A NESTOR

PRESIDENTE MILITANTE. COMPAÑERO

Como verás, llenamos las urnas con los votos para ella. La presidenta coraje, como te gusta llamarla. Vaya si tiene coraje, y convicciones, y entereza, y sentimientos. Le quiero agregar otra característica, con tu permiso: sensualidad. Te cuento que no sé cual de estas cualidades los exaspera más a quienes no pueden admitir, ni tolerar, ni soportar que se tomen medidas en defensa de las grandes mayorías.

Esos mismos que vos enfrentaste desde el primer momento. Los que te quisieron condicionar. Es que estaban acostumbrados a marcar el rumbo a los habitantes que pasaron por la Casa Rosada. No te creyeron cuando dijiste que no ibas a dejar tus convicciones en esa puerta.

Nosotros sí te creímos.

Te digo una cosa, que tal vez habrás escuchado muchas veces, pero te lo tengo que decir. Los que venimos de los 70, jamás pensamos que íbamos a vivir para ver esta realidad que vos empezaste a construir.

Pensamos, que luego de la furia genocida que se llevó a nuestros mejores compañeros, pasaría mucho tiempo para que volviera a encenderse esa llama que nos convocó entonces.

Hablando de eso, compañero, te quedaste corto con lo de “que florezcan mil flores” ¡son millones, compañero! En cada rincón de la patria.

Me tiembla el pecho sólo de decirlo. Ni te digo cuando los veo, y me mezclo con ellos y trato de aprender sus nuevas consignas. Me siento otra vez de veinte…perdona, pero se me nubló la vista por un momento y no puedo contener la emoción.

Es que como dijiste vos, y lo dice ella también, cuando los miro me veo a mí y a tantos cumpas de aquel entonces.

Bueno en realidad, te quise escribir para decirte, que no sólo te recordamos, sino que jamás te olvidaremos.

Te mando un fuerte abrazo, peronista y militante.

Daniel Mojica