jueves, marzo 10, 2011

EL SISTEMA DE PODER Y UNA FALSA ANTINOMIA

PERONISMO O KIRCHNERISMO LA FALSA ANTINOMIA DEL SISTEMA DE PODER Desde su mismo nacimiento, el peronismo se constituyó en un obstáculo para el sistema de poder. Tan acostumbrado a someter a los trabajadores y a las distintas minorías. Es que el peronismo nació de las entrañas de la patria sojuzgada como un grito de libertad para los que menos tienen. No en vano J.W. Cooke definió al movimiento peronista “…como el hecho maldito del país burgués…” Porque vino a acabar con la “raza de explotadores”. Por esta misma razón, esa “raza” que construyó el andamiaje jurídico, legal y constitucional de “su república” para mantener “el orden” establecido, combatió al peronismo desde su mismo origen. Porque el peronismo vino a cambiar las reglas de juego. Eso nunca se lo perdonaron. Así es que desde 1955 en adelante fueron numerosos los intentos para “domesticar” al peronismo. Ni la “revolución fusiladora”, ni el plan CONINTES, ni el “peronismo sin Perón”, ni el planificado genocidio cívico, militar y mediático lograron su cometido. Tampoco el “Perón sin peronismo” de los 90 al 2002, aunque fue el intento más serio de vaciar de contenido al peronismo, logró torcer el destino revolucionario que anima al movimiento. Destino que renace con el proyecto iniciado en Mayo de 2003 por Néstor Kirchner y que hoy conduce Cristina Fernández de Kirchner. Por eso el sistema de poder, con el Cártel Clarín a la cabeza, intentaron primero diluir el proyecto peronista, colocándole el rótulo “kirchnerismo”. Pretendiendo de esa manera licuar las raíces mismas del proyecto nacional y popular que renacía. Con la impronta propia del presente, y marcado a fuego por las luchas populares contemporáneas, que le fueron dando densidad al proyecto. ¿Peronismo o kirchnerismo? Es la falsa antinomia que el sistema, desde sus medios hegemónicos intenta instalar. ¿Por qué es falsa? Porque las nuevas generaciones (desde 1980 para acá) no tienen porque conocer al peronismo (salvo por algún peronista en la familia). Vivieron el liberalismo salvaje de Carlos Saúl y sus nefastas consecuencias hasta fines del 2002. Porque desde Mayo de 2003, el peronismo que conocen es el que comenzó a implementar el gobierno de Néstor Kirchner, y que ellos lo llamen kirchnerismo, no está mal. Los que militamos desde los 70, o antes, sabemos que es el mejor peronismo, desde los gobiernos del general. Entonces, como en toda lucha popular, no debemos discutir la problemática que intenta instalar el enemigo para alejarnos de nuestro objetivo, que como peronistas, es la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria. Si para ellos, que quieren abortar nuestras luchas, recortar libertades y conculcar derechos, nos quieren llamar de una manera o de otra, es un problema de ellos, que no afecta para nada nuestra identidad. Los que trabajan codo a codo con nosotros, pueden llamarse como mejor les sienta. Lo que nunca debemos perder de vista, los que estamos de este lado, es que estamos en el camino de la liberación nacional, y que no la vamos a abandonar para defender una etiqueta. El nombre que le daremos a esta gesta, se lo pondremos al final. Si se nos da la gana. Daniel Mojica

2 comentarios:

  1. Excelente post. Coincido. La etiqueta es una herramienta para detener y no para avanzar. La historia es movimiento, nosotros ni siquiera somos las/os mismas/os, también nos transformamos.
    Lo importante es qué es lo que defendemos y creamos a cada paso, y que se trata de una creación colectiva.
    Un saludo militante

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  2. Gracias Daniela.
    Abrazo militante!

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