martes, marzo 05, 2013

UNA GRIETA PARA QUE EL PUEBLO ENTRE


UNA GRIETA PARA QUE ENTRE EL PUEBLO

El cambio de época no es una mera frase, o una expresión de deseos.
El proyecto Nacional, Popular y Soberano iniciado el 25 de Mayo de 2003, avanza de la mano de la voluntad popular. Dando pasos que profundizan el compromiso asumido desde el primer discurso de asunción.
Cuando Néstor Kirchner anunció que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la casa de gobierno. También nos dijo que pertenecía a una generación diezmada. Se asumió como hijo de las Madres y Abuelas.
Allí, nos propuso un sueño.
Ese mismo sueño que quedó trunco cuando el sistema de poder puso en marcha la dictadura cívica, militar, mediática, eclesiástica y judicial. Para que aquel sueño no se hiciera realidad.
Ese sueño de una Patria justa, libre, soberana, profundamente latinoamericana y solidaria. Una Patria inclusiva y que amplíe derechos.
Esta Patria que reivindica su historia emancipadora y anticolonial.
A medida que el proyecto se abre paso, entre la maraña de impedimentos que el propio sistema de poder pergeñó desde nuestros albores como Nación. Hoy, nos encontramos por fin con el nudo que impide el avance pleno de la soberanía popular.
La quinta columna que frena los intentos democratizadores, porque como un laberinto de perfecto diseño, siempre nos instala en alguno de sus pliegues, y nos impide avanzar.
La tercera pata que el sistema de poder consagra mediante la Constitución Nacional, en el Gobierno de la Nación. El Poder Judicial.
Rémora de nobles pasados que pretenden detener el tiempo manejando inconmovibles coordenadas de lugar y tiempo que nunca favorecen a quien dicen representar: la democracia; o sea: el gobierno del pueblo.
¿A qué sector del pueblo representa el Poder Judicial?
¿De qué cantera popular surgen sus miembros, fruto casi siempre secretos y oscuros conciliábulos?
¿Por qué será que todas y cada una de las dictaduras que nuestro pueblo ha sufrido, jamás han cerrado sus cenáculos?
Es que el sistema de poder ha permanecido incólume hasta el 25 de mayo de 2003.
De allí en adelante el proyecto de país para todos ha ido creciendo en las conciencias. A la vez que ha abonado la soberbia de esa casta familiar, acicateada por intereses y privilegios de sectores hegemónicos que se están viendo jaqueados por el avance popular.


Tanta soberbia les ha hecho plasmar un documento que parece haber sido escrito por los editorialistas mediáticos, donde se solazan hablando de las presiones que el prístino Poder Judicial estaría recibiendo del Poder Ejecutivo.
Esta manipulación no fue soportada ni suscripta por una inmensa mayoría de integrantes de ese mismo Poder Judicial. Que han tomado el guante arrojado como al descuido. Así estos honorables integrantes, pero no familia, del mencionado Poder, han abierto el debate sobre una “Justicia Legítima”.
Han abierto una grieta, para que ingrese el pueblo.
El primero de Marzo, en un discurso lleno de señales alentadoras, nuestra Presidenta, como siempre lo ha hecho, se hace cargo de la demanda popular.
Queremos una Justicia que esté a la altura de la democracia que estamos construyendo.
En buena hora.
El cambio de época, no es sólo una frase de ocasión.
Es la transformación que estamos llevando a cabo.
Estemos listos a asumir las consecuencias que todo cambio de paradigma trae aparejado.

Daniel Mojica

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