REPUDIO LA PROCLAMA GOLPISTA

EL GOLPISMO DE LA IMPOTENCIA




No sorprende la incitación a voltear el gobierno constitucional, realizado por los sectores que históricamente se han beneficiado con todas las dictaduras de las que fueron socios.

Porque cada vez que los sectores populares recuperan o amplían sus derechos, los sectores del privilegio afilan sus garras para impedirlo.

Es que el sistema de poder, no se lleva bien con las mayorías, con la igualdad, con la soberanía popular. Con la justicia independiente, de ellos. De quienes construyeron el andamiaje jurídico en institucional para defender sus intereses de clase.

Por eso, tampoco puede sorprender el llamado a “desaparecer” a los integrantes del gobierno nacional.

Nadie ignora el significado de tan emblemático concepto, en boca de esos sectores.

Pero, poner en palabras las intenciones de cada sector, le hace bien a la democracia y a la sociedad en su conjunto.

Para que todos tomemos nota de qué es lo que nos espera, si otra vez las corporaciones (el sistema de poder) toman las riendas de las decisiones políticas y económicas en la Argentina.

Hay algunos datos que conviene tener en cuenta, en el contexto de los últimos acontecimientos. Estoy hablando de las recientes inundaciones y sus trágicas consecuencias.

Ninguno de los sectores golpistas que hace unos años atrás, en el marco de otro intento sedicioso y destituyente derramara miles de litros de leche en las rutas que bloquearon generando desabastecimiento. Digo, ninguno de ellos aportó solidariamente, leche, alimentos u otros elementos imprescindibles para los compatriotas afectados.

Sus simpatizantes sólo aportaron patotas violentas para golpear a los jóvenes solidarios, y comunicadores mediáticos que cuestionaban las pecheras que identificaban a los que ponían el cuerpo para colaborar. Estos comunicadores aportaban el argumento para que las patotas actuaran.

Otro dato significativo en este contexto en que el poder está en juego, por la vía de la democratización del Poder Judicial, es el lugar en el que eligieron ubicarse la mayoría de los dirigentes políticos de la oposición.

Escapando a todo debate, fungen como un coro sumiso a los factores de poder que han condicionado a la democracia desde que la recuperamos.

Repiten de manera simiesca un guión escrito por quienes propiciaron y fueron socios y cómplices de la genocida dictadura que dejó un saldo de treinta mil compañeros desaparecidos y se apropiaron de centenares de criaturas nacidas en los centros de exterminio. Prácticas que hoy reclaman desde las tribunas que la democracia permite.

¿Cuál es el por qué de tan clara declaración de principios a la vista y oído de todos los argentinos?

Es que a las corporaciones y al sistema de poder vigente no les conviene un Poder Judicial independiente de quienes siempre han sometido al pueblo y sus organizaciones.

Porque se han dado cuenta que no es sólo el gobierno el que propugna el debate por la democratización del Poder Judicial. Sino que una inmensa mayoría de la sociedad reclama lo mismo.

En todo caso el gobierno nacional, como viene sucediendo desde el 25 de Mayo de 2003, toma en cuenta los reclamos sociales y los lleva adelante asumiendo el compromiso de dar el debate. Como ha sucedido con la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el matrimonio igualitario, la violencia de género, la trata de personas y tantas otras que habrán de venir.

Es una lástima que la dirigencia política que representa a la oposición, en su gran mayoría, se cobija en las faldas manchadas de sangre de esos factores de poder y no se anime a acompañar con las críticas que tengan para hacer, para aportar al mejoramiento de cada una de las propuestas que elabora el gobierno nacional.

No son concientes de la oportunidad que pierden al elegir ser furgón de cola de intereses que son ajenos al bienestar del pueblo.

No estamos dispuestos a entregar ninguna de las banderas que hemos traído hasta este sitio en que la historia nos encuentra.

Vamos a defender cada una de las conquistas logradas en esta década ganada. Y vamos a ir por todo lo que falta, para que de una vez por todas la bandera de la patria flamee acunada por los vientos de la liberación nacional.



Daniel Mojica

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