miércoles, julio 14, 2010

AFINIDADES DE QUIENES DECLARAN "GUERRAS"

BERGOGLIO ESTA PREPARANDO LA LEÑA Hace rato que viene rumiando su bronca con el proyecto nacional y popular iniciado en Mayo de 2003 y que hoy conduce y profundiza Cristina Fernández. ¿Cuál es el motivo de la ira del cardenal? ¿Que no le reconozcan el supra poder político que su investidura ha tenido en tiempos pretéritos? ¿La época de las cruzadas, por ejemplo? Quizás por eso invoca una “guerra de dios”, como desmesurado gesto para demostrar poder. Porque de eso se trata. De una lucha de poder. Desde que el voto “no positivo” y la convicción de nuestra Presidenta produjo una divisoria de aguas en la política nacional. Esa divisoria ha dejado del mismo lado y con la misma ira acumulada a la corporación mediática encabezada por el monopolio Clarín y a la corporación eclesiástica encabezada por el medioevo cardenalicio y sacerdotal que hoy conduce a la iglesia. No es casual que los “capos” de cada corporación hablen de “guerra”. La junta genocida que usurpó el poder desde Marzo del 76 también dijo que libró una “guerra”. Tampoco es casual que en esas “guerras” las peores consecuencias las paga siempre el pueblo. Volviendo a los “capos” de esas corporaciones, lo que no toleran es que haya gobiernos que no se subordinen a los intereses y privilegios de esos grupos. Porque como dijo otro “capo” hace un tiempo “el poder es impunidad”. Cuando el pueblo gobierna, o quienes gobiernan interpretan las necesidades del pueblo y toman medidas que los benefician, aquella impunidad se desvanece. Aunque no de la noche a la mañana. Esa impunidad es la que reclaman con tanta ira. Desde las páginas, pantallas y micrófonos del monopolio Clarín por ocultar sus miserables complicidades con los genocidas y “su guerra”, tarea que llevan adelante sus periodistas y comunicadores que cada día se ensucian más con la sangre derramada. Desde los púlpitos y las convocatorias extorsivas de los purpurados donde se menciona al demonio como enemigo pero se señala al gobierno. En una mueca triste que remite al pasado reciente. Aún cuando monseñor Bergoglio parece invocar un pasado más lejano. Cuando la hoguera era el destino de quienes osaban cuestionar los prejuicios de la época. Las arengas públicas y privadas del cardenal parece que ordenara a sus ciegos seguidores a ir juntando la leña para futuras quemazones. Cual Torquemada del siglo XXI. Se equivocan estos “capos” declaracionistas de “guerras” que sólo ellos anhelan. Aunque haya fanáticos seguidores y propaladores de catástrofes dispuestos a generarlas, se equivocan con este pueblo. Somos pacientes y tenemos memoria. No vamos a tolerar un retorno a ningún pasado nefasto. Daniel Mojica

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