SOLO EL PUEBLO SALVARA AL PUEBLO

“SOLO EL PUEBLO SALVARA AL PUEBLO”

Hay un mensaje recurrente en los discursos de Cristina Fernández de Kirchner desde su reelección: “empoderar al pueblo”. Este mensaje no ha sido lanzado al azar. Sino que detrás de él, puede vislumbrarse una fina estrategia.
Tal vez, para no repetir frustraciones pasadas.
En ese mismo sentido puede analizarse otra recomendación de nuestra Presidenta: la de organizarse. Dirigida en especial a la juventud, pero no exclusivamente a ella.
Del mismo modo se puede interpretar su insistente llamado a la unidad nacional.
Existen otras frases que suele repetir la primera mandataria: “no soy eterna” y “defender lo conseguido”.
Si a todas las enumeradas le sumamos la que pronunció al dirigirse a los jóvenes, luego del anuncio del “Plan Progresar” cuando los instó a caminar y militar el territorio, la estrategia queda a la vista.
El mensaje de la conductora del Movimiento Nacional es claro y contundente: organizarse, unirse con base en el territorio, empoderar al pueblo en defensa del proyecto nacional (que no es de un partido).
Porque el enemigo (que no es Clarín, pero que lo integra) no descansará, ni escatimará esfuerzos, operaciones desestabilizadoras, para cortar (una vez más, como en 1955 y 1976) de raíz un proyecto (no un gobierno) que beneficia a la gran mayoría. Redistribuyendo el esfuerzo (la riqueza) de toda la sociedad, con medidas de inclusión y la erradicación de la pobreza, como objetivos primordiales.
Si como sociedad, no somos capaces de defender un proyecto que mejora nuestra vida, y nos permite vislumbrar un futuro mejor ¿nos merecemos ese proyecto?
Es un enorme desafío el que tenemos. Porque este proyecto de país, no es sólo para los convencidos y militantes, aunque algunos aún no hayan conseguido insertarse en el circuito de trabajo formal. Es un hecho que ha beneficiado a una gran mayoría de compatriotas.
Incluso a quienes conspiran y tratan de desestabilizar al gobierno, buscando dejar también su mensaje de temor: no toleramos gobiernos, ni proyectos que vayan contra los intereses de las corporaciones.
Acaso como sociedad ¿no hemos aprendido con lo que nos pasó en 1955 y en 1976?
¿Ya nos olvidamos de lo que pasamos desde los 90 al 2001/2002?
Estamos ante la tremenda oportunidad de decir ¡Basta! A los que condicionaron y extorsionaron a la democracia desde 1983 hasta el 2002?
Los militantes y convencidos ya sabemos qué tenemos que hacer.
El resto de la sociedad, que no integra la minoría socia y beneficiaria de todos los golpismos ¿estará a la altura de esta democracia que estamos construyendo?


Daniel Mojica
www.cuestioncultural.blogspot.com.ar