “que se alzaren en armas”.
“Y complementando a este:
“ARTICULO 8º – Agrégase al Código Penal como artículo 227 bis, el siguiente:
“Artículo 227 bis. – Serán reprimidos con las penas establecidas en el artículo 215 para los traidores a la patria, con la disminución del Artículo 46, los miembros de alguno de los tres poderes del Estado nacional o las provincias que consintieran la consumación de los hechos descritos en el artículo 226, continuando en sus funciones o asumiéndolas luego de modificada por la fuerza la Constitución o depuesto alguno de los poderes públicos, o haciendo cumplir las medidas dispuestas por quienes usurpen tales poderes.
Se aplicará de uno a ocho años de prisión o reclusión e inhabilitación absoluta por el doble de la condena, a quienes, en los casos previstos, en el párrafo anterior, aceptaren colaborar continuando en funciones o asumiéndolas, con las autoridades de facto, en algunos de los siguientes cargos; ministros, secretarios de estado, subsecretarios, directores generales o nacionales o de jerarquía equivalente en el orden nacional, provincial o municipal, presidente, vicepresidente, vocales o miembros de directores de organismos, descentralizados o autárquicos o de bancos oficiales o de empresas del Estado, sociedades del Estado, sociedades de economía mixta, o de sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, o de entes públicos equivalentes a los enumerados en el orden nacional, provincial o municipal, embajadores, rectores o decanos de universidades nacionales o provinciales, miembros de las fuerzas armadas o de policía o de organismos de seguridad en grado de jefes o equivalentes, intendentes municipales, o miembros del ministerio público fiscal de cualquier jerarquía o fuero, personal jerárquico del Parlamento Nacional y de las legislaturas provinciales.
Si las autoridades de facto crearen diferentes jerarquías administrativas o cambiaren las denominaciones de las funciones señaladas en el párrafo anterior, la pena se aplicará a quienes las desempeñen, atendiendo a la análoga naturaleza y contenido de los cargos con relación a los actuales.
Tal vez suene exagerado a tan poco tiempo de asumido el gobierno democráticamente elegido. Pero es este breve período ha desatado una inflación desmesurada, ha dinamitado el poder adquisitivo de quienes viven por un salario fijo, ha abusado de decretos contrariando y/o violando leyes, tratados y la misma Constitución nacional, ha puesto en lugares estratégicos a funcionarios procesador por haber endeudado a la nación en más de 60 mil millones de dólares con el llamado “mega canje” y parece que el Ejecutivo va en el mismo camino. Facilitado por la clausura de hecho del Congreso de la nación.
Acaban de habilitar el derribo de aviones sospechados de cometer ilícitos, en una suerte de pena de muerte encubierta prohibida expresamente por nuestra Constitución.
¡Hasta cuando habrá que esperar? ¿Hasta que el daño sea irreversible?
¡Será justicia?
PERONISMO Y SOBERANIA
Hay una línea histórica que nos atraviesa como Nación. Es la vocación de ser libres de toda dominación extranjera. Es el legado de los grandes líderes de nuestra América: José de San Martín, Simón Bolívar, Antonio José Sucre, Manuel Belgrano, Gervasio Artigas, José Martí, José Gabriel Condorcanqui (Tupac Amaru) y tantos otros.
Porque nuestro destino fue y será la gran Nación que ellos soñaron y que nos toca hacer realidad.
También hay una línea antagónica, la de los cipayos servidores de las potencias coloniales que sirven a los intereses imperiales de cada época. Que se oponen a aquel espíritu libertario.
Entonces como ahora los imperios contaron y cuentan con traidores autóctonos que defendieron y defienden motivaciones ajenas al bienestar de las grandes mayorías.
Estas circunstancias trascienden muchas veces las identidades partidarias que los poderes concentrados quisieran ver cristalizadas en una alternancia entre organizaciones que sirvan para dar una apariencia democrática. Cuando en realidad sólo representarían diferentes maneras de dependencia. Más o menos ostensible.
En realidad dichas identidades tienen que ver con la coherencia de las convicciones de los dirigentes y la lealtad a los principios que dicen sostener, y sostienen con los hechos.
Ya que ningún partido político propicia abiertamente la aceptación del vasallaje a las potencias dominantes.
En el caso del peronismo hay un expreso mandato que tiene como objetivo la liberación nacional. Porque su doctrina expresa la construcción de una patria justa, libre y soberana. Cuya meta es la justicia social y la felicidad del pueblo.
Estas no son expresiones abstractas. Hay una memoria histórica de que ello es posible.
Ese objetivo tiene mojones previos que se pueden sintetizar en una sentencia de Eva Perón “donde hay una necesidad nace un derecho”. Esto Significa que mientras haya una necesidad, mientras haya un solo compatriota con hambre o sin sus derechos básicos (trabajo, vivienda, salud, esparcimiento) satisfechos, la tarea no termina.
Hoy tenemos un gobierno que va en sentido contrario al bienestar mayoritario.
No es necesario ser peronista para darse cuenta. Tampoco quiere decir que sólo el peronismo debe encontrar la forma, los caminos, las alternativas dentro de la Constitución, las leyes y los Tratados Internacionales para encauzar el rumbo de la Nación y sacarla de la telaraña del colonialismo del siglo XXI hacia donde nos están conduciendo los poderes concentrados internos y externos.
Daniel Mojica
lunes, enero 25, 2016
PERONISMO Y SOBERANÍA
PERONISMO Y SOBERANIA
Hay una línea histórica que nos atraviesa como Nación. Es la vocación de ser libres de toda dominación extranjera. Es el legado de los grandes líderes de nuestra América: José de San Martín, Simón Bolívar, Antonio José Sucre, Manuel Belgrano, Gervasio Artigas, José Martí, José Gabriel Condorcanqui (Tupac Amaru) y tantos otros.
Porque nuestro destino fue y será la gran Nación que ellos soñaron y que nos toca hacer realidad.
También hay una línea antagónica, la de los cipayos servidores de las potencias coloniales que sirven a los intereses imperiales de cada época. Que se oponen a aquel espíritu libertario.
Entonces como ahora los imperios contaron y cuentan con traidores autóctonos que defendieron y defienden motivaciones ajenas al bienestar de las grandes mayorías.
Estas circunstancias trascienden muchas veces las identidades partidarias que los poderes concentrados quisieran ver cristalizadas en una alternancia entre organizaciones que sirvan para dar una apariencia democrática. Cuando en realidad sólo representarían diferentes maneras de dependencia. Más o menos ostensible.
En realidad dichas identidades tienen que ver con la coherencia de las convicciones de los dirigentes y la lealtad a los principios que dicen sostener, y sostienen con los hechos.
Ya que ningún partido político propicia abiertamente la aceptación del vasallaje a las potencias dominantes.
En el caso del peronismo hay un expreso mandato que tiene como objetivo la liberación nacional. Porque su doctrina expresa la construcción de una patria justa, libre y soberana. Cuya meta es la justicia social y la felicidad del pueblo.
Estas no son expresiones abstractas. Hay una memoria histórica de que ello es posible.
Ese objetivo tiene mojones previos que se pueden sintetizar en una sentencia de Eva Perón “donde hay una necesidad nace un derecho”. Esto Significa que mientras haya una necesidad, mientras haya un solo compatriota con hambre o sin sus derechos básicos (trabajo, vivienda, salud, esparcimiento) satisfechos, la tarea no termina.
Hoy tenemos un gobierno que va en sentido contrario al bienestar mayoritario.
No es necesario ser peronista para darse cuenta. Tampoco quiere decir que sólo el peronismo debe encontrar la forma, los caminos, las alternativas dentro de la Constitución, las leyes y los Tratados Internacionales para encauzar el rumbo de la Nación y sacarla de la telaraña del colonialismo del siglo XXI hacia donde nos están conduciendo los poderes concentrados internos y externos.
Daniel Mojica
Hay una línea histórica que nos atraviesa como Nación. Es la vocación de ser libres de toda dominación extranjera. Es el legado de los grandes líderes de nuestra América: José de San Martín, Simón Bolívar, Antonio José Sucre, Manuel Belgrano, Gervasio Artigas, José Martí, José Gabriel Condorcanqui (Tupac Amaru) y tantos otros.
Porque nuestro destino fue y será la gran Nación que ellos soñaron y que nos toca hacer realidad.
También hay una línea antagónica, la de los cipayos servidores de las potencias coloniales que sirven a los intereses imperiales de cada época. Que se oponen a aquel espíritu libertario.
Entonces como ahora los imperios contaron y cuentan con traidores autóctonos que defendieron y defienden motivaciones ajenas al bienestar de las grandes mayorías.
Estas circunstancias trascienden muchas veces las identidades partidarias que los poderes concentrados quisieran ver cristalizadas en una alternancia entre organizaciones que sirvan para dar una apariencia democrática. Cuando en realidad sólo representarían diferentes maneras de dependencia. Más o menos ostensible.
En realidad dichas identidades tienen que ver con la coherencia de las convicciones de los dirigentes y la lealtad a los principios que dicen sostener, y sostienen con los hechos.
Ya que ningún partido político propicia abiertamente la aceptación del vasallaje a las potencias dominantes.
En el caso del peronismo hay un expreso mandato que tiene como objetivo la liberación nacional. Porque su doctrina expresa la construcción de una patria justa, libre y soberana. Cuya meta es la justicia social y la felicidad del pueblo.
Estas no son expresiones abstractas. Hay una memoria histórica de que ello es posible.
Ese objetivo tiene mojones previos que se pueden sintetizar en una sentencia de Eva Perón “donde hay una necesidad nace un derecho”. Esto Significa que mientras haya una necesidad, mientras haya un solo compatriota con hambre o sin sus derechos básicos (trabajo, vivienda, salud, esparcimiento) satisfechos, la tarea no termina.
Hoy tenemos un gobierno que va en sentido contrario al bienestar mayoritario.
No es necesario ser peronista para darse cuenta. Tampoco quiere decir que sólo el peronismo debe encontrar la forma, los caminos, las alternativas dentro de la Constitución, las leyes y los Tratados Internacionales para encauzar el rumbo de la Nación y sacarla de la telaraña del colonialismo del siglo XXI hacia donde nos están conduciendo los poderes concentrados internos y externos.
Daniel Mojica
domingo, enero 24, 2016
PROGRAMA DE HISPANTV CON DEBATE SOBRE EL GOBIERNO DE MACRI
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Este link lleva a un programa de Hispantv conde hay un debate sobre las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri, donde participa el corresponsal en España de los programas "Tejiendo Redes" de Radio Gráfica y de "Hablemos de política" en FM 90.1 Radio La Boca.
Para difundir
Este link lleva a un programa de Hispantv conde hay un debate sobre las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri, donde participa el corresponsal en España de los programas "Tejiendo Redes" de Radio Gráfica y de "Hablemos de política" en FM 90.1 Radio La Boca.
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sábado, enero 23, 2016
SOBERANÍA Y GLOBITOS DE COLORES
SOBERANÍA Y GLOBITOS DE COLORES
La soberanía no se defiende hablando la lengua del colonizador. Tampoco obviando el histórico reclamo de generaciones de argentinos ante el representante de la potencia invasora. Quien además luego del encuentro con el presidente argentino, ratifica que en la reunión mantenida no se habló del tema Malvinas, y que el gobierno de Gran Bretaña reafirma que no se sentará a dialogar con Argentina sobre la soberanía de las islas. Contrariando así la resolución 2065 de la ONU, y el reclamo de las 136 naciones que declararon su solidaridad con el reclamo argentino.
miércoles, enero 20, 2016
CARTA ABIERTA AL PODER JUDICIAL
CARTA ABIERTA AL PODER JUDICIAL
Los argentinos hemos votado democráticamente un gobierno que ha prometido: pobreza cero, la unión de los argentinos, la defensa de las instituciones, entre otras cosas, como no buscar colocar jueces de su misma procedencia política.
Luego de pasado más de un mes de ejercicio del poder delegado por el pueblo nos encontramos con el Congreso Nacional clausurado de hecho, con nombramientos contrarios a las leyes y tratados internacionales y violación de la Constitución Nacional al no respetarse los tratados incluidos en ella.
Además de la represión a quienes ejercen su derecho de peticionar a las autoridades.
Pregunto a los funcionarios judiciales en pleno ejercicio de sus facultades y asumiendo su total independencia respecto de otros poderes del Estado y del poder económico concentrado de las corporaciones empresarias, económicas y financieras ¿no les cabe a los funcionarios elegidos para ejercer democráticamente su tarea de gobierno respetando y haciendo respetar la Constitución Nacional, ninguna de las prescripciones constitucionales y legales que se enumeran a continuación? A saber:
“La Constitución Nacional condena como infames traidores a la patria, según el artículo 29, a quienes formulen, consientan o firmen, facultades extraordinarias, la suma del poder público, o supremacías a ningún gobierno; sobre la vida, el patrimonio o el honor de los argentinos.”
“La Ley 23.077 del año 1984, modificó el Código Penal adecuándolo a delitos que si bien estaban enunciados en la Constitución Nacional, no estaban debidamente tipificados en el Código Penal.
“Es así que el art. 6º establece:
“ARTICULO 6º – Modificase el artículo 226 del Código Penal, conforme al siguiente texto:
“Artículo 226. – Serán reprimidos con prisión de cinco a quince años los que se alzaren en armas para cambiar la Constitución, deponer alguno de los poderes públicos del Gobierno nacional, arrancarle alguna medida o concesión o impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales o su formación o renovación en los términos y formas legales.
“Si el hecho descrito en el párrafo anterior fuese perpetrado con el fin de cambiar de modo permanente el sistema democrático de Gobierno, suprimir la organización federal, eliminar la división de poderes, abrogar los derechos fundamentales de la persona humana o suprimir o menoscabar, aunque sea temporariamente, la independencia económica de la Nación, la pena será de ocho a veinticinco años de prisión.
NOTA: Lo único que falta es “que se alzaren en armas”.
“Y complementando a este:
“ARTICULO 8º – Agrégase al Código Penal como artículo 227 bis, el siguiente:
“Artículo 227 bis. – Serán reprimidos con las penas establecidas en el artículo 215 para los traidores a la patria, con la disminución del Artículo 46, los miembros de alguno de los tres poderes del Estado nacional o las provincias que consintieran la consumación de los hechos descritos en el artículo 226, continuando en sus funciones o asumiéndolas luego de modificada por la fuerza la Constitución o depuesto alguno de los poderes públicos, o haciendo cumplir las medidas dispuestas por quienes usurpen tales poderes.
Se aplicará de uno a ocho años de prisión o reclusión e inhabilitación absoluta por el doble de la condena, a quienes, en los casos previstos, en el párrafo anterior, aceptaren colaborar continuando en funciones o asumiéndolas, con las autoridades de facto, en algunos de los siguientes cargos; ministros, secretarios de estado, subsecretarios, directores generales o nacionales o de jerarquía equivalente en el orden nacional, provincial o municipal, presidente, vicepresidente, vocales o miembros de directores de organismos, descentralizados o autárquicos o de bancos oficiales o de empresas del Estado, sociedades del Estado, sociedades de economía mixta, o de sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, o de entes públicos equivalentes a los enumerados en el orden nacional, provincial o municipal, embajadores, rectores o decanos de universidades nacionales o provinciales, miembros de las fuerzas armadas o de policía o de organismos de seguridad en grado de jefes o equivalentes, intendentes municipales, o miembros del ministerio público fiscal de cualquier jerarquía o fuero, personal jerárquico del Parlamento Nacional y de las legislaturas provinciales.
Si las autoridades de facto crearen diferentes jerarquías administrativas o cambiaren las denominaciones de las funciones señaladas en el párrafo anterior, la pena se aplicará a quienes las desempeñen, atendiendo a la análoga naturaleza y contenido de los cargos con relación a los actuales.
Tal vez suene exagerado a tan poco tiempo de asumido el gobierno democráticamente elegido. Pero es este breve período ha desatado una inflación desmesurada, ha dinamitado el poder adquisitivo de quienes viven por un salario fijo, ha abusado de decretos contrariando y/o violando leyes, tratados y la misma Constitución nacional, ha puesto en lugares estratégicos a funcionarios procesador por haber endeudado a la nación en más de 60 mil millones de dólares con el llamado “mega canje” y parece que el Ejecutivo va en el mismo camino. Facilitado por la clausura de hecho del Congreso de la nación.
Acaban de habilitar el derribo de aviones sospechados de cometer ilícitos, en una suerte de pena de muerte encubierta prohibida expresamente por nuestra Constitución.
¡Hasta cuando habrá que esperar? ¿Hasta que el daño sea irreversible?
¡Será justicia?
Los argentinos hemos votado democráticamente un gobierno que ha prometido: pobreza cero, la unión de los argentinos, la defensa de las instituciones, entre otras cosas, como no buscar colocar jueces de su misma procedencia política.
Luego de pasado más de un mes de ejercicio del poder delegado por el pueblo nos encontramos con el Congreso Nacional clausurado de hecho, con nombramientos contrarios a las leyes y tratados internacionales y violación de la Constitución Nacional al no respetarse los tratados incluidos en ella.
Además de la represión a quienes ejercen su derecho de peticionar a las autoridades.
Pregunto a los funcionarios judiciales en pleno ejercicio de sus facultades y asumiendo su total independencia respecto de otros poderes del Estado y del poder económico concentrado de las corporaciones empresarias, económicas y financieras ¿no les cabe a los funcionarios elegidos para ejercer democráticamente su tarea de gobierno respetando y haciendo respetar la Constitución Nacional, ninguna de las prescripciones constitucionales y legales que se enumeran a continuación? A saber:
“La Constitución Nacional condena como infames traidores a la patria, según el artículo 29, a quienes formulen, consientan o firmen, facultades extraordinarias, la suma del poder público, o supremacías a ningún gobierno; sobre la vida, el patrimonio o el honor de los argentinos.”
“La Ley 23.077 del año 1984, modificó el Código Penal adecuándolo a delitos que si bien estaban enunciados en la Constitución Nacional, no estaban debidamente tipificados en el Código Penal.
“Es así que el art. 6º establece:
“ARTICULO 6º – Modificase el artículo 226 del Código Penal, conforme al siguiente texto:
“Artículo 226. – Serán reprimidos con prisión de cinco a quince años los que se alzaren en armas para cambiar la Constitución, deponer alguno de los poderes públicos del Gobierno nacional, arrancarle alguna medida o concesión o impedir, aunque sea temporariamente, el libre ejercicio de sus facultades constitucionales o su formación o renovación en los términos y formas legales.
“Si el hecho descrito en el párrafo anterior fuese perpetrado con el fin de cambiar de modo permanente el sistema democrático de Gobierno, suprimir la organización federal, eliminar la división de poderes, abrogar los derechos fundamentales de la persona humana o suprimir o menoscabar, aunque sea temporariamente, la independencia económica de la Nación, la pena será de ocho a veinticinco años de prisión.
NOTA: Lo único que falta es “que se alzaren en armas”.
“Y complementando a este:
“ARTICULO 8º – Agrégase al Código Penal como artículo 227 bis, el siguiente:
“Artículo 227 bis. – Serán reprimidos con las penas establecidas en el artículo 215 para los traidores a la patria, con la disminución del Artículo 46, los miembros de alguno de los tres poderes del Estado nacional o las provincias que consintieran la consumación de los hechos descritos en el artículo 226, continuando en sus funciones o asumiéndolas luego de modificada por la fuerza la Constitución o depuesto alguno de los poderes públicos, o haciendo cumplir las medidas dispuestas por quienes usurpen tales poderes.
Se aplicará de uno a ocho años de prisión o reclusión e inhabilitación absoluta por el doble de la condena, a quienes, en los casos previstos, en el párrafo anterior, aceptaren colaborar continuando en funciones o asumiéndolas, con las autoridades de facto, en algunos de los siguientes cargos; ministros, secretarios de estado, subsecretarios, directores generales o nacionales o de jerarquía equivalente en el orden nacional, provincial o municipal, presidente, vicepresidente, vocales o miembros de directores de organismos, descentralizados o autárquicos o de bancos oficiales o de empresas del Estado, sociedades del Estado, sociedades de economía mixta, o de sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria, o de entes públicos equivalentes a los enumerados en el orden nacional, provincial o municipal, embajadores, rectores o decanos de universidades nacionales o provinciales, miembros de las fuerzas armadas o de policía o de organismos de seguridad en grado de jefes o equivalentes, intendentes municipales, o miembros del ministerio público fiscal de cualquier jerarquía o fuero, personal jerárquico del Parlamento Nacional y de las legislaturas provinciales.
Si las autoridades de facto crearen diferentes jerarquías administrativas o cambiaren las denominaciones de las funciones señaladas en el párrafo anterior, la pena se aplicará a quienes las desempeñen, atendiendo a la análoga naturaleza y contenido de los cargos con relación a los actuales.
Tal vez suene exagerado a tan poco tiempo de asumido el gobierno democráticamente elegido. Pero es este breve período ha desatado una inflación desmesurada, ha dinamitado el poder adquisitivo de quienes viven por un salario fijo, ha abusado de decretos contrariando y/o violando leyes, tratados y la misma Constitución nacional, ha puesto en lugares estratégicos a funcionarios procesador por haber endeudado a la nación en más de 60 mil millones de dólares con el llamado “mega canje” y parece que el Ejecutivo va en el mismo camino. Facilitado por la clausura de hecho del Congreso de la nación.
Acaban de habilitar el derribo de aviones sospechados de cometer ilícitos, en una suerte de pena de muerte encubierta prohibida expresamente por nuestra Constitución.
¡Hasta cuando habrá que esperar? ¿Hasta que el daño sea irreversible?
¡Será justicia?
sábado, enero 16, 2016
ESPECTÁCULO PERVERSO
ESPECTÁCULO PERVERSO
Los argentinos asistimos a un perverso espectáculo de prestidigitación mediático y político. En tanto la realidad padece la más descarnada cirugía sin anestesia: el trasplante del modelo económico que parió en 1975 Celestino Rodrigo y que vio la luz de la mano de los genocidas de 1976.
El monopolio de la desinformación transforma en virtudes republicanas el avasallamiento de las leyes y la violación de la Constitución Nacional.
Convierten la salvaje represión contra los trabajadores en una “defensa de la integridad del personal de seguridad”.
El Poder Judicial espía por debajo de la venda para blandir su espada siempre en contra de los mismos sectores sociales.
Los funcionarios anuncian con frialdad psicopática que hay que elegir entre empleo y salarios. Luego de producir una devaluación de más del 40% de la que no se hacen cargo.
Transcurrió el primer mes con decretos a repetición, silenciaron voces disidentes, dinamitaron el poder adquisitivo de quienes viven de un salario fijo. Realizaron la mayor transferencia de recursos de los trabajadores hacia los sectores dominantes.
Aún así hay “especialistas” que se atreven a decir que el gobierno se quedó corto con el “sinceramiento”.
El cinismo de los amanuenses del poder no tiene límites.
El pueblo espera que el mejor peronismo resurja desde las previsibles internas para poner las cosas en su lugar.
Pobreza cero es un eslogan de campaña. Vamos por la justicia social.
Los argentinos asistimos a un perverso espectáculo de prestidigitación mediático y político. En tanto la realidad padece la más descarnada cirugía sin anestesia: el trasplante del modelo económico que parió en 1975 Celestino Rodrigo y que vio la luz de la mano de los genocidas de 1976.
El monopolio de la desinformación transforma en virtudes republicanas el avasallamiento de las leyes y la violación de la Constitución Nacional.
Convierten la salvaje represión contra los trabajadores en una “defensa de la integridad del personal de seguridad”.
El Poder Judicial espía por debajo de la venda para blandir su espada siempre en contra de los mismos sectores sociales.
Los funcionarios anuncian con frialdad psicopática que hay que elegir entre empleo y salarios. Luego de producir una devaluación de más del 40% de la que no se hacen cargo.
Transcurrió el primer mes con decretos a repetición, silenciaron voces disidentes, dinamitaron el poder adquisitivo de quienes viven de un salario fijo. Realizaron la mayor transferencia de recursos de los trabajadores hacia los sectores dominantes.
Aún así hay “especialistas” que se atreven a decir que el gobierno se quedó corto con el “sinceramiento”.
El cinismo de los amanuenses del poder no tiene límites.
El pueblo espera que el mejor peronismo resurja desde las previsibles internas para poner las cosas en su lugar.
Pobreza cero es un eslogan de campaña. Vamos por la justicia social.
jueves, enero 14, 2016
LOS DIRIGENTES SINDICALES ¿DÓNDE ESTÁN?
DERROTA Y DESPUES
Son muchas las teorías que se tejen dentro y fuera de los ámbitos de militancia acerca de las causas de la derrota del Frente Para la Victoria en la segunda vuelta del 22 de Noviembre.
Cada quien tiene todo el derecho de hacer conocer la evaluación que surge desde las propias entrañas y de la razón herida por una derrota inesperada o anunciada. Según por donde le duela individualmente.
Por lo general los peronistas no realizamos nuestras autocríticas al aire libre con cámaras y micrófonos delante. Pero hay interrogantes que surgen solos.
¿Dónde estaban los gremios en la campaña? ¿Cuántas fábricas visitaron los dirigentes para sumar adhesiones?
Aunque siempre hay quienes se dicen peronistas y les cabe esta sabia definición:
“…El Movimiento tiene enemigos de afuera y enemigos de adentro: quien no lucha contra enemigo ni por la causa del pueblo es un traidor, quien lucha contra el enemigo y por la causa del pueblo es un compañero, y quien lucha contra un compañero, es un enemigo o un traidor…” (Juan Domingo Perón)
Soy de los que creen que los doce años de gobierno peronista iniciado el 25 de Mayo de 2003, con sus aciertos y errores fue el mejor gobierno luego de los dos primeros gobiernos del General. Hay quienes dirán que fue más hay quienes dirán que fue menos. Son subjetividades comprensibles.
Fueron épocas muy diferentes. Gobiernos insertos en contextos internacionales disímiles.
Lo que no se puede discutir es que no se han tomado medidas en contra de los que menos tienen.
No se puede decir lo mismo pasado un mes del nuevo gobierno.
Resulta preocupante el nivel de virulencia verbal de algunos funcionarios. A esto se suma la violencia represiva y las cesantías indiscriminadas y estigmatizantes, Que recuerda a otras etapas de nuestra historia.
Entre militantes y en reuniones con gremialistas de segundas y terceras líneas la pregunta recurrente ante el cariz de los acontecimientos es ¿dónde está la dirigencia sindical?
Sólo hay declaraciones aisladas de repudio que son la excepción de la regla.
Dirigentes de gremios importantes por mucho menos le pararon el país al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Una sensación recorre las bases. Tiene que ver con las reuniones de las cúpulas cegetistas previas a la segunda vuelta. Los dirigentes explicaban que lo hacían para discutir la tan meneada “unidad del movimiento obrero”. Ante la contundencia del silencio ante las medidas que afectan a los trabajadores y del anuncio del gobierno nacional:
“Macri devolvió a los sindicatos el manejo de los fondos de Obras Sociales. Son 40.000 millones de pesos” (Cara&Secaonline)
¿Será el precio de ese silencio? ¿Será por eso que los dirigentes de los gremios afectados no asoman la cabeza?
Hay confusiones interesadas: El movimiento obrero ¿es la clase dirigente? ¿o son los millones de trabajadores y trabajadoras?
¿Qué están esperando?
¿Acaso cerrar las paritarias con los números que proclama el ministro de hacienda que los obliga a elegir entre salarios o empleo? Para luego justificarse ante los trabajadores y negociar la rabia, el descontento y el hambre.
¿Qué actitud tendrían hoy dirigentes sindicales como Atilio López, René Salamanca, Saúl Ubaldini, Agustín Tosco? Por nombrar gremialistas de diferentes prácticas políticas.
Tal vez están esperando la primera víctima fatal de la represión oficial.
Para entonces habrá sido demasiado tarde.
Daniel Mojica
Son muchas las teorías que se tejen dentro y fuera de los ámbitos de militancia acerca de las causas de la derrota del Frente Para la Victoria en la segunda vuelta del 22 de Noviembre.
Cada quien tiene todo el derecho de hacer conocer la evaluación que surge desde las propias entrañas y de la razón herida por una derrota inesperada o anunciada. Según por donde le duela individualmente.
Por lo general los peronistas no realizamos nuestras autocríticas al aire libre con cámaras y micrófonos delante. Pero hay interrogantes que surgen solos.
¿Dónde estaban los gremios en la campaña? ¿Cuántas fábricas visitaron los dirigentes para sumar adhesiones?
Aunque siempre hay quienes se dicen peronistas y les cabe esta sabia definición:
“…El Movimiento tiene enemigos de afuera y enemigos de adentro: quien no lucha contra enemigo ni por la causa del pueblo es un traidor, quien lucha contra el enemigo y por la causa del pueblo es un compañero, y quien lucha contra un compañero, es un enemigo o un traidor…” (Juan Domingo Perón)
Soy de los que creen que los doce años de gobierno peronista iniciado el 25 de Mayo de 2003, con sus aciertos y errores fue el mejor gobierno luego de los dos primeros gobiernos del General. Hay quienes dirán que fue más hay quienes dirán que fue menos. Son subjetividades comprensibles.
Fueron épocas muy diferentes. Gobiernos insertos en contextos internacionales disímiles.
Lo que no se puede discutir es que no se han tomado medidas en contra de los que menos tienen.
No se puede decir lo mismo pasado un mes del nuevo gobierno.
Resulta preocupante el nivel de virulencia verbal de algunos funcionarios. A esto se suma la violencia represiva y las cesantías indiscriminadas y estigmatizantes, Que recuerda a otras etapas de nuestra historia.
Entre militantes y en reuniones con gremialistas de segundas y terceras líneas la pregunta recurrente ante el cariz de los acontecimientos es ¿dónde está la dirigencia sindical?
Sólo hay declaraciones aisladas de repudio que son la excepción de la regla.
Dirigentes de gremios importantes por mucho menos le pararon el país al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Una sensación recorre las bases. Tiene que ver con las reuniones de las cúpulas cegetistas previas a la segunda vuelta. Los dirigentes explicaban que lo hacían para discutir la tan meneada “unidad del movimiento obrero”. Ante la contundencia del silencio ante las medidas que afectan a los trabajadores y del anuncio del gobierno nacional:
“Macri devolvió a los sindicatos el manejo de los fondos de Obras Sociales. Son 40.000 millones de pesos” (Cara&Secaonline)
¿Será el precio de ese silencio? ¿Será por eso que los dirigentes de los gremios afectados no asoman la cabeza?
Hay confusiones interesadas: El movimiento obrero ¿es la clase dirigente? ¿o son los millones de trabajadores y trabajadoras?
¿Qué están esperando?
¿Acaso cerrar las paritarias con los números que proclama el ministro de hacienda que los obliga a elegir entre salarios o empleo? Para luego justificarse ante los trabajadores y negociar la rabia, el descontento y el hambre.
¿Qué actitud tendrían hoy dirigentes sindicales como Atilio López, René Salamanca, Saúl Ubaldini, Agustín Tosco? Por nombrar gremialistas de diferentes prácticas políticas.
Tal vez están esperando la primera víctima fatal de la represión oficial.
Para entonces habrá sido demasiado tarde.
Daniel Mojica
jueves, enero 07, 2016
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD
Hay expresiones que tienen significado propio. Más allá del relato en el que se insertan. Como si por sí solas fueran una toma de posición de quien las emite y trascienden el texto que las contiene. De esa manera fungen como disparadores.
Tal vez como columnas de pensamientos sobre las cuales construir nuevos escenarios de reflexión.
Esto me sucedió con una nota de opinión del periodista Alejandro Horowicz del Lunes 4 de Diciembre en el diario Tiempo Argentino.
Me interpeló.
Allí cita una frase dicha a comienzos de 2009 por Eduardo Duhalde: “El justicialismo tiene un día de la lealtad, el 17 de Octubre, y 364 días de la traición”.
A continuación, el periodista define: “Esta descripción moral contabiliza una renuncia colectiva: una sociedad que abandonó su propio proyecto para dirigirse a cualquier parte, siguiendo una clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”.
Es una contundente definición a la luz del resultado electoral del 22 de Noviembre. Porque no provocó sólo un cambio de gobierno. Abrió la puerta a una experiencia inédita protagonizada por la “clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”. Ahora el gobierno y el poder real están en las mismas manos.
Los sectores que promulgaron una Constitución a medida de sus intereses, llegaron al gobierno por el voto popular. Además violan “su” Constitución.
Podemos tomar la Clasificación de Aristóteles para explicar la democracia, las divide en “Puras e Impuras”:
“1. Cuando el gobierno reside en un solo individuo:
FORMA PURA MONARQUÍA.- Si ese individuo emplea el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, TIRANÍA.- Si utiliza el poder en beneficio exclusivo de si mismo o de sus favoritos.
2. Cuando el gobierno radica en una minoría existe:
FORMA PURA, ARISTOCRACIA.- Si esa minoría usa el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, OLIGARQUÍA.- Si el poder sólo beneficia a la minoría que lo posee
3. Si el poder de mando reside en la mayoría de la colectividad:
FORMA PURA, LA DEMOCRACIA.- Si ese poder favorece a todos por igual.
FORMA IMPURA, DEMAGOGIA.- Se aplica a determinadas clases sociales.”
Una conclusión visto el primer mes de ejercicio gubernamental se puede afirmar que el actual gobierno es una “Tiranía oligárquica demagógica”.
Lo que no se puede decir es que engañó a quienes lo eligieron, como sí sucedió en la década del 90.
Ahora, volviendo a la frase atribuida al ex gobernador, el columnista de Tiempo Argentino argumenta, con la vista puesta en el resultado, electoral y, tal vez repasando la primera reflexión que transcribí : “Una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Muchas preguntas podemos hacernos para acercarnos a una comprensión de esta realidad que emerge con el nuevo gobierno.
Los peronistas ¿se hacen cargo de la definición de Eduardo Duhalde?
En todo caso, “la traición” a la que hace referencia ¿fue de cierta dirigencia, de las bases, una mezcla de ambas? ¿Hubo traición? ¿O falta de escuchar nuevas necesidades que no se transformaron en derechos?
La sociedad como conjunto ¿”abandonó su propio proyecto”?
¿Era “su” proyecto? Tal vez el abandono, si existió, ¿fue por razones ideológicas? ¿Fue por inducción mediática desde las pantallas y “del hartazgo K”?
Esta clase dominante que accede por primera vez por el voto popular ¿será clase dirigente? Dirigir ¿es conducir o llevarse por delante lo que venga para lograr lo buscado?
Realmente no se puede saber si “una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Lo que si puede saberse es que los pueblos que no aprenden de sus errores están condenados a repetirlos. Sobre todo cuando el odio y el revanchismo es el motor que lleva a una clase dominante a suprimir derechos aprobados por la amplia mayoría de los representantes legítimos del pueblo, que se asientan en el Congreso Nacional por decisión soberana.
Daniel Mojica
Hay expresiones que tienen significado propio. Más allá del relato en el que se insertan. Como si por sí solas fueran una toma de posición de quien las emite y trascienden el texto que las contiene. De esa manera fungen como disparadores.
Tal vez como columnas de pensamientos sobre las cuales construir nuevos escenarios de reflexión.
Esto me sucedió con una nota de opinión del periodista Alejandro Horowicz del Lunes 4 de Diciembre en el diario Tiempo Argentino.
Me interpeló.
Allí cita una frase dicha a comienzos de 2009 por Eduardo Duhalde: “El justicialismo tiene un día de la lealtad, el 17 de Octubre, y 364 días de la traición”.
A continuación, el periodista define: “Esta descripción moral contabiliza una renuncia colectiva: una sociedad que abandonó su propio proyecto para dirigirse a cualquier parte, siguiendo una clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”.
Es una contundente definición a la luz del resultado electoral del 22 de Noviembre. Porque no provocó sólo un cambio de gobierno. Abrió la puerta a una experiencia inédita protagonizada por la “clase dominante que desde hace décadas no es una clase dirigente”. Ahora el gobierno y el poder real están en las mismas manos.
Los sectores que promulgaron una Constitución a medida de sus intereses, llegaron al gobierno por el voto popular. Además violan “su” Constitución.
Podemos tomar la Clasificación de Aristóteles para explicar la democracia, las divide en “Puras e Impuras”:
“1. Cuando el gobierno reside en un solo individuo:
FORMA PURA MONARQUÍA.- Si ese individuo emplea el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, TIRANÍA.- Si utiliza el poder en beneficio exclusivo de si mismo o de sus favoritos.
2. Cuando el gobierno radica en una minoría existe:
FORMA PURA, ARISTOCRACIA.- Si esa minoría usa el poder en beneficio de todos.
FORMA IMPURA, OLIGARQUÍA.- Si el poder sólo beneficia a la minoría que lo posee
3. Si el poder de mando reside en la mayoría de la colectividad:
FORMA PURA, LA DEMOCRACIA.- Si ese poder favorece a todos por igual.
FORMA IMPURA, DEMAGOGIA.- Se aplica a determinadas clases sociales.”
Una conclusión visto el primer mes de ejercicio gubernamental se puede afirmar que el actual gobierno es una “Tiranía oligárquica demagógica”.
Lo que no se puede decir es que engañó a quienes lo eligieron, como sí sucedió en la década del 90.
Ahora, volviendo a la frase atribuida al ex gobernador, el columnista de Tiempo Argentino argumenta, con la vista puesta en el resultado, electoral y, tal vez repasando la primera reflexión que transcribí : “Una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Muchas preguntas podemos hacernos para acercarnos a una comprensión de esta realidad que emerge con el nuevo gobierno.
Los peronistas ¿se hacen cargo de la definición de Eduardo Duhalde?
En todo caso, “la traición” a la que hace referencia ¿fue de cierta dirigencia, de las bases, una mezcla de ambas? ¿Hubo traición? ¿O falta de escuchar nuevas necesidades que no se transformaron en derechos?
La sociedad como conjunto ¿”abandonó su propio proyecto”?
¿Era “su” proyecto? Tal vez el abandono, si existió, ¿fue por razones ideológicas? ¿Fue por inducción mediática desde las pantallas y “del hartazgo K”?
Esta clase dominante que accede por primera vez por el voto popular ¿será clase dirigente? Dirigir ¿es conducir o llevarse por delante lo que venga para lograr lo buscado?
Realmente no se puede saber si “una sociedad que no puede darse una respuesta colectivamente válida para semejante crisis sólo puede organizar una fábrica de traidores”.
Lo que si puede saberse es que los pueblos que no aprenden de sus errores están condenados a repetirlos. Sobre todo cuando el odio y el revanchismo es el motor que lleva a una clase dominante a suprimir derechos aprobados por la amplia mayoría de los representantes legítimos del pueblo, que se asientan en el Congreso Nacional por decisión soberana.
Daniel Mojica
viernes, enero 01, 2016
SOLIDARIDAD CON TRABAJADORES DE TIEMPO ARGENTINO
Buenos Aires, 31 de diciembre de 2015.
Carta abierta de los trabajadores de Tiempo Argentino a los lectores y al público sobre la situación actual del diario
Por primera vez en sus casi seis años de vida, el diario Tiempo Argentino no saldrá a la calle el próximo 2 de enero, la fecha en la que todos los diarios reemprenden su labor informativa luego del feriado del 31 de diciembre, uno de los pocos días no laborables del año para los trabajadores de prensa escrita. Hasta el momento la empresa editora no ha dado explicaciones sobre esta inesperada e intempestiva ausencia en los kioskos. Sin embargo, este hecho inédito y preocupante para trabajadores, lectores y para todo el periodismo, nos obliga a compartir públicamente un contexto necesario de nuestros esfuerzos cotidianos y un breve repaso de las tensiones que han impuesto los dueños del diario a sus trabajadores durante esta última etapa.
Compromisos incumplidos. La empresa que edita Tiempo Argentino todavía no pagó el aguinaldo de diciembre. Se había comprometido a efectivizarlo el martes 29, con un retraso de once días después del vencimiento del plazo legal. A pesar de las promesas, la empresa no cumplió y tampoco avisó. Recién oficializó el incumplimiento en la última reunion mantenida con la comisión gremial interna, realizada el 30 de diciembre. En ese encuentro, la patronal mencionó como posible fecha de pago (sólo para la mitad del aguinaldo adeudado) el próximo 12 de enero, cuando también se depositaría –fuera del plazo legal- el salario de diciembre. La otra mitad del aguinaldo se pagaría en febrero con el sueldo de enero. La tardía promesa, más allá de su ilegalidad, resulta difícil de creer ante la cantidad de incumplimientos reiterados.
Deudas que superan los 6 meses. A la falta de pago de los aguinaldos, tenemos que sumarle que hay colaboradores –trabajadores precarizados, que facturan por sus notas- con los que se mantienen deudas que llegan al medio año de postergaciones. Hace una semana la empresa propuso un plan de pagos absurdo que pretende saldar las deudas recién en marzo. La oferta, si es que se la puede llamar de ese modo, implicaría –de cumplirse- que se cobren notas hasta un año después de publicadas. La cartera de deudas que la patronal acumula con sus empleados también incluye 8 meses de comisiones por ventas publicitarias impagas a los trabajadores del área comercial del diario. Hasta ahora la empresa ni siquiera ha ofrecido intención alguna de pago.
Maniobras de vaciamiento. Todo esto sucede en un marco general de vaciamiento que afecta el funcionamiento normal del diario. Desde hace un mes, por ejemplo, no hay taxis para coberturas, que apenas pueden realizarse a cuentagotas. Los traslados son muy importantes, especialmente para nuestros compañeros reporteros gráficos que deben moverse con sus costosos equipos que la empresa nunca quiso comprar.
Salarios impagos en el Grupo 23. Pero mucho peor es lo que sucede en otras publicaciones del Grupo 23, como las revistas Siete Días y Cielos Argentinos y algunas ediciones zonales de El Argentino, a cuyos trabajadores la empresa editora aún no pagó el salario de noviembre: se trata de más de sesenta trabajadores a los que ni siquiera se les ha dado, hasta el cierre de esta carta pública, una fecha concreta de pago.
Medidas de fuerza ante el vaciamiento. Por todo esto, la última edición del año de Tiempo Argentino salió a la calle sin las firmas de sus periodistas. Lo mismo ocurrirá con la primera edición de 2016. Ayer, jueves 30 de diciembre, además, se realizó un paro parcial en la redacción y los trabajadores del Grupo 23 hicimos una asamblea en la puerta del diario, Amenábar 23, en la que resolvimos marchar el martes a Puerto Madero, el coqueto barrio en el que están las oficinas de los dueños.
Cuánto facturaron y quiénes son los dueños del diario y del Grupo 23. Tiempo Argentino es una publicación del Grupo 23, cuyos accionistas visibles son Sergio Szposlki y Matías Garfunkel, pero integran un directorio donde también participa el empresario Darío Richarte. El conglomerado de medios que estos empresarios controlan, además de Tiempo Argentino, esta integrado por las revistas Siete Días y Cielos Argentinos y las distintas versiones del diario El Argentino. Incluye a las radios América, Splendid, Vorterix -en sociedad con Mario Pergolini- y Rock and Pop, y el canal de noticias CN23. Según datos oficiales, entre 2009 y 2015 la empresa recibió 814 millones de pesos en pauta oficial sólo del gobierno nacional. A ese monto hay que sumarle la pauta de los gobiernos provinciales y la Ciudad de Buenos Aires, y la privada, que se puede ver en abundancia en las páginas del diario. A pesar de esta facturación multimillonaria, la empresa argumenta ahora, a veinte días de asumido el nuevo gobierno, que atraviesa problemas financieros.
Cómo negocian estos empresarios. La comisión interna mantiene reuniones periódicas con Szpolski, el único interlocutor en estos años en representación del directorio del Grupo 23. Garfunkel nunca recibió a los trabajadores. Sin embargo, muy suelto de cuerpo, utiliza su cuenta de Twitter para desentenderse de la situación como si no fuera uno de los mayores accionistas y editores reponsables del diario. Al menos públicamente –ahí están los tuits- está peleado con su socio Szpolski. Por fuera de la vergonzante espectacularidad de estas peleas públicas, hemos repudiado esta irresponsabilidad: que las peleas de patrones se arreglen entre patrones, pero que les paguen a los trabajadores.
Nuestras definiciones para el futuro. Los trabajadores no vamos a ser la variable de ajuste de las aventuras empresariales. Es la patronal la que tiene que hacerse cargo de sus responsabilidades. Pagar los salarios y los aguinaldos no es una opción, es una obligación. Mientras Garfunkel tuitea, lo que está en juego son las fuentes laborales de cientos de trabajadores.
El valor de nuestro trabajo. Estamos muy orgullosos de ser parte de Tiempo Argentino. Orgullosos de cada uno de nuestros compañeros y del esfuerzo de una redacción que nació a pesar del desdén de la "patria periodistica" y que logró construir, día a día, un medio de alcance nacional que ha superado ampliamente las expectativas de la patronal. La muestra está en los lectores que llaman todas las mañanas para decir que no les llega el diario, en el desaprovechamiento empresarial de las potencialidades de este producto periodístico y, por sobre todo, en las repercusiones noticiosas que nuestras páginas, y nuestros compañeros, cosechan diariamente en la agenda informativa cotidiana.
Línea editorial y compromiso. Como cada medio, Tiempo Argentino tiene su propia línea editorial. No todos los trabajadores la comparten, como sucede en la mayoría de los medios. Pero más allá de las distintas posiciones, que muchas veces se contraponen en las asambleas, hacemos el diario con honestidad y compromiso. Las pruebas de esa maduración y crecimiento está en la extensa lista de títulos propios, de primicias y de revelaciones que han construido un lazo indeleble con sus lectores, a partir de investigaciones, coberturas, reportajes y crónicas que les han permitido conocer aspectos y datos no revelados hasta entonces. El trabajo de cada uno de nuestros compañeros ha nutrido a Tiempo Argentino hasta constituirlo en un medio competitivo que, paradójicamente, es subejecutado por sus propietarios.
Las cosas claras. Una y otra vez decimos que los trabajadores no somos lo mismo que los dueños de los medios, como quedó demostrado en las muchísimas oportunidades en las que trabajadores de Tiempo, Página/12, La Nación, Clarín y otras publicaciones nos encontramos en la calle luchando en unidad por nuestros derechos. Tenemos claro que cuando golpean a uno nos golpean a todos. Cualquier pérdida de puestos de trabajo que pueda producirse en el Grupo 23 repercutirá indefectiblemente en el conjunto de los trabajadores de prensa. Esto no es un problema abstracto. Acá hay trabajadoras y trabajadores que terminan el año envueltos en la incertidumbre.
A todos nuestros lectores, al público en general, a todos nuestros compañeros del gremio, pero también a todos los dirigentes políticos y gremiales, actores, músicos, futbolistas y gente de a pie, les pedimos su apoyo y solidaridad para mantenernos todos en estado de alerta ante esta serie de maniobras que, sin dudas, buscan vaciar un diario incómodo para el poder.
Estamos acá y vamos a dar pelea. Tenemos con qué. Que de eso no tenga duda nadie. Nos volveremos a encontrar en la edición del 3 de enero, pero también en la calle, junto a todos nuestros compañeros. Así recibiremos el 2016: de pie, con el orgullo de nuestro esfuerzo, con la alegría de nuestra asamblea y con el compromiso profesional de siempre.
Comisión Interna Diario Tiempo Argentino
Carta abierta de los trabajadores de Tiempo Argentino a los lectores y al público sobre la situación actual del diario
Por primera vez en sus casi seis años de vida, el diario Tiempo Argentino no saldrá a la calle el próximo 2 de enero, la fecha en la que todos los diarios reemprenden su labor informativa luego del feriado del 31 de diciembre, uno de los pocos días no laborables del año para los trabajadores de prensa escrita. Hasta el momento la empresa editora no ha dado explicaciones sobre esta inesperada e intempestiva ausencia en los kioskos. Sin embargo, este hecho inédito y preocupante para trabajadores, lectores y para todo el periodismo, nos obliga a compartir públicamente un contexto necesario de nuestros esfuerzos cotidianos y un breve repaso de las tensiones que han impuesto los dueños del diario a sus trabajadores durante esta última etapa.
Compromisos incumplidos. La empresa que edita Tiempo Argentino todavía no pagó el aguinaldo de diciembre. Se había comprometido a efectivizarlo el martes 29, con un retraso de once días después del vencimiento del plazo legal. A pesar de las promesas, la empresa no cumplió y tampoco avisó. Recién oficializó el incumplimiento en la última reunion mantenida con la comisión gremial interna, realizada el 30 de diciembre. En ese encuentro, la patronal mencionó como posible fecha de pago (sólo para la mitad del aguinaldo adeudado) el próximo 12 de enero, cuando también se depositaría –fuera del plazo legal- el salario de diciembre. La otra mitad del aguinaldo se pagaría en febrero con el sueldo de enero. La tardía promesa, más allá de su ilegalidad, resulta difícil de creer ante la cantidad de incumplimientos reiterados.
Deudas que superan los 6 meses. A la falta de pago de los aguinaldos, tenemos que sumarle que hay colaboradores –trabajadores precarizados, que facturan por sus notas- con los que se mantienen deudas que llegan al medio año de postergaciones. Hace una semana la empresa propuso un plan de pagos absurdo que pretende saldar las deudas recién en marzo. La oferta, si es que se la puede llamar de ese modo, implicaría –de cumplirse- que se cobren notas hasta un año después de publicadas. La cartera de deudas que la patronal acumula con sus empleados también incluye 8 meses de comisiones por ventas publicitarias impagas a los trabajadores del área comercial del diario. Hasta ahora la empresa ni siquiera ha ofrecido intención alguna de pago.
Maniobras de vaciamiento. Todo esto sucede en un marco general de vaciamiento que afecta el funcionamiento normal del diario. Desde hace un mes, por ejemplo, no hay taxis para coberturas, que apenas pueden realizarse a cuentagotas. Los traslados son muy importantes, especialmente para nuestros compañeros reporteros gráficos que deben moverse con sus costosos equipos que la empresa nunca quiso comprar.
Salarios impagos en el Grupo 23. Pero mucho peor es lo que sucede en otras publicaciones del Grupo 23, como las revistas Siete Días y Cielos Argentinos y algunas ediciones zonales de El Argentino, a cuyos trabajadores la empresa editora aún no pagó el salario de noviembre: se trata de más de sesenta trabajadores a los que ni siquiera se les ha dado, hasta el cierre de esta carta pública, una fecha concreta de pago.
Medidas de fuerza ante el vaciamiento. Por todo esto, la última edición del año de Tiempo Argentino salió a la calle sin las firmas de sus periodistas. Lo mismo ocurrirá con la primera edición de 2016. Ayer, jueves 30 de diciembre, además, se realizó un paro parcial en la redacción y los trabajadores del Grupo 23 hicimos una asamblea en la puerta del diario, Amenábar 23, en la que resolvimos marchar el martes a Puerto Madero, el coqueto barrio en el que están las oficinas de los dueños.
Cuánto facturaron y quiénes son los dueños del diario y del Grupo 23. Tiempo Argentino es una publicación del Grupo 23, cuyos accionistas visibles son Sergio Szposlki y Matías Garfunkel, pero integran un directorio donde también participa el empresario Darío Richarte. El conglomerado de medios que estos empresarios controlan, además de Tiempo Argentino, esta integrado por las revistas Siete Días y Cielos Argentinos y las distintas versiones del diario El Argentino. Incluye a las radios América, Splendid, Vorterix -en sociedad con Mario Pergolini- y Rock and Pop, y el canal de noticias CN23. Según datos oficiales, entre 2009 y 2015 la empresa recibió 814 millones de pesos en pauta oficial sólo del gobierno nacional. A ese monto hay que sumarle la pauta de los gobiernos provinciales y la Ciudad de Buenos Aires, y la privada, que se puede ver en abundancia en las páginas del diario. A pesar de esta facturación multimillonaria, la empresa argumenta ahora, a veinte días de asumido el nuevo gobierno, que atraviesa problemas financieros.
Cómo negocian estos empresarios. La comisión interna mantiene reuniones periódicas con Szpolski, el único interlocutor en estos años en representación del directorio del Grupo 23. Garfunkel nunca recibió a los trabajadores. Sin embargo, muy suelto de cuerpo, utiliza su cuenta de Twitter para desentenderse de la situación como si no fuera uno de los mayores accionistas y editores reponsables del diario. Al menos públicamente –ahí están los tuits- está peleado con su socio Szpolski. Por fuera de la vergonzante espectacularidad de estas peleas públicas, hemos repudiado esta irresponsabilidad: que las peleas de patrones se arreglen entre patrones, pero que les paguen a los trabajadores.
Nuestras definiciones para el futuro. Los trabajadores no vamos a ser la variable de ajuste de las aventuras empresariales. Es la patronal la que tiene que hacerse cargo de sus responsabilidades. Pagar los salarios y los aguinaldos no es una opción, es una obligación. Mientras Garfunkel tuitea, lo que está en juego son las fuentes laborales de cientos de trabajadores.
El valor de nuestro trabajo. Estamos muy orgullosos de ser parte de Tiempo Argentino. Orgullosos de cada uno de nuestros compañeros y del esfuerzo de una redacción que nació a pesar del desdén de la "patria periodistica" y que logró construir, día a día, un medio de alcance nacional que ha superado ampliamente las expectativas de la patronal. La muestra está en los lectores que llaman todas las mañanas para decir que no les llega el diario, en el desaprovechamiento empresarial de las potencialidades de este producto periodístico y, por sobre todo, en las repercusiones noticiosas que nuestras páginas, y nuestros compañeros, cosechan diariamente en la agenda informativa cotidiana.
Línea editorial y compromiso. Como cada medio, Tiempo Argentino tiene su propia línea editorial. No todos los trabajadores la comparten, como sucede en la mayoría de los medios. Pero más allá de las distintas posiciones, que muchas veces se contraponen en las asambleas, hacemos el diario con honestidad y compromiso. Las pruebas de esa maduración y crecimiento está en la extensa lista de títulos propios, de primicias y de revelaciones que han construido un lazo indeleble con sus lectores, a partir de investigaciones, coberturas, reportajes y crónicas que les han permitido conocer aspectos y datos no revelados hasta entonces. El trabajo de cada uno de nuestros compañeros ha nutrido a Tiempo Argentino hasta constituirlo en un medio competitivo que, paradójicamente, es subejecutado por sus propietarios.
Las cosas claras. Una y otra vez decimos que los trabajadores no somos lo mismo que los dueños de los medios, como quedó demostrado en las muchísimas oportunidades en las que trabajadores de Tiempo, Página/12, La Nación, Clarín y otras publicaciones nos encontramos en la calle luchando en unidad por nuestros derechos. Tenemos claro que cuando golpean a uno nos golpean a todos. Cualquier pérdida de puestos de trabajo que pueda producirse en el Grupo 23 repercutirá indefectiblemente en el conjunto de los trabajadores de prensa. Esto no es un problema abstracto. Acá hay trabajadoras y trabajadores que terminan el año envueltos en la incertidumbre.
A todos nuestros lectores, al público en general, a todos nuestros compañeros del gremio, pero también a todos los dirigentes políticos y gremiales, actores, músicos, futbolistas y gente de a pie, les pedimos su apoyo y solidaridad para mantenernos todos en estado de alerta ante esta serie de maniobras que, sin dudas, buscan vaciar un diario incómodo para el poder.
Estamos acá y vamos a dar pelea. Tenemos con qué. Que de eso no tenga duda nadie. Nos volveremos a encontrar en la edición del 3 de enero, pero también en la calle, junto a todos nuestros compañeros. Así recibiremos el 2016: de pie, con el orgullo de nuestro esfuerzo, con la alegría de nuestra asamblea y con el compromiso profesional de siempre.
Comisión Interna Diario Tiempo Argentino