ES HORA DE CAMBIAR LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES

REFLEXIONES ACERCA DEL INFORME ANUAL DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO NORTEAMERICANO

(Fuente: Diario “Página 12” día Sábado 9/4/11)

Causa estupor, además de profunda indignación, enterarse de algunos párrafos del mencionado informe anual.

Ejemplo 1: “…En argentina existen instituciones débiles y un sistema judicial a menudo ineficaz y politizado que dificulta eliminar la corrupción…”

Una primera y fundamental observación es que se están entrometiendo en los asuntos internos de un país soberano. Que para los gobernantes del país del norte sea, esa, una práctica cotidiana, no tiene por qué ser tolerada por nuestros países.

Ni siquiera, si el país que emite el juicio de valor, fuera un ejemplo de transparencia, ética y moral indiscutida internacionalmente. Cosa que objetivamente está muy lejos de serlo. Pero aún así, no le daría ningún derecho de opinar, y menos de manera pública, acerca de las calidades y cualidades de otro estado soberano.

Justamente ese país habla de instituciones débiles. Cuando los poderes ejecutivo, legislativo y judicial están abiertamente subordinados a los devaneos bélicos de las corporaciones fabricantes de armas (que destruyen países) y corporaciones constructoras (que reconstruyen lo destruido)

¿No es un sistema judicial politizado, cuando un presidente designa un juez afín (en Miami, por ejemplo) para que sea declarado testigo protegido, un personaje que algún servicio de inteligencia envía con una valija llena de dólares, para realizar una operación contra gobiernos con los que no comulga?

Justo el departamento de estado habla de corrupción. Cuando tiene una siniestra historia, podríamos decir desde su creación, sin ser exagerados. Basta con recorrer la historia latinoamericana, para encontrar en cada uno de nuestros países, más de una historia de corrupción y crímenes pergeñados por ellos.

En otro tramo del informe hace mención acerca de “…las prácticas de derechos humanos y centra sus mayores críticas en Cuba, Venezuela y Honduras…”

Precisamente si existe en el planeta un país que debería hacer silencio en materia de derechos humanos, es precisamente el que elabora ese informe.

¿Acaso no son violaciones a los derechos humanos las matanzas cometidas por las fuerzas armadas de ese país en Vietnam, Panamá, Nicaragua, Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití, Guantánamo, Chile, Irán, Pakistán, Afganistán, Irak, Libia? Por mencionar sólo algunos casos.

Claro, cuando ellos masacran un pueblo indefenso con sus NAPALM y bombas de fósforo, hablan de “daños colaterales”.

Sigue la intromisión, de esta manera “…en el caso argentino destaca la corrupción, los abusos policiales, las torturas a presuntos delincuentes…”

Creo que este pasaje no merece el más mínimo comentario. Estoy seguro que cada uno de quienes lean estas líneas, tendrán más ejemplos de los que yo pueda recordar para dejar al descubierto la hipocresía imperial.

Hay principios fundamentales que rigen las relaciones entre los diferentes países: La no injerencia en los asuntos internos de otros estados y la autodeterminación de los pueblos.

Principios que han sido violados de manera sistemática por la mayoría de los integrantes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, desde su misma creación.

Por eso, de manera lúcida, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner viene reclamando en cada una de sus intervenciones en los distintos foros internacionales, por el cambio de las estructuras de organismos creados para otra realidad internacional.

El mundo ha cambiado. Los pueblos han tomado el protagonismo que les corresponde.

Es hora que eso se vea reflejado en las diferentes instituciones internacionales.

Si no sucede. Será hora de crear otros organismos, donde entren los pueblos y salgan las burocracias.

Daniel Mojica

http://hayotramirada.blogspot.com