TREINTA AÑOS. TREINTA MIL RAZONES
PARA DEFENDER ESTA DEMOCRACIA
Si bien acabamos de festejar treinta años de democracia sin interrupciones, debemos ser claros en exponer que en los primeros veinte años, la democracia vivió condicionada. Por los militares genocidas y los grupos económicos que los instrumentaron, sus socios y cómplices civiles.
Este comentario, no pretende minimizar los esfuerzos, o la buena voluntad del ex presidente Raúl Alfonsín, ya que tuvo un contexto social muy complicado. Porque, precisamente debido a esos condicionamientos, tuvo que dejar el gobierno antes de cumplir su mandato constitucional.
Quien lo sucedió, tuvo mucho que ver con la salida anticipada del dirigente radical. Esto resulta evidente por la fuerza de los hechos. Basta ver la alianza que acompañó al gobierno del ex presidente riojano. Los mismos sectores del sistema de poder que acorralaron al gobierno radical. Dicha alianza es la que hizo posible, que fuera el único mandatario en esos veinte años en terminar dos mandatos consecutivos. También consiguió el apoyo del grupo mediático, siguiendo el “protocolo Magneto” (2 años de apoyo para conseguir medidas favorables; 2 años de reclamos para conseguir más prebendas; y los últimos 2 años de desgaste. Recordemos que antes de la reforma constitucional de 1994, los mandatos duraban 6 años)
Como el presidente riojano gobernó para el sistema de poder, no tuvo mayores complicaciones. Salvo las “valientes publicaciones de los periodistas de investigación” que sacaron chapa de progresistas y de periodistas de investigación. También de valientes.
Este es un hecho para resaltar: en esos primeros 20 años de democracia condicionada, sólo Carlos Saúl Menem completó sus dos mandatos.
Esta es la mejor prueba del poder de las corporaciones, y de la debilidad de los gobernantes que se subordinan a ese poder.
Esa es la principal razón del ensañamiento de esos factores de poder contra el kirchnerismo. Recordemos el ultimátum de Claudio Escribano al ex presidente Néstor Kirchner, apenas asumido.
Porque desde el 25 de Mayo de 2003 las decisiones se toman en la casa de gobierno, sin condicionamientos de los sectores de poder.
Esto es lo que no soporta el sistema de poder, que diseñó las reglas de juego desde nuestra institucionalización.
Por eso, durante el siglo XX cada vez que un gobierno democrático osaba avanzar a favor de las grandes mayorías, colisionaba con los intereses de la minoría privilegiada que ideó la República, para su propio beneficio. Esa idea de República no coincide con la idea de Nación que sostuvieron San Martín, Belgrano, Moreno, Monteagudo, Rosas, Irigoyen y Perón.
Precisamente, el objetivo que se propuso el kirchnerismo desde el momento que asumió el gobierno, es recuperar aquella idea de Nación por la que lucharon nuestros patriotas independentistas.
Por eso, una de las primeras acciones, junto con la reivindicación y valorización de la política, como instrumento de transformación, ha sido la de recomponer el rol regulador del Estado.
Esta es la pelea de fondo que atraviesa estos diez años de gobierno democrático no subordinado ni condicionado, por quienes estaban acostumbrados a ser “los dueños de la patria”.
La patria no tiene dueño, o en todo caso, es el pueblo. Quien, de acuerdo a nuestra Constitución Nacional, elije un gobierno para que conduzca los destinos de la Nación.
Sucede que históricamente, cuando esos gobiernos elegidos por el pueblo, defienden los intereses de ese pueblo que los eligió, pasa lo que pasaba en el siglo XX.
Por eso el ultimátum de Escribano apenas asumió Néstor Kirchner, para recordarle lo que podía pasar si no obedecía.
Cada tanto, en estos últimos diez años de gobierno que no acepta tutelas, por distintos canales, acciones, operaciones de esos sectores de poder, pretenden socavar no el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, sino ESTA democracia. La que no acepta subordinarse a los sectores de poder.
Si los argentinos no tomamos conciencia que la extorsión a la que están sometiendo al gobierno que elegimos, es para llevarse puesta ESTA democracia que ha ampliado derechos, que ha distribuido de una manera más equitativa la riqueza que generamos entre todos.
En este contexto hay que analizar los acuartelamientos policiales, más allá de que sean justos sus reclamos.
Si no tomamos conciencia que ESTA democracia SOMOS TODOS, y que contra quienes atentan los que quieren destituir a nuestra Presidenta, es contra cada una de las medidas que han mejorado nuestra vida en estos diez años, o sea contra nosotros como argentinos con derechos y medidas sociales que ni pensábamos hace diez años atrás, que podíamos disfrutar.
ESTA democracia es la que está en peligro.
Estemos atentos para defenderla. Los profetas del odio usan los medios de comunicación para generar temor y a los agitadores de siempre para que ese temor tome forma de saqueos, muerte y caos.
Tal vez habría que crear la figura penal de “terrorismo informativo” para quienes desde los medios de difusión pretenden incitar a la violencia con operaciones de prensa, con tergiversaciones y con mentiras.
También hay dirigentes inescrupulosos que se montan en este escenario pergeñado por quienes nos quieren llevar hacia caminos de violencia que no estamos dispuestos a transitar, llamando a medidas de fuerza que sólo generan más descontento y odio.
Estemos atentos.
Tenemos treinta mil razones para no bajar los brazos.
Daniel Mojica
www.cuestioncultural.blogspot.com.ar
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