jueves, abril 23, 2009

LO PUBLICO UN BLOG COMPAÑERO

No es un tema de guita, chicas Las chicas de clase media tienen un especial encono con la ropa y la bijouterie de nuestra señora presidenta. Uno entiende por qué que se mueren de envidia, que el espejo de Cristina las atormenta porque saben que jamás llegarán a darse los lujos de ella. Y no nos estamos refiriendo a la ropa y las carteras, eso se consigue fácil, sólo se necesita plata. Lo que no consigue con plata es el talento de Cristina, el sharme de Cristina, la oratoria de Cristina, el ser presidente de un país como Cristina e incluso haberle sacado la mayor diferencia de la historia al segundo en la elección que la proclamó primera mandataria. Eso es lo que envenena a toda una caterva de minitas que a lo sumo son buenas profesionales, buenas madres y en algunos casos buenas amantes. Debe ser horrible saber que siempre serán una más en el montón, no como Cristina que siempre está por encima de los demás. Debe ser horrible sentir que en la vida hay cosas que no se pueden comprar con dinero y maridos –anque amantes- potentados. ¿Qué pueden obtener? Presidir Cáritas, presidir COAS, formar parte del directorio de una empresa… y no mucho más. Entonces reenvían todo pps que cae en su bandeja de entrada, le dan y le dan y le dan pa’ que tenga, mire. Y le ponen frasesitas tipo “Avanza la redistribución de la riqueza” para sentirse piolas y dotadas de un ingenio singular. Su mirada corta y su capacidad de análisis rasante les impide siquiera barruntar que Cristina no necesita ser presidenta para comprarse toda la ropa, todas las carteras y toda la bijou, Cristina tiene muchísima guita desde antes de ser presidenta y lo único que la desvela es la gloria. No entienden las chicas que se juntan a tomar algo en "Café Martínez” luego de haber depositado a sus rubios herederos en colegios de cuatro lucas mensuales que no se llega a presidente para hacer plata. Lo mismo que su elogiado Mauricio, o De Narváez… No necesitan de la política para vivir cómodos y entre placeres hasta el día de su muerte. Como tampoco lo necesitaba Fidel Castro y ni hablar del Che, que era un joven buen mozo de una familia acomodada. No chicas, ustedes no entienden que hay cosas que no pasan por la plata. Anoche mismo lo escuchaba a Víctor Laplace diciendo que si hubiera tenido un millón de dólares no le hubiera servido de nada porque el cáncer que le robó a Nélida Lobato no entendía el lenguaje de la guita. La guita sirve para ratificar vuestra pobreza, vuestro embole, vuestra vida amarga entre saunas, gimnasios, Pilates, peluquerías, modistas y algún trabajo rutinario. La guita sirve para que se embolen dos meses en playas caras y para no mucho más. Se los repito, Cristina va por más, por muchísimo más… Igual, no creo que lo comprendan.
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