SOMOS UN PAIS CON
BUENA GENTE. MAL QUE TE PESE TNembaum,
Vivimos en un país
que es escenario de grandes transformaciones. Sociales, económicas. Políticas y
culturales.
El cambio
fundamental, lo produce Néstor Kirchner, cuando recupera LA POLITICA. Transformando,
de esa manera y para siempre el escenario. El contexto en el que estábamos
acostumbrados, como sociedad, a relacionarnos.
De esta manera, la
política, toma las riendas de la economía y motoriza el cambio. Que poco a poco
nos vamos dando cuenta, que es cultural.
Pero, los procesos
históricos no son lineales.
Así como supo
haber (y todavía hay) pescadores de río revuelto; también perviven los
especialistas en revolver las aguas del río, para que los pescadores de siempre
sigan ganando. A costa del pueblo.
Uno de aquellos
especialistas ha sido Bernardo Neustadt.
Desde aquella
época, subsisten expertos en ese tipo de operaciones: Mariano Grondona, Samuel
Gelblung.
Pero, el sistema
de poder es un constante generador de estos personajes. Que vienen a ser como
anticuerpos contra el avance popular. José Eliaschev, Alfredo Leuco, Eduardo
Feinman, Jorge Lanata, Julio Blanck, Ricardo Kirschbaum, Luís Majul, entre
otros.
Sin duda, el
abanderado de estos prestidigitadores de la palabra es Ernesto Tnembaum.
Quien, con su
habitual carga de cinismo y mala leche, cada semana inocula su dosis de veneno
en las conciencias de los lectores de la Revista 23. En un vano afán, tal vez, de
desmoralizar, desde sus sesudas tergiversaciones de la realidad. O desde sus
mentiras. Lisa y llanamente. Como por ejemplo cuando escribe “…Sin ir más
lejos, el día de cierre de esta nota (salió el 12/7/2012) por cadena nacional,
o sea frente a la mayor audiencia política del país, la señora trató de inútil
a Daniel…”
El método que
utiliza es sacar de contexto hechos, frases, circunstancias, dichos. Para armar
su felonía y atrapar incautos.
En este caso
escribo sobre su nota “Un país con buena gente”. En la cual elimina el hecho
incontrastable, cual es el Proyecto Nacional y Popular que conduce Cristina
Fernández de Kirchner, desde su reelección.
¿Cómo saca de
contexto, para con datos parciales construir otro?
Pues obviando un
hecho inherente a todo proceso político de cambio, que es: la divergencia.
Cuando quien
conduce, interpretando el mandato popular, produce la PROFUNDIZACION de
ese proyecto, con medidas acordes y pertinentes al reclamo de quienes apoyan
dicho proyecto; esto hace que en el movimiento popular que sostiene e integra
el proyecto, se produzcan reacomodamientos.
Hay quienes se
suman y hay quienes se bajan. También hay quienes reaccionan como el tero.
Hay quienes
priorizan su proyecto personal, defeccionando del proyecto colectivo, como Hugo
Moyano.
Hay quienes
haciendo la plancha, se encaminan a orillas opuestas al derrotero del conjunto,
y hay que avisarle, como a Daniel Scioli. Por si “no se dio cuenta” que va a
contramano de las líneas rectoras del Proyecto Nacional.
Acá es,
precisamente, cuando aparecen estos “especialistas” buscando llevar agua para
los molinos que siempre sometieron al pueblo.
Por esto mismo no
llama la atención que no le dediquen una sola nota (en este caso E. TNembaum,
en la Revista
23) a la desidia con que el Jefe de Gobierno de CABA va destruyendo la salud,
la educación, el patrimonio histórico, el Borda. Cómo, de manera rayana con el
incumplimiento de los deberes de funcionario público, deja que crezca la
mortalidad infantil. Que ha bajado de manera notable en el resto del país.
La verdad, que no
sorprende que reciba su sueldo, todos los meses, de quienes se beneficiaron
siendo socios y cómplices del genocidio. De quienes se apropiaron de Papel
Prensa mediante tortura y muerte.
En fin.
Tal vez para
Ernesto Tnembaum, esto sólo sean “detalles menores”.
Daniel Mojica
Columnista
de Radio Gráfica
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