ACERCA DE SU NOTA EN LA REVISTA “23” POR EL PERIODISTA SOCIALDEMOCRATA TNembaum ¿O TROSKO NO ASUMIDO?
“Cuidado: usted puede estar contaminado por el virus social-demócrata, cuyos principales síntomas son: usar métodos de derecha para obtener conquistas de izquierda y, en caso de conflicto, desagrada a los pequeños para no quedar mal con los grandes…”
(Fray Betto, Teólogo de la Liberación)
Con el cinismo que es su marca registrada, manifiesta tener “…cierta debilidad por Jorge Altamira (dirigente del PO, no confundir con PRO aunque están del mismo lado de la vereda).
De esta manera desgrana una serie de comentarios hechos por este dirigente trotskista, en otros momentos históricos del país (año 1989)
época en la que, al decir del periodista Eduardo Aliverti “todos éramos progres…” por lo cual, dichos comentarios podían representar el sentir de muchos “socialdemócratas” como TNembaum.
En la nota rememora que el entonces director del diario “Página 12” Jorge Lanata, le mandó hacer un reportaje al susodicho Jorge Altamira. También incluye el recuerdo del llamado de su entonces Jefe para felicitarlo por el resultado de dicha nota.
Más adelante, menciona a otro dirigente del PO (no confundir con PRO aunque tengan por aliados a la Sociedad Rural) que “…al menos en la ciudad de La Plata hacía ruido. Se llamaba Michelle Teubal…era el único dirigente del PO…” (no confundir con PRO aunque critiquen con la misma virulencia al gobierno nacional) “… en el primer congreso de la FULP…había unos 120 delegados…y él solo los volvía locos a todos. No tenía ninguna posibilidad de ganar una sola votación. Pero los enloquecía a todos.”
¿Será por estas dos últimas frases que tienen tanta cámara, micrófono y páginas estos dirigentes, al igual que el pino que tapa el bosque?
Total, si no tienen posibilidad de ganar ninguna votación, pero enloquecen a todos. Además de confundir a no poca militancia juvenil bienintencionada y ser útiles a la estrategia de las corporaciones que tratan de desestabilizar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
En otro tramo de la nota, que tal vez, se la haya encargado su actual Jefe Magneto, porque como todos saben “,,,los periodistas que trabajan para mi escriben lo que yo quiero…” dice que conoció a otro militante del PO (no confundir con PRO aunque estén tan cerca de la estrategia golpista de Eduardo Duhalde) “…se llama Jorge Hospital y fue uno de los detenidos por el corte de las vías del Roca…”
Corte que sirvió para desatar el enojo entendible de los usuarios del servicio, que son en su mayoría trabajadores, aunque no todos afiliados al PO. Corte que sirvió de excusa a la patota símil duhaldista para los destrozos hechos en Constitución, que llevan agua para el molino destituyente y golpista de Magneto y Duhalde (el bombero de los incendios que provoca)
Luego escribe, en la misma línea, quizás reivindicatoria de las políticas trotskistas, “…debe ser una vida difícil, arriesgada, temeraria. Sin el apoyo de ningún gobierno, con el odio de la pesada, la vigilancia de empresas muy vinculadas a la mafia política y sindical…”
Cuando TNembaum habla de “la pesada” está hablando de la patota que es funcional a la estrategia de su Jefe (Magneto) ¿se hace el que no lo sabe?
Cuando menciona “…la vigilancia de empresas vinculadas a la mafia política y sindical…” ¿tampoco sabe que habla de empresas tercerizadas como las que usa el Cártel Clarín?
Un periodista, aunque sea “cautivo” no puede ignorar esas circunstancias que obvia descaradamente, tal vez por coincidir con los intereses del Cártel para el que trabaja, quizás por la contundencia del pago a cambio.
Más adelante escribe “…hay muchos como él (Hospital). Y son odiados por los caudillos del sindicalismo peronista.”
Acá hay un punto para destacar.
TNembaum habla de “caudillos del sindicalismo peronista” para ligar a la CGT que conduce Hugo Moyano, con el gobierno nacional y al peronismo en general, para poner, como dice el tango “en el mismo barro todos manoseados”.
Pero este periodista socialdemócrata, como él mismo se define, “olvida” de manera sospechosa, que los sindicalistas que “odian” a Hospital, Altamira, y están involucrados en el asesinato de Mariano Ferreyra (a quien también menciona en la nota, en tono demagógico) son gremialistas ligados a la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, mano derecha de Duhalde; socio de Magneto en el plan desestabilizador y golpista contra el gobierno democrático.
Luego cierra la nota así: “A veces, las personas hacemos cosas muy extrañas”
En esto coincido, y yo le agrego: por dinero, o por coincidencia ideológica con los que pretenden desestabilizar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, por no arrodillarse ante las corporaciones, como las que le pagan el sueldo a TNembaum.
Daniel Mojica
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