viernes, noviembre 12, 2010

ESTA ES LA CARTA QUE NO TUVO RESPUESTA Y QUE MOTIVO LA NOTA "EL LECTOR Y LA INFORMACION"

COMENTARIOS SOBRE LA NOTA “SIGNO DE LOS TIEMPOS” (POR JOSE NATANSON- REVISTA “23” EDICION HOMENAJE) Compañeros de Revista “23”, como ávido lector de la revista mencionada, del diario “Tiempo Argentino” y el semanario “Miradas al Sur”, anque de “Página 12”, les hago llegar estas reflexiones por ciertas líneas de la nota que comento que me causaron cierto estupor. Me anima sólo el anhelo de que la historia reciente no sea tergiversada tal como acostumbra el monopolio del que les dije. Un abrazo fraterno Partiendo de la premisa básica de la subjetividad personal de quien ofrece su opinión y de que no existen verdades absolutas. Quiero hacer notar lo que considero imprecisiones, no menores, desde mi óptica. Comparto en líneas generales la identificación que hace el autor de la nota sobre los “ciclos largos” desde la recuperación de las instituciones. También la caracterización acerca de los políticos y su “capacidad para sintonizar con una cierta etapa histórica”. Luego agrega “Raúl Alfonsín fue el primer político de primer nivel que entendió que el fin de la dictadura no implicaba una oscilación más del péndulo cívico-militar…y que estábamos ante un ciclo nuevo…” Hasta ahí no puedo menos que darle la derecha al periodista. Sigue la nota ”…tras oponerse (R. Alfonsín) a la guerra de Malvinas y descartar cualquier tipo de negociación con los militares…” Me pregunto ¿cómo se puede afirmar con seriedad que Raúl Alfonsín descartó “cualquier tipo de negociación con los militares? Nos olvidamos del “Felices Pascuas. La casa está en orden” Nos olvidamos de las leyes de Punto final y de Obediencia debida. Si eso no significó “negociación con los militares” ¿qué fue? Aclaración: puedo entender que al autor de la nota que menciono, la admiración sobre el personaje Raúl Alfonsín, le haga perder el rigor histórico en la evaluación de esas circunstancias. Pero si esto es así no puedo entender lo siguiente que leo más adelante. Hablando de Carlos Saúl dice que “…llegó a la conclusión que debía instalar un modelo nuevo, que no pasaba por la aceptación de la democracia (que no se discutía) o la justicia social (que se supeditaba al crecimiento), sino por la necesidad de lograr una normalización económica permanente como condición imprescindible para el desarrollo. C.Saúl ubicó a la estabilidad en el centro de su gobierno, y a partir de ahí, la necesidad de avanzar en la modernización del país y construir un nuevo esquema en la gestión del estado”. ¿Quién puede afirmar que ese personaje siniestro quiso normalizar la economía? ¿O que para él “la justicia social se supeditaba al crecimiento”? Acaso no eran los tiempos de llenar la copa para esperar el derrame. Que jamás llegó. “…ubicó la estabilidad en el centro de su gobierno…” ¿Quién puede llamar estabilidad a un esquema que cierra empresas, despide trabajadores y genera una desocupación galopante? De verdad alguien puede pensar que quiso “construir un nuevo esquema en la gestión del estado”. Cuando en realidad vino a destruirlo y ponerlo bajo la supervisión de las multinacionales a las que regaló las empresas de todos los argentinos. Supeditando además los posibles reclamos a los tribunales internacionales de justicia, renunciando expresamente a la justicia argentina. Justicia argentina que además tenía una corte adicta al poder ejecutivo. Quiero expresar que con mi mejor buena voluntad no puedo entender ese análisis. Tal vez sea un error de edición de la nota o una mala compaginación. Prefiero pensar eso, porque respeto a José Natanson. Me gustaría recibir una aclaración. Me disculpo si cierta vehemencia tiñe alguna frase. No está en mi ánimo ofender, sólo dejar sentada mi perplejidad ante semejantes afirmaciones vertidas por una persona que respeto intelectualmente. Daniel Mojica

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