miércoles, mayo 28, 2014

UNA APUESTA AL BUEN PERIODISMO



UNA APUESTA AL BUEN PERIODISMO

El periodismo es una profesión, o un oficio, que tiene una gran responsabilidad en la construcción de sentido en la sociedad contemporánea.
Porque además de ser fuente de información también aporta al conocimiento, a la educación, a la construcción de valores que en definitiva forman parte de la cultura. Los hechos que nos cuentan de manera cotidiana desde los diferentes medios de comunicación, en algún momento serán parte de lo que escriban los historiadores cuando cuenten los avatares que atravesó la sociedad del siglo XXI.
Entre otras muchas razones, por eso resulta relevante la sanción y plena aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, por la necesaria pluralidad de voces que promueve. Esto hace que no exista una sola mirada sobre la realidad para que cada uno de los sujetos sociales pueda formar su propia visión sobre los hechos.
El ejercicio del periodismo ha cambiado con el paso de los años. Lo que no debería haberse modificado es la honestidad a la hora de informar. Es cierto que también se ha modificado la propiedad de los medios de comunicación. Es decir, quienes son los dueños de los diarios, de las radios, de los canales de TV. Lo que no debería haber cambiado es la ética y la responsabilidad social que tienen los medios, precisamente por lo señalado más arriba en cuanto a la construcción de sentido y de valores que enriquecen el acervo cultural de un pueblo.
Pero, así como hace treinta años por lo general los dueños de los diarios eran periodistas o escritores (si cabe esa diferencia) personas ligadas a la cultura cuyo fin era dar a conocer sus pareceres al contarnos la realidad. Hoy los propietarios son generalmente empresas que defienden intereses (económicos, políticos, empresariales, corporativos) y que no sólo poseen medios de comunicación, en muchos casos.
Entonces su prioridad no es contarnos la realidad. Sino mostrarnos una realidad afín a sus intereses.
Por ejemplo, si el lunes 26 de mayo pasado hubiera llegado un contingente de turistas de Bosnia o de Noruega y al bajar del avión en Ezeiza les acercaran uno de los diarios de mayor venta en la ciudad, no se hubiera enterado del maravilloso y multitudinario festejo que los argentinos protagonizaron el día anterior en la Plaza de Mayo. Que no fue cualquier día. Era el festejo de los 204 años de la Revolución de Mayo.



Disgresión 1:  “ PRECISIÓN: toda noticia debe ser fiel a la realidad y de ningún modo falsa o confusa. INTEGRIDAD: las informaciones no pueden distorsionarse para forzar o justificar puntos de vista. EQUIDAD: las noticias deben tratar con imparcialidad personas, instituciones y acontecimientos.” Del diario “Clarín” en su Manual de Estilo (1997).
Digresión 2: “El no-acontecimiento periodístico” “Es la práctica a partir de la cual algunos medios transmiten informaciones que en lugar de originarse en acontecimientos, se basan en lo que la autora española Mar de Fontcuberta (1993) define como no-acontecimientos” (Adela Ruiz y Lucas Miguel, Taller de Redacción Periodística, Lic. en Periodismo, UNDAV)
Según la misma autora española, suelen aparecer bajo alguna de las siguientes formas:
“NOTICIAS INVENTADAS: son aquellas informaciones que publican los medios sobre la base de elementos, declaraciones o hipótesis, que no existen en la realidad…se publican a sabiendas de que los hechos o declaraciones no se han producido, o de informaciones en las que el incorrecto chequeo de las fuentes…permite que se filtren versiones erróneas o interesadas.”
“NOTICIAS ERRÓNEAS: …se construyen con datos que, dados a conocer como verdaderos, resultan ser falsos…el error se debe a dos posibles razones: o el periodista malinterpretó los datos…o existió una deliberada intencionalidad de desinformación por parte del emisor o las fuentes de la noticia.”
“NOTICIAS ESPECULATIVAS: ...se construyen sobre hipótesis no comprobadas o rumores no confirmados, lo que sucede cuando no se actúa con rigor periodístico.”
Un ejemplo de no-acontecimiento periodístico: la “falsa” carta del Papa Francisco que resultó ser verdadera.
Como sociedad debemos estar alertas sobre ciertos medios y determinados periodistas que buscan deliberadamente crear un clima de temor, zozobra, o incertidumbre con el único fin de defender intereses sectoriales que generalmente van en contra del bienestar de la mayoría.

Daniel Mojica
  
                            

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