#NIUNAMENOS
Algo está
cambiando. Si marchaste por la zona del Congreso seguro sos parte.
Tal vez no
pudiste por diversas razones pero si tu corazón latía ni una menos. Estuviste.
Algo está
cambiando. Tanta gente joven manifestando contra la naturalización de la
violencia de género. Dice algo de la sociedad. Algo que esta misma sociedad no
supo, no quiso o no pudo decir luego de aquel nefasto golpe genocida.
Algo está
cambiando sin duda. Al ver esas calles poblarse de carteles de diferentes
tamaños fabricados en casa, en la oficina, en compañía, junto a otros y otras
que sienten la misma indignación y furia por qué no, cuando un nuevo caso es
maltratado en ciertos canales, con ciertos personajes para quienes las víctimas
son sólo “objetos de consumo que ya fueron consumidos” (http://www.revistaanfibia.com/ensayo/basura).
Algo está cambiando. En las calles, en los corazones, en las conciencias. No
así en ciertos juzgados de un Poder Judicial que se resiste a acompañar los
nuevos vientos que generaron estos cambios que no son de un partido, no son de
una facción política, no son de derecha o de izquierda. Son de esta sociedad
que está diciendo basta a “los abogados, los jueces y las cámaras de TV”…donde
“sigue la carnicería en una especie de show que explica los femicidios”
(ibídem)Acaso los que piensan que “si una mujer joven tiene más de un novio o, peor, ninguno, y vuelve en pedo a las seis y salió en vestido corto, ¿Se está buscando la muerte?” (Ibídem) ¿No son los mismos que en aquella otra época pensaron “algo habrán hecho”?
No es casualidad que los medios que “la construyen poco a poco como si fuera culpable”, los que hablan o escriben que “si la chica usaba mini y le gustaba bailar y si llevaba adelante su propia vida sexual según lo que le gustaba, era una trola y las trolas se la buscan y la encuentran” (ibídem) son los mismos que escribían “muertos en un enfrentamiento” o más acá en el tiempo titulaban “la crisis provocó dos muertos”.
Algo está cambiando. Algo estamos cambiando. Sólo falta que cambiemos aquello que hace posible que ciertos jueces rebajen la pena de violadores, o que permitan que grandes empresas evadan cifras millonarias, o que alguna otra consiga cautelares que le permiten burlarse de la ley y de la Constitución Nacional que fue pergeñada para protegerlos. Aún así la burlan, la violan, la abusan. Como permiten que se burlen, se violen, se abusen y se maten mujeres olvidando que “somos sus madres, sus hijas, sus hermanas, sus esposas, sus amigas, sus amantes, sus novias. Somos más de la mitad del mundo que hacemos juntos. No insumos a descartar” (ibídem)
Sólo falta que cambiemos esto.
Daniel Mojica www.cuestioncultural.blogspot.com.ar
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