miércoles, enero 26, 2011

¿QUIEN RECOMIENDA UN MEDICO QUE MATA A SUS PACIENTES?

MEDICINAS QUE MATAN. CARTEL CLARIN. FMI Aunque haya quienes pretenden desmentirla, tergiversarla, la fuerza de la realidad es incontrastable. Muestra, esa realidad, que la política económica puesta en marcha a partir de Mayo de 2003, y en especial, el salir del radio de influencia del FMI, ha sido y es beneficioso para el país en su conjunto. Esta certeza, fue puesta a prueba durante la implosión del sistema liberal capitalista, en su mismo centro neurálgico, en el año 2009. Desde entonces, son más claros y contundentes los elogios al camino emprendido por la Argentina. El reconocimiento internacional hacia nuestro país y su política de crecimiento, es inversamente proporcional al descrédito del FMI y sus nefastas recetas. Esto no quiere decir que el imperialismo esté acabado, ni que el FMI desaparezca ya. Sin embargo, se ha ido construyendo la posibilidad de que las políticas del FMI se pueden modificar. Además, quedó instalado de manera contundente, que se puede ir contra las recetas neoliberales de ese organismo, y ser un país con crecimiento, empleo y políticas sociales que beneficien a las mayorías. Esto se llama justicia social. A pesar de estas claras demostraciones, que se ven reafirmadas por contraste, con los ejemplos de Irlanda y Grecia, que fueron obligados s seguir las recetas liberales, con las consecuencias conocidas. Todavía hay personeros, que insisten en recomendar esa salida. Es como recomendar profesionales que en vez de curar, matan a sus pacientes. O que se les derrumban los edificios que construyen. ¿Quiénes recomendarían a esos médicos o ingenieros? Volviendo al FMI y sus recetas que son un fracaso para los pueblos, pero no para sus mentores. Los que persisten en seguir ese camino, son aquellos defensores del sistema de poder, que se han beneficiado con los “negocios” del endeudamiento. Por eso reclaman volver a esas prácticas. Casi toda la oposición al gobierno nacional, salvo honrosas excepciones, están en esa línea de pensamiento. ¿Tal vez porque las corporaciones son sus principales sostenedores? No se enteraron que este país cambió. Cambió desde Mayo de 2003, cuando la democracia dejó de estar condicionada por los poderes corporativos y la hegemonía mediática. Aquella dirigencia pretende que el Estado vuelva a ser el socio “bobo”, que en lugar de defender los intereses del conjunto, cumpliendo con su rol, se diluya beneficiando los intereses corporativos antinacionales. Como sucedió en la década del 90. Esto es, ni más ni menos lo que se pondrá en juego en las próximas elecciones presidenciales. Daniel Mojica

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