CON LAS CARTAS SOBRE LA MESA. PARA
PROPIOS Y AJENOS
Los “suplentes” protestaron en el estudio de televisión de su
“director técnico”. El mismo que en la audiencia de mediación con el periodista
Víctor Hugo Morales, evitó el encuentro cara a cara.
Héctor Magneto ¿no acusa recibo que la sociedad sabe que él manipula a
la dirigencia que acude a sus estudios cada vez que los convoca, en su afán de
desestabilizar al gobierno democrático?
El resto de los poderes fácticos respondieron de manera afirmativa.
Empresarios y banqueros se manifestaron dispuestos a dialogar con la Presidenta.
¿Por qué el conductor del mayor grupo mediático y creador de sentido,
prefiere seguir ocultándose detrás de sus “dirigidos” políticos?
Con seguridad, porque sus intenciones e intereses no se condicen con
una democracia adulta. Una democracia en la que el gobierno elegido no acepta
condicionamientos que lesionen los intereses y derechos de las mayorías y de
las minorías que han logrado visibilizar sus demandas y que estas sean contempladas
desde las instituciones.
La intención de la
Presidenta parece estar orientada a sentar las bases para que
los pilares del proyecto que nos posibilitó “salir del infierno” sean
sostenidos más allá del 2015.
Para no retornar a ese pasado que significó desempleo, pobreza,
endeudamiento, desindustrialización, cierre de fuentes de trabajo,
extranjerización de la política exterior, pérdida de soberanía y autoestima. En
definitiva padecimiento para la gran mayoría de los argentinos. Menos para la
minoría de siempre. Esa minoría que acostumbra encontrar “dirigidos políticos”
dispuestos a poner su cara, su estructura partidaria y sus bolsillos a
disposición del “director técnico” que los elige para formar parte del equipo
de los vende patria.
Estas trascendentes cuestiones son las que están en el debate solapado
que los “suplentes” nombran con eufemismos. Porque como manifestó el lector de
las obras de Sócrates “si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie”. Estos
“dirigidos políticos” son dignos descendientes de aquel personaje que vendió el
país.
Por eso, en una decisión estratégica, que pone una vez más de relieve
la estatura de estadista de Cristina Fernández de Kirchner, pide “discutir con
los dueños de la pelota”.
¿Por qué?
Porque los “gerentes que ponen en las listas” no tienen poder de
decisión. Son simples ponedores de cara y sonrisa frente a las decisiones de
los “titulares”.
Por lo tanto, los compromisos deben ser asumidos por quienes son los
verdaderos representantes de los intereses que se ponen en juego.
Si hasta hay candidatos que deben recurrir a escribanías para que los
votantes crean en el compromiso de lo que proponen.
El discurso de la
Presidenta en Tecnópolis, significa pararse en el centro de
la cancha y clarificar y distribuir el juego.
Cristina Fernández de Kirchner, como siempre ha sido clara y
contundente.
Para propios y ajenos.
El mensaje hacia adentro deberá ser leído por los protagonistas de la
campaña hacia el 27 de Octubre. Tanto por los candidatos como por los
militantes. En cuanto a “los errores a corregir”.
A partir de ahora, se abre una nueva etapa en estas elecciones por
venir. La dinámica que generaron los resultados de las PASO acaba de ser
modificada por la
Presidenta.
Lo que vendrá está por verse.
Pero profundización y propuestas claras, seguro serán de la partida.
El partido está por comenzar.
Daniel Mojica
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