OBRA TEATRAL: SADICA!
DE NICOLAS PEREZ COSTA Y NACHO MEDINA
TEATRO “EL CUBO” – ZELAYA 3053 – ABASTO – CABA.
Excelente puesta en escena de segmentos de la vida de uno de los escritores más revulsivos y discriminados de su época.
El Marqués de Sade, con sus escritos supo ganarse la repulsión de los poderes establecidos.
PEQUEÑA BIOGRAFIA
El 2 de Junio de 1740, el conde de Sade, Jean-Baptiste, y su esposa Marié-Éléonore vieron nacer al heredero de la casa, al futuro conde de Sade, al que pusieron de nombre Donatien Alphonse François. Mientras viviese su padre, el título que ostentaría sería el de marqués, con el que
En 1763, al acabar
Pero pronto su libertinaje empieza a salir a flote y a crearle problemas.
A los tres meses sufre su primera detención: las declaraciones de una joven con la que se había entregado a ciertos actos sacrílegos le conducen al torreón de Vicennes, donde permanece 15 días. Las gestiones de su suegra le permiten escapar airosamente de la situación y durante una temporada se dedica a una de sus grandes pasiones: el teatro. Pero se encuentra ya demasiado ligado al libertinaje como para abandonarlo durante mucho tiempo. Los episodios con ciertas damas o con prostitutas se suceden, alcanzando uno de sus puntos culminantes con su viaje a
Por lo que se cuenta, hubo muchos hombres en aquella época que, pese a su excelente formación, demostraron un gran apego al vicio, aunque no por ello dejaban de ser ingeniosos y de poseer un cierto encanto. Uno de estos hombres fué el tío del marqués de Sade, Jacques-François Paul Aldonse, al que se suele conocer como el abad de Sade. Este cura libertino fue un auténtico prototipo del religioso de vida alegre, que por la mañana se entretenía rezando a Dios, por la tarde leyendo a Horacio y por la noche fornicando a una prostituta.
Aunque ya había estado encerrado en varias ocasiones, es ahora cuando Sade experimenta con más crudeza y durante más tiempo su estancia en prisión. Su reclusión está marcada por una atuténtica serie de obsesiones que expresa en sus cartas, la mayoría de ellas dirigidas a su mujer. La más importante de esas obsesiones es, lógicamente, la fecha de su salida de prisión. Constantemente abruma a quienes le rodean con preguntas y el más mínimo signo modifica sus suposiciones en uno u otro sentido. Le pide a su mujer una gran cantidad de tarros de confitura y ésta le pregunta que para qué quiere tantos: ya cree que su liberación es inmediata. Su mujer deja de escribirle durante una temporada o le oculta datos al respecto: ya se cree condenado para toda la vida.
Muy buena composición del Marqués de Sade realizada por Nicolás Pérez Costa.
Es para resaltar el manejo escénico y corporal de los 30 artistas que están en escena. Con un despliegue físico que no hace mella en la capacidad vocal de los protagonistas de esta soberbia comedia musical, en la que todos cantan de bella forma.
Merecen destacarse los trabajos de Gabriela Bevacqua en el papel de Constance. Nicolás Guriani en el rol de Coulmier.
La coreografía de Agustín Pérez Costa es admirable al igual que el entrenamiento vocal por Mercedes Benitez.
Un párrafo destacado merece el trabajo de Ana Rodríguez, en el papel de Nadine. Pone en escena un despliegue físico y una luminosidad vocal que emociona. Tiene el talento y la presencia escénica como para ser una gran actriz. Habrá que prestar especial atención a futuros trabajos de esta jóven Ana Rodríguez. Le deseamos el mejor de los futuros y le sugerimos que siga trabajando intensamente en su preparación artística.
He disfrutado una maravillosa velada teatral y quedo a la espera de las nuevas producciones de este grupo de trabajo que ha demostrado un gran profesionalismo.
Para no dejar de ver.
Daniel Mojica
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