EL REY QUE NO PUDO SER (FÁBULA CONTEMPORÁNEA)

EL REY QUE NO PUDO SER

RICARDO CORAZONZETTI DE LOREN

Nació en un pueblo del antiguo reinado de Del Plata. Poseedor de varios títulos académicos en la rama de su especialidad y llegó al más alto cargo al que puede aspirar en tan noble profesión.

Nombrado en ese supremo lugar que había sido mancillado por antiguos colegas que privilegiaron oscuros acuerdos en cambio de ejercer con dignidad el mandato recibido. Todos en la comarca pensaron que aquellos días de oprobio se habían terminado con la nueva conformación del colegiado poder. Donde Ricardo fue ungido Primus Inter pares.

Pero resulta que en el territorio supo haber un grupo que se jactaba de tener más poder que aquellos gobernantes que eran legítimamente elegidos por las leyes pertinentes. Este grupo supo conspirar contra varios de estos gobernantes logrando siempre medidas acordes a sus intereses. Que nunca coincidieron con los de la mayoría de la población.

De resultas que quien nombró al mencionado Ricardo, por llevar adelante políticas de estado que se contraponían a los intereses de aquel grupo comenzó a sentir el peso de nuevas conspiraciones. De las que Ricardo no fue totalmente ajeno. Al punto que tuvo varios encuentros con el mandamás del grupo conspirador. Encuentros que salieron a la luz sin que los protagonistas lo hubieran buscado y de los cuales no dieron explicaciones públicas satisfactorias.

El tema es que Ricardo en algún momento sintió que el cargo para el que fue nombrado le resultaba poco para sus aspiraciones y se sumó a las operaciones desestabilizadoras del magnético e innoble conjurador.

Para mejor servir al confabulador pergeñó una maniobra palaciega para perpetuarse en el cargo de primero entre iguales. Maniobra que le restó la poca credibilidad que pudo haber tenido.

Desde ese momento fueron cada vez más evidentes sus maniobras contra el legítimo gobierno. Llegando incluso al extremo de avalar tenebrosas maniobras de funcionarios judiciales contra las autoridades instituidas.  

(Ricardo Corazón de León fue considerado ya en vida la personificación del caballero cristiano medieval y se convirtió en una leyenda romántica después de su muerte: su entrega a la mística guerrera de la Cruzada, su peripecia aventurera por Europa y su larga ausencia del reino permitieron que surgiera el mito de un rey deseado por el pueblo y traicionado por enemigos desleales.)

Con seguridad el Ricardo de esta historia no tendrá la misma suerte.

Daniel Mojica