7 DE DICIEMBRE. PODEMOS

APRENDIMOS QUE SE PUEDE



No se puede. Este tal vez sea uno de los primeros conceptos que nos instalan, como sociedad en el camino de la dependencia.

¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase: “no se puede ir contra la corriente”, muchas veces dicha por algún “adulto” de la familia? Cuando algún joven integrante de la misma manifiesta una intención de encarar alguna acción por fuera de los límites establecidos.

¿Establecidos por quién? Tal vez por los mismos que instalaron aquella frase. Porque ese joven inquieto llegó cuando la sociedad ya tenía todo bien ordenadito, clasificado y organizado. Cada cosa en su lugar. Un lugar inamovible.

Así es como la sociedad de clases ha ordenado los lugares que deben ocupar los diferentes grupos que la componen. La más numerosa abajo, sosteniendo en todo el sentido del término, a las que se ubican por encima. La clase media que pugna por subir hacia el selecto espacio de las minorías, sin importarle lo que pisa para ascender. Allá arriba, los pocos que han repartido las cartas del juego. Cada tanto dejan subir a alguno de los que pujan. Tan sólo para que los ayuden a frenar a los que siguen pugnando por otro lugar más confortable.

Para sostener este “equilibrio” nunca han escatimado los medios. Desde los culturales, vía los medios de comunicación, información y difusión que siempre han estado en sus manos. Hasta los más horrendos crímenes, cuando hubo quienes se animaron a “ir contra la corriente”.

Sucede, que para construir una sociedad más justa, libre y soberana, no hay otra opción que ir contra la corriente.

Esto, lo aprendió el pueblo, gracias a su íntima convicción y necesidad de ir conquistando derechos. Porque una vez, una gran mujer dijo “allí donde hay una necesidad nace un derecho”. Es por eso que no hay corriente que pueda detener el avance de un pueblo en la ampliación de derechos.

Esto es algo que tenía muy claro quien asumió la presidencia el 25 de Mayo de 2003. Quizás lo más importante que nos haya dejado como legado es la conciencia de que “se puede”. Podemos.

Además supo escuchar los reclamos sociales y puso en práctica el dicho de aquella gran mujer.











Así es como pudimos, con la conducción de la actual Presidenta, que también ha sabido escuchar (a las organizaciones sociales que elaboraron los “21 puntos” que sirvieron de base a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual) sancionar por amplia mayoría y luego de un largo debate a lo largo del país, una Ley que viene a sumar, voces, miradas, criterios. Viene a democratizar la palabra.

Pero, uno de los poderosos grupos defensores del “no se puede” ha desplegado, todo el poder que supo conseguir gracias a haber sido socio, cómplice y beneficiario de los genocidas que robaron bebés y mataron a sus madres luego de parir. Digo, ha desplegado todo su poder para desconocer la ley, los poderes del estado y la soberanía popular.

Este grupo que ha ocultado, silenciado y disfrazado desde sus páginas las atrocidades cometidas, cree que todavía goza de impunidad.

Desde esa soberbia que ha envenenado su ser, y desde el temor, o vaya a saber qué, aún es capaz de manipular a algunos sectores del Poder Judicial y a casi toda la dirigencia política opositora, salvo honrosas excepciones.

Algunos sectores de la sociedad, minoritarios pero ruidosos, responden a los mismos intereses que defiende el grupo empresario.

Los une el odio al pueblo.

Es una lástima que se desperdicie tanta energía en afán destructivo.

Pero en democracia cada uno elige.

Nosotros elegimos el amor y la alegría.

Así nos preparamos para festejarnos, el próximo Domingo 9 de Diciembre.

Porque los empresarios pasan, y el pueblo queda.

Este pueblo que sabe avanzar contra la corriente.



Daniel Mojica

www.cuestioncultural.blogspot.com

Columnista Político de Radio Gráfica

Prensa y Comunicación CC La Hora de los Pueblos